Naturalmente no me refiero a la
iteuve de toda la vida, sino a la
Inspección Técnica de WC químicos...
Deterioros les pasan a todos los
Porta Potti con el transcurso de los años y mucho más si están en una caja contenedora o van
> instalados fijos con depósito adicional, como en nuestro caso (se enjuagan menos que si van portátiles).
Por ejemplo, el flotador que da la señal al
aforador
termina por llenarse de
concreciones calcáreas y se degrada hasta este espantoso punto en el que pierde la flotabilidad y deja de elevar el balancín.
Nosotros hemos aplicado la sencilla solución de retirarlo y
sustitutirlo por cualquier bolita hueca. Sirve una de
ping-pong o la de un desodorante
roll-on. Basta insertarla a presión en el rectángulo de plástico donde iba el antiguo flotador y listo.
Otro desaguisado que sucede mucho es que
se revienten las bisagras, debido a la
mala vida que se le da al
mueble contenedor del WC al abrir la tapa de golpe, al romperse el frenillo (
> Ver cómo arreglar el frenillo), o, simplemente, de tanto apoyarse en él para esos
esfuerzos rítmicos que suceden por el habitáculo...
Para este último caso, la solución es bien sencilla:
Retiramos con una broca las
fijaciones remachadas de uno de los lados de cada bisagra
y colocamos unas
nuevas estandarizadas, porque
Westfalia no vende despiece de la caja multifunción,
sin olvidar
obturar con masilla bicomponente los viejos orificios.
Otro problema que podemos dejar resuelto en esta
ITW es el inevitable
resudado de fluidos por los alrededores de los dos cuerpos del WC que acaba por dejar un desagradable olor a
urinario de estación de autobuses cuando levantamos la tapa de la caja.
Nada más fácil de resolver metiendo dos pastillas de
detergente antical dentro de cada parte hueca y dando un
programa largo en el lavavajillas de casa.
Nos quedará perfecto para volver a montar en su sitio.
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