Wladimiro Rodríguez Brito *
Ocho mil firmas en ocho días
LA SEMANA PASADA entraron en las oficinas de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife un número considerable de firmas -8.000- solicitando la apertura de las pistas forestales de Tenerife ante el reciente cierre de las mismas por la entrada en vigor de la Ley de Montes en todo el estado español. Si bien es cierto que las pistas continúan siendo utilizadas para los usos y aprovechamientos tradicionales, es decir: forestales, agrarios, cinegéticos, a los que se debe añadir para acceder a la red de áreas recreativas y de acampada que existen a lo largo de la geografía insular.
Es decir que el cierre en ningún caso ha sido total y, sobre todo, ha afectado al uso recreativo del monte con vehículos de motor, todo-terrenos, motos y quads. Hay que añadir que las pistas están siendo utilizadas a diario por miles de ciudadanos que las recorren a pie o en bicicleta, con amigos o en familia.
Estas medidas legales que nos llegan desde Madrid delimitan un nuevo panorama para el ocio en la naturaleza y como en otros órdenes de la vida debemos realizar entre todos un esfuerzo para adaptarnos a las nuevas reglas que no buscan el perjuicio para nadie sino que, al contrario, persiguen la preservación de nuestro patrimonio natural y la seguridad para las personas. Es cierto que dichas medidas están pensadas para la gestión de un territorio continental, de medio millón de kilómetros cuadrados, poblado por más de 40 millones de personas, a razón de 12.000 m2 por habitante. En ese sentido, en Tenerife, un millón de personas ocupa apenas 2.000 km2, es decir, a 2.000 m2 per cápita. En definitiva, vivimos en una isla superpoblada y este nivel de ocupación genera problemas nuevos para los que no valen las antiguas reglas. Miles de todo terrenos circulan sobre la desgastada piel de nuestra isla, a los que hay que añadir las motos o los quads, por no hablar por el uso turístico que las empresas de jeep-safari realizan sobre los espacios naturales. Esta elevada presión repercute desde hace ya años en la conservación de nuestra naturaleza de forma desfavorable generando un gasto importante a las arcas públicas y amenazando la seguridad de nuestros montes.
Es nuestra obligación mantener las pistas forestales en buenas condiciones de tránsito para los cuidados forestales que realizamos durante todo el año, desde los trabajos de reforestación hasta las acciones de prevención de incendios y esto no siempre es posible cuando los recursos son limitados y los kilómetros a controlar superan la cifra de 2.000. En este contexto nos resulta incomprensible la recogida de firmas para solicitar al Cabildo que vulnere una ley estatal para recorrer en jeep o en quad las pistas. Entenderíamos que estas firmas se recogiesen para mejorar la conservación de determinado espacio o para proteger un lugar especialmente vulnerable, sin embargo esto no es así, desgraciadamente. Medio Ambiente de Tenerife no impide a ningún ciudadano que disfrute de su naturaleza, sólo le aconseja que se acerque a ella de otra forma distinta, por el interés común que tenemos todos de preservarla y legarla a nuestros hijos.
Los tiempos han cambiado, en algunos casos para bien y, en otros, para mal. Lo cierto es que en la actualidad no podemos garantizar la conservación de los espacios naturales insulares con miles de vehículos circulando sin control, generando un deterioro importante de las infraestructuras forestales, peligros para nuestros trabajadores y para los caminantes o ciclistas que las recorren.
Hemos de pedir a nuestros ciudadanos un esfuerzo de comprensión y solidaridad. No se trata de cerrar, prohibir y hacer de policía, se trata de defender nuestro patrimonio natural ante peligros ciertos y evidentes que venimos soportando desde hace años. Las actividades lúdicas no van a poder volver a desarrollarse de forma anárquica y sin control como ocurría hasta hace poco, tanto en Tenerife como en Cuenca. No hay privatización del monte, como nos acusan algunos, ni de limitar el disfrute del monte, sólo se trata de encauzar y regular un nuevo marco para proteger mejor nuestra biodiversidad.
Por otro lado, el Cabildo de Tenerife se encuentra trabajando para que -después de la campaña de incendios- se puedan habilitar algunas pistas que cumpliendo la legislación puedan ser utilizadas para fines recreativos. Para llegar a ello habrá que dialogar y aceptar que no se va a tratar de una vuelta atrás a antes de la ley. Serán pistas seguras, de escasa pendiente y con las condiciones máximas de seguridad. Los aficionados al motor tendrán también que realizar un esfuerzo por usarlas con criterio y respeto a la naturaleza.
En este sentido, es importante aclarar que desde esta corporación siempre ha existido la mejor disposición para tender puentes y lograr conjugar los intereses de los ciudadanos con la defensa del medio ambiente, siempre que las leyes se cumplan y se asegure su preservación para el futuro. En definitiva, queremos concluir con la idea que nos apuntan desde los promotores de esa recogida de firmas "el monte es de todos", a lo que me atrevería a añadir que "también para cuidarlo, no sólo para disfrutarlo".
* Consejero de Medio Ambiente y Paisaje del Cabildo Insular
de Tenerife
src="http://pagead2.googlesyndication.com/pagead/show_ads.js">
