Este
brico interesa muchísimo a los que tenéis
techos elevables con accionamiento electrohidráulico. Y si la
furgo está ya fuera de garantía os interesa todavía más.
Resulta que en las maniobras de cierre de estos techos, la tela de fuelle tiene una tendencia general a
abombarse hacia afuera, es decir, hacia adelante y sobre todo hacia los laterales. Con mucha más virulencia
si no abrimos alguna puerta o el techo solar mientras tanto.
Y esto es especialmente crítico en el instante en que el bulón del techo debe enclavarse en la cerradura. De no haberse previsto un fleje de plástico flexible en forma curva que contenga esa tendencia, la lona sería sistemáticamente mordida por el herraje.
Lo que sucede en las
Marco Polo, sobre todo en determinadas circunstancias (jugueteo con los botones de apertura y cierre, subida o bajada asimétricas de los dos lados por problemas en los cilindros, golpes o atascos...) es que
los flejes se parten o despegan por la parte más débil y dejan de impedir ese movimiento fatal de la lona.
Y cuando queremos darnos cuenta hemos subido o bajado el techo con ellos rotos o sueltos y
mordemos la tela. Lo menos que puede pasar es un agujerito y la mancha de grasa y lo peor un desgarro considerable. Que si pilla fuera de garantía es un disgustazo seguro.
Los flejes vienen de fábrica
sorprendentemente sólo pegados con un adhesivo de doble cara por la parte inferior, a pesar de que tienen hechos dos taladros. Por tanto, la primera acción urgente que hay que hacer es
implementar dos tornillos de rosca-chapa (debajo no hay nada que estropear al taladrar).
Y lo más importante que se debe hacer es cortar una larga tira de
cinta americana textil negra
y
forrar todo el fleje de arriba abajo a la larga (esto es muy importante) y
no en forma de helicoide.
Con ello se
contienen las tensiones a que está sometida esta pieza en algunos momentos y se previene su fractura.
Todo esto os lo cuento por la
desagradable experiencia de haberlo sufrido. Primero partió un fleje sin darnos cuenta al abrir, quedó tenso de punta y, al cerrar, se clavó la parte inferior rota contra la fibra de vidrio del techo y la dañó. A continuación la tela quedó pillada en la cerradura y se manchó y rasgó. En la foto veis cómo
no hay fleje porque estaba roto.
Meses depués, cuando el concesionario cambió gratuitamente toda la tela por considerar que la rotura era debida a un fallo de fabricación, el fleje del otro lado se despegó y, por suerte, nos dimos cuenta. El carrocero
Mercedes-Benz entonces lo que hizo fue
atornillar el fleje que no se había roto y sustituir y atornillar el roto.
Para evitar que surgiera de nuevo el problema, hice los forros de cinta americana, que son bastante estéticos y llevamos tres años de tranquilidad.
Por eso quiero avisaros.
Saludos.
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