Ya se ha dicho muchas veces: a menos espacio en la
furgo, más ingenio hace falta para buscar
versatilidad y
polivalencia: que el mayor número de accesorios y sistemas
valgan para más de una función. Por ejemplo: si ya tenemos
dos sartenes, ¿para qué tener un horno eléctrico?: ponemos una a fuego suave y la otra boca abajo encima de la primera. Esos
panecillos precocidos que no necesitan más que humedecerse y meter al horno para estar como recién hechos nos quedarán perfectos sin ocupar el gran espacio (y precio) que necesita un horno.
Pues con esas premisas, nos hemos dado cuenta de que
a bordo llevamos tres ingredientes que ya por sí solos cumplen importantes funciones, pero que juntos nos van a dar un gran placer diferente:
podernos tumbar en cualquier parte.
Llevamos por un lado
colchones alargados provinientes de los dos
semilechos de la cama. Lo sabéis por
este brico y este
otro.
Llevamos también una
escalera plegable de acero y PVC. Lo vísteis detalladamente en
este brico.
Y, finalmente, tenemos
dos sillas plegables en el
callejón que une WC
químico con la cama. Las explicaciones aparecieron
aquí.
Ya habréis sacado
la conclusión a este silogismo...
Si ponemos correctamente
asentadas las dos sillas,
ajustamos la escalera
haciendo coincidir las nervaturas con los asientos,
y le plantamos una de las
colchonetas y su almohada,
tenemos
una estupenda hamaca que, si aguanta mis 96 kg, no puede decirse que sea enclenque. Comprobado.
Ya nunca más habrá que tirar la toalla en una mesa de un área de descanso porque sencillamente podremos encontrar cualquier otro sitio discreto donde gozar de un buen rato de sol y lectura con la nevera
cerquita.
Saludos.
src="http://pagead2.googlesyndication.com/pagead/show_ads.js">