¡¡¡BATMANNNNN...!! TRIRORIROLLIIII
Basándose en el modelo definitivo de Crowley se construyeron en total ocho vehículos: cinco de ellos, de gasolina, totalmente operativos; uno eléctrico con techo deslizante para mostrar a Batman entrando y saliendo del vehículo; y otros dos muy ligeros y sin motor, para ser catapultados desde cañones en las escenas más espectaculares de saltos.
Para la fabricación y funcionamiento de los batmóviles más reales (uno de ellos se pudo ver circulando por Madrid durante la promoción de la película) se utilizó tecnología de vanguardia, lo que elevó el precio de los vehículos hasta el millón y medio de euros. Un coste justificado para mostrar con una mayor realidad las escenas de persecución por las avenidas de Gotham.
Del almacén del ejército a las calles de Gotham
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Para el propio Batman, sin embargo, el trabajo no fue tan difícil y simplemente tuvo que limitarse a tunear un antiguo modelo que encontró apartado en los almacenes de la empresa de su padre. Se trataba del Tumbler, un prototipo anfibio diseñado por la División de Ciencias Aplicadas de Wayne Enterprises y pensado originariamente para el transporte y aprovisionamiento de tropas militares.
Debido a su alto coste, la compañía nunca se planteó la producción en serie del vehículo, pero cuando Bruce Wayne lo descubrió quedó fascinado de sus propiedades y se puso a trabajar en diversas mejoras para convertirlo en una potente arma al servicio de la justicia. Lo primero, por supuesto, era cambiarle el color: "¿Lo tienes en negro?".
El vehículo de 'Batman begins', según unos datos que bailan entre la realidad y la ficción, utiliza un potente motor Chevrolet V8 de 5.735 centímetros cúbicos y 500 caballos de fuerza, que se complementa con un segundo propulsor a reacción similar al que utilizan los aviones.
Su motor a reacción le permite saltar casi dos metros en vertical y hasta 20 metros de largo.
La 'batficha' técnica refleja una velocidad máxima de 354 kilómetros por hora y un consumo de gasolina sin determinar. Puede pasar de 0 a 100 km/h en poco más de 5 segundos y su motor a reacción le permite saltar casi dos metros en vertical y hasta 20 metros de largo. La emisión de gases tampoco consta, aunque posiblemente incumpliría todas las normas antipolución europeas.
Su cabina tiene espacio suficiente para dos ocupantes, aunque los 60 grados de temperatura que se pueden alcanzar en el interior por el calentamiento del motor, no hacen el viaje nada cómodo. Sí es más práctico, sin embargo, el modo de acceder al habitáculo: gracias a un control remoto se puede levantar el morro por completo y entrar en el coche por la parte delantera.
Ruedas a prueba de pinchazos
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El nuevo batmóvil, con tracción trasera, utiliza seis ruedas: cuatro traseras de grandes dimensiones y dos delanteras, más pequeñas. Las primeras utilizan neumáticos Superswamper de 44 pulgadas, característicos de los enormes monster trucks americanos. Las gomas delanteras, procedentes de la Fórmula NASCAR, tienen 28 pulgadas.
Para rodar las escenas de mayor acción se utilizaron tres juegos diferentes de neumáticos, con diferentes tipos de dibujo. Además, la presión de las ruedas podía controlarse de manera automática para obtener distintos niveles de agarre y poder ofrecer unos efectos de derrape más espectaculares.
Entre sus peculiaridades destaca la ausencia de un eje delantero, ya que las ruedas anteriores van sujetas por los costados. La intención era clara, dar una mayor agilidad al vehículo y permitirle girar en las condiciones más extremas, e incluso sobre sí mismo. Así, el batmóvil puede enfrentarse sin ningún problema a las curvas más cerradas y salvar sin inmutarse todas las esquinas de las angulosas calles de Gotham.
Las ametralladoras delanteras del vehículo ayudan a Batman a salir indemne de las situaciones más peligrosas.
Además Batman dispone de múltiples elementos de 'ayuda a la conducción', como por ejemplo unas ametralladoras que le permiten destruir cualquier muro que se ponga por delante y salir intacto de las situaciones más peligrosas. En cualquier caso, el batmóvil de 'Batman begins' no ofrece tantos gadgets como los que llevaban de serie sus predecesores, cosa lógica si se tiene en cuenta que este vehículo se supone anterior a todos los demás batmóviles.
Cuarenta años de demonios sobre ruedas
El matrimonio entre Batman y su coche, al menos fuera del cómic, va camino de cumplir los cuarenta años. La leyenda del batmóvil comenzó a forjarse en la pequeña pantalla en la mítica serie de televisión de los años 60. Aquel modelo, dotado de los más increíbles complementos, estaba basado en el prototipo Lincoln Futura de Ford, que nunca llegó a producirse por su elevado coste de 250.000 dólares (una historia que parece repetirse ahora en el argumento de 'Batman begins').
El responsable de convertir el Lincoln Futura en un vehículo apto para superhéroes fue George Barry, que en apenas tres semanas tuvo que adaptar el prototipo a las necesidades del multimillonario Bruce Wayne y, sobre todo, a los gustos de la cadena estadounidense ABC, que hacía una fuerte apuesta al intentar trasladar por primera vez a un superhéroe del cómic desde las páginas de los tebeos hasta el salón de los americanos. El inventó funcionó y tanto Batman como el batmóvil aumentaron notablemente su popularidad.
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El salto a las salas de cine llegó tres décadas después, en 1989, de la mano del excéntrico Tim Burton y con Michael Keaton bajo la máscara del Caballero Oscuro. En esta ocasión el diseñador del batmóvil fue Anton Furst, que ya había logrado un gran éxito al frente del diseño de producción de 'La chaqueta metálica'. El automóvil, propulsado por una turbina de avión, era un auténtico demonio sobre ruedas capaz de pasar de 0 a 100 kilómetros por hora en 3,7 segundos (se supone que era más avanzado que el Batmóvil Tumbler de la nueva película).
Este vehículo, quizás el más carismático de la saga, estuvo al servicio del hombre murciélago en sus dos primeras incursiones en la gran pantalla: 'Batman' (1989) y 'Batman Returns' (1992).
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En las siguientes secuelas de la serie, el Batmóvil adoptó ya rasgos de murciélago, con enormes alas en su carrocería, que le permitían hacerse notar de una manera más eficaz en las calles de Gotham. El modelo utilizado por Val Kilmer en la película 'Batman Forever' (1995) llevaba, aparte de múltiples armas y secretos, un potente motor ZZ3 Chevrolet.
En la última entrega de la saga Batman, 'Batman y Robin' (1997), el encargado de pilotar el potente bólido negro fue George clooney, que deja ahora los mandos del coche más famoso de Gotham City en manos del joven Christian Bale. Todo vuelve a comenzar; la leyenda continúa...
¡¡¡BATMANNNNN...!! TRIRORIROLLIIII