Tumbarse en la cama y ver perfectamente lo que nos rodea (si molestamos una maniobra de otro coche, si merodea alguien... mil cosas) no siempre es posible.
Los que tenéis
niños pequeños sabéis lo complicado que es viajar con ellos en la parte de atrás. Y el espejo retrovisor interior no siempre nos sirve para estar pendientes de ellos porque su función es cubrir el ángulo de la ventanilla trasera para ver la carretera.
Pensando en cosas así se han creado accesorios como el que comercializa
Mercedes-Benz para acoplar al original de la
furgo, con el código de pedido
B6 656 0316.
Desgraciadamente, este elemento no siempre se acopla bien a versiones más modernas de la marca o simplemente no vale para todos los modelos.
Partiendo de tres elementos tan simples como éstos (un pequeño espejo, la parte superior de un desodorante
roll-on y la tapa de un
spray de espuma para el pelo),
hemos reutilizado sus funciones para crear un
retrovisor con rótula esférica muy direccionable para visualizar el mayor número posible de localizaciones desde el punto en el que nos encontremos.
Para construirlo, sólo tenemos que extraer la bola de PVC que traen los botes de desodorante y practicarle un
agujero muy ancho (unos 15 mm ø) por un polo con una
fresa cónicay otro
muy pequeño por el otro con una broca de 3 mm ø.
El grande sirve para que nos quepan bien un par de arandelas y un tornillo de
rosca-chapa para hacer solidaria la bola al cuerpo del espejo.
Como
base de rotación de la bola emplearemos la propia que trae el bote de desodorante, pero acoplada a un tapón de plástico de, por ejemplo, un
spray de espuma para el pelo que haga buen encaje con ella.
Finalmente, sólo hay que hacer
clic entre bola y base y entre base y tapón
y empezar a utilizar el pequeño retrovisor pegado con
velcro (opción para
ponerlo en varios sitios) o adhesivo de doble cara (opción para
dejarlo fijo) en los lugares que creamos más oportunos dentro del vehículo.
Saludos.
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