Propongo abrir un hilo específico para
reutilizaciones que enriquezca los que ya se han ido poniendo por los foros...
Para bolsas de supermercado (club camper)
Para garrafas de plástico (Inuk)
Para viejos triángulos de emergencia (viano)
Es decir, para pequeños o grandes
bricos con los que en casa o en la
furgo resolvemos problemas sin gastar un euro prácticamente porque volvemos a dar un nuevo uso a materiales que en principio cualquiera hubiera tirado al contenedor adecuado (ya queda poca gente que lo tira todo junto .malabares).
Antes que nada, por hablar con propiedad en este tema, no está de más recordar las
diferencias entre las cinco conductas que cuidan el medio ambiente empezando
por erre.
Reducir: Usar pocas botellas de plástico, por ejemplo. Y cuando ya las tengamos que tirar, comprimirlas para minimizar el volumen y los gastos de transporte y manipulación.
Reutilizar: Si las usamos, sacarles otro uso antes de tirarlas. Como hacer semilleros o macetas.
Reciclar: Si las tiramos, que sea en el contenedor amarillo para que sirva para hacer otras nuevas.
Recuperar: Si encontramos un objeto que a otro ya lo le sirve, como un mueble antiguo, podemos darle una nueva vida si nos es útil.
Reparar: No tirar las cosas al primer fallo: intentar arreglarlo, recomponer la pieza que se ha estropeado, aunque no exista ya el recambio original.
El primero que se me ocurre es
darle una segunda vida a nuestras viejas persianas rotas. Sí, esos rollos difíciles de manejar, que se descolocan con mirarlos y que dan tantos quebraderos de cabeza sobre todo a los que las suben y las bajan dándoles muchos golpes y estirones.
Bueno, pues si disponéis de una pequeña terraza o terreno, estas
lamas, atornilladas de cuatro en cuatro
y puestas piramidalmente en maceteros,
son el rodrigón o
tutor perfecto para desarrollar cualquier tipo de plantas trepadoras, entre las que son muy feraces las
tomateras (las semillas de todas éstas costaron
0,50 €).
En un par de meses eso empieza a generar
frutos 
que dan
una doble satisfacción: al
bolsillo cuando se dejan de pedir en la frutería, y al
gusto, cuando se comprueba que saben mil veces mejor los cultivados en casa, sin abonos químicos, sólo con sustrato hecho con nuestro propio
compost originado de los desperdicios vegetales de la cocina.
Los
pequeños orificios de cada lama son ideales para, a determinadas alturas, meter alambres o hilos para ir
sujetando los tallos con el fin de que el peso de los frutos no venza la planta.
A ver si nos animamos muchos y ponemos una
larga lista de ideas...
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