Después de un largo tiempo sin escribir crónicas de nuestras andanzas, guardo la pereza en el cajón del desván, y pruebo la dulce delicia de aporrear el teclado, para desgranar con fotos y letras nuestra última excursión, titulada Montellano, porque fué el lugar donde la concluimos, y donde el próximo día 19 comeremos en hermandad y realizaremos un ruta nocturna.
A ver si no he perdido todo el feeling literario y me sale medio bien, para que la podais disfrutar todos.
Comenzamos el día tranquilos, disfrutando del paisaje y charlando alegremente a través de las emisoras.
Y como no!, sacando alguna foto artística a traición.
Circulando por una antigua vía del tren, atravesamos varios túneles, que siempre son motivo de emoción adicional.
De pronto, nos encontramos con una primera trialera, en bajada, con grandes escalones de roca, que amenazaban la integridad de nuestros aún limpios coches. Fueron varios 4x4, los que se llevaron un pequeño recuerdo aunque sin mayor importancia. Emiliano realizó un rescate con eslinga al jeep de Velociraptor, que se topó con una gran roca enmedio de la bajada, y que le dejó practicamente colgando sin tracción en las ruedas. Nuevamente arriba, bajó sin complicaciones.
Una vez agrupados, hubo tiempo para charlar y a Txema Waterman le dió por probar el grado de inclinación de uno de sus Toyotas, que hoy estaba casi despiezado para retocar chapa y pintar (¡ya vereis como lo deja!)
Seguimos ruta y nos topamos con la segunda trialera fuerte, también en bajada y con mayores escalones que la anterior.
Casi todos los coches tocaban con los bajos en algún punto.
Y digo casi todos, porque el wrangler de T-Rex, con su hoy copiloto, el Buitre, hizo una bajada milimetrada, sin tocar en ningún punto. Creo que un tal Firefox, que sale en la foto, le guió como en los buenos tiempos, cuando comparti"amos" coche en todas las travesias.
Se habilitó una pista alternativa para los más conservadores con sus monturas. Siempre es importante no forzar a realizar proezas, ya que nadie es más ni mejor que otro por pasar por mayores dificultades. Todos debemos disfrutar, sin atosigar ni a los compañeros ni al medio que nos rodea.
Alcanzando la mitad del día y de la excursión, pasamos un lugar mítico en las rutas de nuestra zona, el temido y afamado Dragón Khan, con sus dos trialeras (norte y sur), una más inclinada y la otra más escabrosa. Unas cuantas fotos del lugar que muchos conocereis tarde o temprano.
Waterman abrió camino.
El sherif Luisfer le siguió.
Y poco a poco, todos los demás fueron bajando, tomando todas las precauciones, que aquí es muy conveniente no fiarse, ya que se puede complicar mucho la cosa.
La lluvia mantiene las roderas bien profundas.
El grado de inclinación es bastante fuerte.
Una foto con zoom para apreciarlo desde lejos.
Josu y Bego bajando la trialera, acosados por los paparazzis.
Una vez todos bajados, nos damos una tregua.
Y para no dormirnos en los laureles nos vamos derechitos al archiconocido pozo de agua y barro del Dragón Khan.
Los primeros salpican bastante.
Algunos demasiado, y se les inunda el habitáculo, y el vestuario, ja, ja.
Esto es como hacer terapia de grupo; pero al estilo cuatrero.
Los baños de barro son beneficiosos para la piel (¡no sé si pensarán lo mismo los coches)
Y un eficaz antiestress. Eso lo podemos afirmar todos, y eso que para los últimos no dejamos casi nada. Egoistas que somos.
Realizamos una parada técnica. Observad, aún, el reguero de agua que baja por el caño de la derecha. Calculamos que evacuamos unos trepecientos mil litros de agua y barro. ¿O serian más?
Por fín una buena trialera en subida. Hubo que exprimir a fondo las mecánicas ya que en la mitad de la subida había un escalón de piedra que lo complicaba bastante. Emiliano apuró el turbo y levantó la patita para la foto.
Hubo tiempo para contemplar la vista general, el mar de fondo, con la refinería de Petronor en primer plano.
Sin perder ritmo nos acercamos a otra trialera en bajada, estrecha, y con fuertes escalones de roca. También hubo alternativa ligth, que no para el jabalí, que aprovecho para limpiar las zarzas del camino.
Gorka disfrutando esta bajada.
Mario bajando a buen ritmo. Es que este hombre proviene de los rallyes.
Mención aparte para los Halcones. Emilio y Lander estuvieron sembraos todo el día. Estrenaron ruedas camperan y disfrutaron de lo lindo.
La guinda del pastel, en esta excursión, la puso una subida imposible, que después de varios valientes intentos, Gorka le puso el cartel de posible. No tenía salida, así que media vuelta y para abajo. Era larga y empinada como pocas. Pedro y yo bajamos la comida subiendola para sacar fotos y videos.
Un hurra por Gorka.
Lander, con el jabalí de copiloto, intentaron también alcanzar la cima; pero no fué posible. Se les aplaudió como a los grandes tenores, ya que el sitio y la ocasión lo merecian.
Y piano, piano, llegó la hora de la despedida.
En youtube he colgado bastantes videos. Los interesados en verlos, teclead TJFIREFOX en el buscador de la página, y os llevará a ellos. Disfrutadlos.
Como he perdido práctica en la confección de las crónicas, me habré dejado a algún Hombre de Verde por nombrar, de los que nos acompañaron este día.
También indicar que echamos de menos a miembros ya míticos como Gato, Tyger, Pato Azul, Potoka, Lady Di, Bambi, Gela, Pipo, y a otros que vienen menos o empiezan a acompañarnos, como Witxer o L.D.L.C.
Algún día aclararé las siglas; pero aún no, aún no.
Como es un poco tarde y los Lunis llevan ya 4 horas dormidos, voy a hacer una tentativa de cerrar la crónica, con los dedos cruzados, para que todo salga bien, y que fundamentalmente os guste a todos los foreros y paseis un rato agradable viendo fotos y leyendo.
Un saludo para todos, amigos.
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