Siguiendo con las aplicaciones de las que podemos aprovecharnos
reutilizando viejos electrodomésticos, hoy os voy a mostrar cómo podemos hacer de la bañera de casa un
hidromasaje completamente válido por
apenas 18 euros.
Sabiendo que un
jacuzzi de los
de oferta sale por unos 600, instalación aparte, la cosa no sólo merece la pena en plena crisis sino que nos deparará estupendos ratos de
relax, lectura y musiquita dándole una segunda oportunidad a viejos
aspiradores domésticos como este robusto
Electrolux que recuperé hace ya 15 años de la basura y que sigue funcionando perfectamente.
Para hacer este inventillo sólo hay que buscar un
lugar para esconder el aspirador, como por ejemplo el
cajón de la persiana o el hueco de debajo del poyete de la propia bañera (esto nos obligaría sin embargo a retirar algunos azulejos)
en donde practicaremos unos pequeños
orificios para permitir la entrada de aire justo por donde se suele enchufar el tubo flexible al aparato.
Tras
insonorizar el cuerpo del electrodoméstico con fibra de vidrio u otro aislante más moderno con el fin de que los dB no superen los niveles de
confort,
acoplamos un tubo de cobre de 15 mm ø (del normal de fontanería) al orificio por donde sale el aire del aspirador, una vez retirada la rejilla y el filtro que lo cubre. Para ello,
si es necesario, usaremos un racor de reducción, normalmente de 28 a 15 mm ø o mayor.
Por estética,
llevaremos el tubo de cobre dentro de una canaleta de PVC hasta un punto de cómoda toma bajo la grifería
terminando en una curva y un racor de 15 mm ø a rosca macho de 1/2", lo que constituirá la discreta
parte fija de la instalación.
Sólo en el momento en que deseemos darle gustito al cuerpo usamos la parte portátil
acoplando un latiguillo flexible hembra-hembra de 1/2" y
una pieza también de cobre de 15 mm ø en forma de U cuyos extremos terminen en tapones ciegos y en cuyo centro haya una TE y un racor de 15 mm ø a 1/2" macho también para acoplar al otro extremo del latiguillo. Todo
pintado a spray del color de la bañera y depositado en el fondo antes de llenarla de agua.
Con el fin de beneficiarnos de las ventajas físicas de dinámica de fluidos descritas en el
principio de Bernoulli, a las ramas más cercanas a la TE
les
practicamos orificios de salida de aire (de 2 mm ø)
separados 20 mm y a las ramas más alejadas con un intervalo menor,
10 mm.
Así la
salida de aire será uniforme en el perímetro entero y gozaremos de burbujas chisporroteantes por todas las regiones de nuestra anatomía...
Para que todo sea
supercómodo, el aspirador lo
enchufamos en una base shuko accionada por infrarrojos, que también meteremos oculta, que podemos encontrar ya en cualquier gran superficie y en tiendas de material eléctrico, normalmente en paquetes de varias tomas con
un único mando.
Así
no hay que moverse de la bañera para accionar y apagar el hidromasaje y eliminamos cualquier riesgo de shock eléctrico.
Cuando no lo usemos, no es necesario tenerlo todo en el fondo de la bañera, sino
colgado en el sitio que nos resulte más cómodo.
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