Ya estoy de vuelta después de un mes de aventuras y desventuras por el continente africano. Nos han pasado tantas cosas a los cuatro que íbamos que la verdad no se por donde empezar, así que voy a hacer una descripción cronológica del viaje. Lo que si puedo adelantar es que ha sido un desastre en muchos aspectos, pero no por ello menos interesante. El viaje consistía en ir desde Barcelona a Marsella para coger allí un barco que nos llevaría a Túnez, atravesar Túnez por carretera para llegar a Libia y recorrer gran parte de Libia (incluyendo la observación del eclipse de sol que era el principal objetivo) y regresar a España de nuevo.
Me ha quedado un poco larga la historia, pero no he podido condensarla mas. Espero que os guste
Viernes 17 de MarzoEl día de partida ya salimos con retraso debido a contratiempos de última hora, y en vez de partir al mediodía como teníamos pensado, al final salimos sobre las 8 de la tarde de Barcelona. Como con mi coche las medias no pasan de 90 Km. /h a las 2:30 de la madrugada decidimos parar en Arles en un área de servicio de la autopista a unos 70 Km. de Marsella para hacer el resto del recorrido al día siguiente por la mañana.
Sábado 18 de MarzoA las 7:30 suena el despertador y me levanto para despertar al resto del grupo; en cuanto baja de la tienda Roger se da cuenta que le han robado mientras dormía. Rápidamente voy al coche a mirar si me falta algo, y por suerte a mi no me han robado nada. Los muy HIJ_ _ DE PU_ _ se llevaron un buen botín; a Roger le llevaron un tablet PC, la cartera con las tarjetas, el DNI y 1200 €, una cámara digital, una reflex analógica y el teléfono satélite. A Lluis le robaron el teléfono móvil. Hay que decir que son profesionales del robo, ya que el ordenador estaba conectado con todos sus cables y se molestaron en desenchufarlo todo, e incluso abrieron la nevera por si había algo mas de valor. Mi padre y yo como dormíamos dentro del coche, ni lo intentaron, aunque también teníamos a la vista el portátil, la cámara de fotos… Decepción total antes siquiera de salir de Europa. Mientras anulamos las tarjetas de crédito y de teléfono, decidimos que aun así seguiremos el viaje. El barco zarpa a las 11:30 así que nos quedan 3 horas para ir a la gendarmería a poner la denuncia y recorrer los 70 Km. que faltan. A las 10:30 salimos de la gendarmería y nos ponemos en camino hacia el puerto de Marsella. Intento correr todo lo que da el Santana, pero el viento de frente no me deja pasar de 80. No hacemos más que mirar el reloj y a las 12 del mediodía, después de dar alguna que otra vuelta por el puerto sin encontrar por donde se embarca, conseguimos ponernos en la cola de embarque. Ningún coche ha subido todavía al barco así que todavía tenemos tiempo de almorzar; poco a poco va subiendo el ánimo del grupo y por fin embarcamos, somos los últimos, pero estamos dentro que es lo importante. El barco es muy aburrido y encima tenemos mala mar, así que hay vomitonas por todos los lados; mientras vamos por un pasillo a mi padre le vomita un tío encima; yo con tanto olor me empiezo a marear por lo tanto me voy a la cama hasta el día siguiente.
Domingo 19 de MarzoAmanece un nuevo día y ya divisamos tierra africana; comienzo a estar impaciente por pisar suelo tunecino. Bajamos a la bodega del barco para sacar los coches y comenzar la aventura, y me encuentro con la sorpresa de que con el temporal mi coche se ha desplazado lateralmente 40 cm. y se ha empotrado con una autocaravana. No me acorde de que el freno de mano estaba un poco destensado y encima no metí la velocidad. Cuando consigo separar el coche, veo que no tiene nada importante, solo un rasponazo en una bisagra. Al final la naviera se hace cargo de los desperfectos de la autocaravana y nos dirigimos a pasar la frontera. Sin duda esto es otro mundo. En seguida te empiezas a dar cuenta de que el desorden y el descontrol es la tónica dominante de este continente. Sin más problemas pasamos la aduana y después de comer nos dirigimos mientras anochece hacia Kairouan donde tenemos el hotel. La conducción es, como el resto de cosas del país, desordenada, por no decir un caos. Si a esto le sumas que además lo hacemos de noche la desesperación es total. De noche la regla básica es encender todas las luces que tenga el coche, y por supuesto ir con las largas puestas, para que el resto de conductores te vean mejor.
Lunes 20 de MarzoPor la mañana nos ponemos de nuevo en camino para recorrer los 400 Km. que nos separan de la frontera de Libia. Seguimos alucinando con la conducción que se hace en este país, pero poco a poco nos vamos volviendo como ellos, porque es la forma que no te coman. Según nos vamos acercando a la frontera van apareciendo más y mas puestos de venta de gasolina de contrabando de Libia; también nos vamos encontrando los cambistas de dinero haciendo asomar sus fajos de billetes. Sobre las 4 de la tarde llegamos a la frontera, y los trámites los hacemos bastante rápidos para lo que se acostumbra en esta frontera. Ponemos las matriculas provisionales y por fin empiezan nuestras andaduras por este país. Aun así salimos de noche. Conducir aquí es todavía mas caótico que en Tunez. Paramos en la primera gasolinera y empezamos a alucinar con el precio de los carburantes: ¡¡el gasoil esta a 14 pesetas y la gasolina a 9 pesetas el litro!! En Libia todos los coches son de gasolina, y solo los camiones usan el diesel, por lo que no en todas las gasolineras tienen gasoil (nafta como ellos lo llaman). Nos dirigimos dirección a Sabrahta, donde dormimos en un albergue de juventud en el que te dejan acampar. Las vistas no pueden ser mejores: al fondo el anfiteatro romano.
Martes 21 de Marzo Al día siguiente vamos a visitar las ruinas romanas de Sabrahta. Uno se queda impresionado al ver estas ruinas, sobre todo con el anfiteatro de tres pisos que se conserva en un estado bastante bueno. De nuevo nos ponemos en carretera dirección a Nalut. Van pasando los kilómetros y la carretera es tan recta que se hace bastante aburrido conducir. No pasamos por ninguna gasolinera y mi deposito se esta quedando vacío. Por fin llegamos a una, pero se les ha acabado el gasoil. En la siguiente mas de lo mismo, y estoy apurando mucho la reserva y de un momento a otro me voy a quedar tirado. Paramos en una central eléctrica en construcción, ya que como tienen maquinaria pesada deberían tener diesel, haber si nos dan algunos litros para poder llegar a la gasolinera siguiente, y resulta que me regalan ¡120 litros! Mientras tanto charlamos un rato con los trabajadores, que nos ven como bichos raros. Con este tipo de detalles nos empezamos a dar cuenta de la ayuda desinteresada que caracteriza al pueblo libio. Seguimos camino, y llegamos a Nalut. Aquí visitamos unos silos fortificados preislámicos donde guardaban en tiempos las cosechas. El pueblo esta en un alto, y ya empezamos a disfrutar de paisajes impresionantes. Como ya se nos hace de noche, salimos de allí y acampamos unos kilómetros mas adelante. Mientras estamos cenando de repente se levanta un viento muy fuerte y con tanta arena no se puede casi ni respirar. Duró solo cinco minutos, lo suficiente para que el coche se llenara por completo de arena en el interior.
Miércoles 22 de MarzoCon el nuevo día nos dirigimos a Ghadames, a donde llegamos a la hora de comer. Por la tarde visitamos la ciudad antigua, patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Es increíble como se puede pasear por la ciudad sin que nadie te moleste. Te cruzas con la gente, te saludan amablemente, y siguen su camino. El camping no esta del todo mal, con Internet y todo.
Jueves 23 de MarzoDesandamos camino y volvemos dirección Derj, para repostar todos los depósitos, ya que nos quedan mas de 700 Km. de travesía en la que en teoría no veremos a nadie. Al llegar a la gasolinera, resulta que no hay electricidad, y que la bomba no funciona así que nos toca esperar. Por fin se soluciona y no veas el gustazo que da echar 275 litros de gasoil y pagar menos de 24 €. Salimos de allí y cogemos la pista en la que empezará realmente la aventura. La sensación de hacer off road con más 700 Kg. de carga en el coche es nueva para mi y al principio impone un montón. Con tanto bache, al cabo de pocos kilómetros se me rompe una de las garrafas de plástico que llevo en la baca con gasoil, y me empieza a gotear por la ventanilla; con tanto polvo al final se crea una película alrededor del coche un tanto pringosa. Como nos robaron parte importante del equipo de navegación, en ocasiones nos cuesta encontrar los pasos buenos, y nos desviamos bastante del track que deberíamos seguir, pero conseguimos volver al camino correcto. Los paisajes son… indescriptibles. Montamos el campamento y estoy impaciente por ver el cielo estrellado que tanto he oído hablar. Sin duda no te imaginas la cantidad de estrellas que se pueden llegar a ver; sencillamente maravilloso.
Viernes 24 de MarzoHace una semana ya que salimos de Barcelona, el tiempo pasa volando. El paisaje de cañones que hemos tenido da paso a una hamada enorme en la que se puede correr todo lo que se quiera y más. Al cabo de un rato se hace aburrido transitar por aquí, y para que no me aburra, una piedra me golpea el tubo de escape y me lo chafa por completo. Solución: cortarlo e ir a escape libre. Ahora parezco un helicóptero, y dentro del coche es para volverse loco; ni gritando se puede mantener una conversación, aparte de que me entran parte de los gases en el interior. Aun así sigo disfrutando de la conducción, pero algo más atento a las piedras. A última hora de la tarde llegamos al final del último cañón, y nos encontramos una imagen más bien sacada del Marlboro Country. Y al fondo por fin las primeras dunas.
Sábado 25 de MarzoBajamos presiones a los neumáticos, recibimos algunos consejos de conducción de Roger y nos adentramos en las dunas. Como sería predecible, primera duna y primer atasco. Poco a poco le vamos cogiendo el truco hasta que conseguimos disfrutar de este tipo de conducción. Es totalmente nuevo para nosotros, y realmente divertido y entretenido, aunque hay que estar muy atento, ya que no deja de ser peligroso. De nuevo los paisajes son impresionantes. Según va subiendo el sol, la arena va cambiando de color, y la arena rojiza va dando paso a una más blanquecina.
Domingo 26 de MarzoOtro día mas surcando las dunas y recorriendo el Erg Awbary. A mí con tanto salto y bache se me parte el marco del parabrisas, que estaba muy oxidado, aunque creo que puede aguantar así todo el viaje. A Roger se le rompe la parte trasera del vierteaguas, con el peso de la baca, así que como Lluis también lleva un Range Rover decidimos intercambiar las bacas de los coches y de esta manera quitarle peso al techo. El silencio que se vive en el desierto es algo inimaginable, a veces incluso inquietante.
Lunes 27 de MarzoEstamos tardando más de lo previsto en hacer el recorrido, y tenemos que darnos prisa para poder ver el miércoles el eclipse, aunque sea en otro sitio que no fuera el que teníamos pensado en un principio. Con mi coche tenemos que seleccionar bastante bien los puntos de paso, ya que la escasa potencia en un handicap importante. Una vez mas me quedo atascado, y cuando terminamos de sacarlo, vemos que sale humo del interior del coche de Roger. Corremos hacia al coche para ver que ocurre y vemos que se esta incendiando; vaciamos el extintor que tenemos pero no conseguimos nada. Las llamas empiezan a ser peligrosas, y como podemos sacamos un par de maletas y salimos huyendo del coche. No nos lo podemos creer. Estamos viendo como un coche se quema en mitad del desierto y no podemos hacer nada mas que contemplarlo. Después de mucho rato ardiendo, Roger y Lluis se acercan al coche para contemplar los restos y recoger las matriculas por si hicieran falta en la frontera para hacer algún tramite. Parece que la mala suerte no nos abandona en este viaje. Por suerte los cinco estamos bien y no hay que lamentar daños personales. La situación se vuelve muy complicada. Estamos justo en mitad del desierto a unos 300 Km. de cualquier pueblo o ciudad y tenemos que ir los cinco en dos coches. Yo reorganizo mi coche para que en la parte trasera pueda ir el guía, lo cual aumenta considerablemente la carga. Cuando vamos a salir de allí, me vuelvo a quedar atascado, y nos damos cuenta que he roto la tracción delantera. ¿Qué mas puede pasar? Decidimos cambiar la ruta para salir del Erg Awbary y seguimos dirección SO en vez de SE para ir en busca de una pista mas fácil y así salir cuanto antes a la civilización.
Martes 28 de MarzoMañana es el eclipse, y estamos seguros de que no lo veremos en su totalidad, ya que nos queda mucha distancia a través del desierto, pero aun así intentaremos acercarnos todo lo posible. El día se va dando más o menos bien hasta que llegamos a una duna que no parece muy difícil, pero que mi coche no quiere pasar. Lo intento unas cuantas veces y nada. De repente aparecen de la nada dos toyotas conducidos por gente del país, con los que iban dos alemanes. Uno de ellos se monta en mi coche para intentar subir la duna, pero no sabe que no tengo tracción delantera y que mi coche tiene muy poca potencia; ellos están acostumbrados a motores 3500 o 4500 de gasolina, cargados lo justo, y con tracción a las 4 ruedas. La verdad es que conocen el desierto como nadie. Al final me bajan un poco más las presiones de las ruedas y llevándome por otro lado y eslingándome conseguimos pasar. Decidimos no separarnos de ellos hasta que nos dijeron que se acabaron las dunas y volvíamos a la piedra. Menos mal, por fin se acabaron los problemas, o al menos eso creíamos, y posiblemente esta noche llegáramos de nuevo a la civilización. Seguimos la pista en la que estábamos, que esta bastante bien marcada, y además va en la dirección que tenemos fijada. Por la pista nos vamos encontrando camiones, apisonadoras, retroexcavadoras y gente trabajando, así que pensamos que esta pista tiene que llevar hasta la carretera. De repente se acaba la pista y nos metemos en una obra; rápidamente nos sacan los operarios de allí y nos llevan hasta una nueva pista. Se nos va haciendo de noche y la pista aparece y desaparece como el guadiana. Estamos en lo alto de un cañón, viendo abajo la pista, pero no encontramos un paso para bajar. Al final ya de noche decidimos acampar en mitad de las piedras, y con la luz del día ya seguiremos buscando el camino.
Miércoles 29 de MarzoHoy es el día del eclipse. Estamos a 1300 Km. En línea recta del punto donde teníamos pensado verlo, y a 700 Km. del punto mas cercano a nosotros para verlo en su totalidad. Estamos bastante desilusionados, ya que esta oportunidad única la llevábamos planeando más de un año y estábamos cerca, pero a la vez muy lejos. Se notaba que la luz había bajado bastante, y con las gafas especiales se veía como una gran parte del sol estaba tapado. Después de observarlo durante un rato, seguimos camino, ya por terreno duro, pensando que hoy llegaríamos al destino. Poco a poco nos acercábamos mas a las dunas que se veían a lo lejos, y no había manera de rodearlas, así que teníamos que meternos otra vez por arena. Vamos superando más o menos bien, pero de nuevo nos vuelve a pillar la noche y tenemos que acampar. Cada vez estamos mas cerca, pero no acabamos de llegar. Todos los días surge algo que nos retrasa. Ahora tenemos un nuevo problema. A Lluis solo le queda un cuarto de depósito, lo que en condiciones ideales de carretera son unos 100 Km., y nosotros estamos a 65 en línea recta y otra vez en dunas. Volvemos otra vez a estar en una situación comprometida, así que decidimos salir al día siguiente con el primer rayo de sol para aprovechar la arena dura.
Jueves 30 de MarzoNos levantamos a las 5 de la mañana y a las 7 ya estamos con los motores en marcha. Nos ponemos en camino y nos encontramos una duna muy larga y alta. Cojo medio desierto de carrerilla y voy a por ella; según subo veo como pierdo velocidad y al final me quedo a un metro de la cresta, pero como la arena esta dura pruebo desde ahí con las planchas, y conseguimos pasarla. La moral del grupo sube muchos puntos, y pensamos que si he podido con esta, no habrá muchos problemas. Nada más lejos de la realidad. La siguiente duna, no la puedo pasar. Cojo toda la carrerilla que me permite y nada, cada vez me quedo mas abajo. Intentamos de todas las maneras pero el resultado es el mismo. Además como Lluis tiene la gasolina muy justita no me puede eslingar, intentando aprovecharla al máximo. Descargo el coche por completo de cosas y lo vuelvo a intentar, con el mismo resultado. Llevamos 3 horas y media para subir la duna. La situación se empieza a poner tensa, ya que estamos con un coche que no le podemos sacar sin ayuda, y un coche que no sabemos si tendrá autonomía para llegar al destino. Al final, en un arrebato de orgullo, me marco andando un camino que dice Roger que aun no había intentado ya que inclinaba lateralmente el coche y podía ser peligroso. Andando no lo parece tanto así que me decido a probar. Cojo toda la carrerilla que puedo y piso el acelerador como nunca. Menos mal que no tengo cuentarrevoluciones para no asustarme. Al final llego a la cresta con el coche a punto de calarse pero la paso. Volvemos otra vez a la euforia y la alegría. Lluis lo pasa sin problemas. Estamos ante el último circo. Al frente tenemos lo que parece, esta vez si la ultima duna. La salida de allí parece más que complicada; después de estar andando una hora por la arena solo hay un paso posible. Es un paso de una solo vez, es decir, si a la primera no lo consigo, es posible que mi coche no salga de allí sin ayuda, ya que es un paso estrecho y de arena blanda. Por enésima vez vuelvo a coger toda la inercia del mundo, y esta vez si consigo pasar a la primera. Desde aquí ya se ve que el terreno por delante es llano hasta el pueblo. Ahora solo queda la duda de que la gasolina llegue para el coche de Lluis, pero es un mal menor ya que yo puedo ir a buscarla. Hacemos los 50 Km. que quedan y salimos justo a la gasolinera. En cuestión de un par de horas hemos pasado de la desesperación a la mayor alegría. Por fin estamos en la civilización. El range rover no creo que tuviera más de 2 o 3 litros en el depósito. Vamos al camping y nos tomamos el resto de la tarde de relax, ya que no podemos hacer el atestado del incendio del coche hasta mañana. Al Uwaynat es un pueblo pequeño y muy tranquilo, en él que hay unas cuantas agencias para hacer viajes al desierto. Aquí no hay nada que hacer ni que ver. El camping no esta del todo mal, aunque después de 8 días en mitad de la nada cualquier cosa parece buena. El tubo de escape me lo arreglan en seguida, pero la tracción delantera me dicen que tardaran unos tres días en traer la pieza, por lo que no lo arreglaremos aquí. Unos chicos nigerianos nos enseñan como hacen las piezas de artesanía que luego venden de forma ambulante por el pueblo; lógicamente nos venden cosas de las que hacen, pero en ningún momento nos agobian.
Viernes 31 de MarzoDespués de ordenar durante todo el día el coche, que parecía una leonera, y hacer el atestado, nos dirigimos a Awbary, donde posiblemente me puedan arreglar la tracción. Hoy ha sido un día de descanso merecido. Paramos en ruta a dormir, ya que no sabemos de ningún camping en Awbary.
Sábado 1 de AbrilRecorremos los pocos kilómetros que nos quedan hasta Awbary, y una vez allí buscamos la zona de mecánicos, pero en vista de que no la encontramos, decidimos pasar de largo y seguir hacia Germa o Sebha. Según vamos haciendo camino, vemos en el arcén 3 Land Rover uno de ellos grúa, así que paramos allí para ver si solucionamos la avería. Nos cuesta hacer entender al mecánico el problema, y aunque el guía nos traduce un poco al italiano o inglés lo que va diciendo, no nos sirve de mucho. Nosotros creemos que es un palier, y él se empeña en que es el diferencial; al final resultó ser la pieza que une la punta del palier con el buje, que se había quedado sin estriado. En media hora esta reparado, así que ya que volvemos a tener 4x4 decidimos acercarnos hasta el Waw An Namous (un volcán que hay en una hondonada rodeado de lagos), que en principio se trata de una pista dura, en la que no deberíamos tener demasiados problemas. Hasta allí nos quedan 350 Km. de asfalto y 250 Km. de pista. Al anochecer llegamos a la pista, y como está bastante transitable seguimos de noche. Poco a poco la pista se va llenando de arena aunque ésta está a los lados, como si hubiese pasado una excavadora limpiando; a los pocos kilómetros la pista da paso a un arenal tremendo, en el que solo se ven un montón de rodadas iluminadas por nuestros faros. Decidimos entonces que hay que coger mucha velocidad para pasarlo. Lluis lo intenta primero y a los pocos metros se queda atascado; con las planchas vamos avanzando metro a metro, pero se hace duro. Yo lo intento saliéndome de las roderas, ya que parece que está más duro, pero me quedo igualmente. Como ya es muy tarde lo dejamos hasta el día siguiente que con la luz se verá de otra manera.
Domingo 2 de AbrilYa con la luz del día vemos el paisaje que tenemos alrededor nuestro. Prácticamente todo lo que alcanza la vista son roderas y más roderas. Todo el despliegue que habían hecho los militares para dotar de infraestructura el Waw An Namous para el seguimiento del eclipse había destrozado literalmente la pista. Al final en vista de que no sabíamos en que condiciones estaba el resto del camino, tomamos la decisión de darnos media vuelta, ir a la embajada para traducir el atestado del incendio y dar por concluido el viaje en Libia. Estábamos cansados de que cada vez que intentábamos hacer algo fuera de asfalto se complicara. Desde donde estábamos no podíamos acercarnos por carretera a la zona noreste del país que está llena de ruinas griegas porque estamos a más de 2000 Km. más otros 2500 Km. que tendríamos luego de vuelta hasta la frontera y no hay tiempo teniendo en cuenta que es difícil hacer mas de 700 u 800 Km. en una jornada. Al final tomamos rumbo norte para ver la ruinas romanas de Leptis Magna (Las más importantes del norte de África), ir a la embajada y salir del país. Nos ponemos de nuevo en marcha, por delante nos quedan unos cuantos kilómetros de interminables rectas. Atravesamos Sebha de nuevo y más adelante al llegar a Brak nos sorprendió como en las carreteras que dan acceso a la ciudad se habían convertido en auténticos vertederos muy curiosos: solo había una fila de desechos a cada lado de la carretera, de tal modo que cada camión que descargaba iba hasta el ultimo montón y vaciaba; así durante varios kilómetros en todas las carreteras que circunvalan la ciudad. En vista de que no encontrábamos ningún camping seguimos camino para hacer noche lejos de la civilización.
Lunes 3 de Abril De nuevo un duro día de conducción nos espera, pero tenemos intención de llegar Leptis Magna. Apenas encontramos trafico hasta que nos vamos aproximando al mar, donde nos volvemos a reencontrar con el caos circulatorio que caracteriza a las carreteras con muchos coches. Los últimos 150 Km. los hacemos de noche y entre la paliza que llevamos y lo cansado que es circular de noche no vemos la hora de parar a descansar. Decidimos ir a dormir al aparcamiento de las ruinas que hace las veces de camping: tiene lavabos con ducha, esta vallado y por un precio módico te dejan acampar.
Martes 4 de AbrilNos aseamos por la mañana mientras los turistas comenzaban a llegar al aparcamiento, y una vez frescos y limpitos visitamos las impresionantes ruinas. Nosotros sólo estuvimos una mañana viéndolas, pero se podría estar tranquilamente un día entero. Casi mareados de ver tanta “piedra” salimos de allí con intención de llegar a la embajada en Trípoli. Llegamos a la embajada sobre las 5 de la tarde y obviamente estaba cerrada, así que nos tocaría esperar hasta el día siguiente. Decidimos ir a ver entonces un poco la capital, pero, después de todos los palos que nos habíamos llevado durante el viaje, como no nos fiábamos mucho de dejar los coches cargados, y tampoco encontrábamos algún sitio decente para pasar la noche, nos fuimos a dormir a 70 Km., al albergue juvenil en el que estuvimos la primera noche en Libia.
Miércoles 5 de AbrilYa por la mañana, sin mucha prisa, volvimos de nuevo a la embajada española, donde hicimos la traducción jurada del atestado. Cuando pudimos leer en castellano el atestado era para reír y no parar; el jeta del guía que era el que le iba diciendo al policía de turno lo que debía escribir solo se preocupó de reseñar los objetos que él había perdido en el incendio, olvidándose casi por completo del coche. En el atestado ponía que el coche había sufrido un incendio sin que sufriera daños el motor!!! Esperamos a que terminaran su jornada los funcionarios de la embajada, y fuimos a tomar algo a casa de la secretaria del embajador, que era paisana mía, y amiga de unos amigos de mis padres. Sobre las 5 de la tarde salimos dirección a la frontera. Una vez allí, surge un pequeño follón con el guía, porque no devolvíamos una de las matrículas, que por supuesto queríamos de recuerdo. Una vez resuelto este percance, pasamos a la parte tunecina, y a la hora de ir a entregar los papeles del coche, resulta que no encuentro el permiso de circulación. Revuelvo el coche entero buscándolo, pero no aparece. De nuevo teníamos un problema más o menos gordo. Las personas estábamos en regla, pero mi coche no se podía mover de la frontera. Yo ya estaba pensando en quedarme allí con el coche mientras mi padre se iba a la embajada para que le hicieran una nueva documentación; se nos ocurrió intentar que nos dejaran hacer los papeles con la tarjeta de la ITV (en la que no aparece el dueño del vehículo), y lo conseguimos aunque disponíamos sólo de 15 días para abandonar el país, suficiente para nosotros. Después de tener todos los papeles, a pocos kilómetros de la frontera buscamos un sitio apartado de la carretera para dormir.
Jueves 6 de AbrilSin mucha prisa por la mañana cambiamos en el mercado negro los dinares libios por dinares tunecinos, ya que el día anterior como habíamos llegado tarde a la frontera, el banco estaba cerrado. Roger y Lluis iban a adelantar una semana la vuelta a España, mientras que mi padre y yo nos quedaríamos haciendo turismo en Túnez para aprovechar el viaje. Nos despedimos de ellos, y a partir de aquí cada uno iría por su lado: ellos subirían rápidamente hacia el norte y nosotros daríamos una vuelta por casi todo el país. Nos dirigimos a la isla D’Jerba, destino muy turístico de hoteles y playas. Después de dar la vuelta completa a la isla, casi de noche ya buscamos un camping, pero como no lo encontrábamos, nos tocó de nuevo hacer acampada libre.
Viernes 7 de AbrilVisitamos Matmata, una villa troglodita que tiene casas escavadas en la tierra, y que fue escenario de la guerra de las galaxias. No se puede pasear por el pueblo de forma tranquila, ya que todo el mundo te intenta convencer de que vayas a su casa (previo pago) para enseñarte como vivían sus ancestros, lo cual resulta un poco agobiante. Seguimos dirección Douz, un pueblo que vive del turismo del desierto, ya que hay un montón de agencias que organizan excursiones en 4x4. Una vez allí nos dirigimos al camping, que estaba lleno de alemanes con los que habíamos coincidido también en Leptis Magna, y con los que intercambiamos opiniones. El camping era el mejor en el que habíamos estado hasta ahora sin duda (y de todo el viaje), aunque en España no llegaría casi a 3ª.
Sábado 8 de AbrilVisitamos Douz por la mañana, y aprovechamos que tenían oficina de turismo para que nos aconsejaran sitios para ver, ya que como Túnez no estaba en nuestros planes iniciales, no nos habíamos informado previamente, y lo único que teníamos era la cartografía en el ordenador. De aquí partimos hacia el Chot el Jerid, un lago salado seco al que le atraviesa una carretera. Se me hizo interminable y muy aburrido conducir por aquí: una recta de 80 Km. en mitad de un lago, con un firme en muy buen estado y bajo un sol de justicia a las 3 de la tarde. Nos acercamos hasta Nefta para ver el palmeral inmenso que tiene, y de ahí nos dirigimos a Tozeur, donde estuvimos el resto de la tarde paseando y comprando comida en el mercadillo. Antes de que anocheciera, buscamos algún sitio recogido para acampar, ya que no había camping por esta zona. Después de mucho buscar nos metimos en un oued (cauce de un río seco) lejos de la carretera para descansar.
Domingo 9 de AbrilNos dirigimos hacia Gafsa, donde estuvimos dando una vuelta. Salimos de allí, y como estaba cansado de tanto asfalto se me ocurrió hacer el recorrido a través de pistas de montaña. En la cartografía que tenía aparecía una pista en dirección Sbeitla, que era nuestro siguiente destino. Cogimos la pista pero al cabo de unos 7 Km. empezó a estrecharse y a ponerse difícil el camino; sin duda hacia mucho que no pasaba por este lugar un coche, así que nos dimos media vuelta, que bastantes emociones habíamos sufrido. Ya al atardecer llegamos a Sbeitla, donde hay unas ruinas, creo que romanas, a las que no entramos, porque se veían perfectamente desde fuera, además de no ser gran cosa, sobre todo comparado con lo visto en Libia. Casi de noche ya, tocaba la misma operación de siempre, buscar un sitio tranquilo para acampar. Nos volvimos a meter en un oued en el que pensábamos que estaríamos solos. Al poco tiempo estábamos rodeados de pastores, que nos invitaban a dormir y cenar en su casa. En vista de que no accedíamos a sus invitaciones, nos trajeron la cena hasta donde nos encontrábamos: un rico cuscús casero para mi padre y para mí. Allí estuvimos medio hablando-gesticulizando durante un buen rato hasta que nos fuimos a dormir.
Lunes 10 de AbrilA las 7 de la mañana, unos golpes en la ventana nos despiertan. Eran los pastores de la noche anterior que habían venido a darnos los buenos días. Con un sueño increíble nos hicieron levantarnos, y estuvimos hablando otro rato más con ellos hasta que nos despedimos y pusimos de nuevo en marcha. Llegamos a Kairouan, la ciudad musulmana más sagrada de África y la cuarta en el mundo después de La Meca, Medina y Jerusalén. Después de dar unas cuantas vueltas en busca de la medina y la gran mezquita, aparece una mobilette entre el tráfico y nos dice que le sigamos, que ellos nos guiarán hasta allí. Les seguimos, y nos llevan hasta la gran mezquita, donde aparcamos el coche; les ofrezco un par de dinares como agradecimiento, pero no nos lo aceptan, y deciden acompañarnos por la medina para explicarnos su historia. Después de llevarnos por varias tiendas y en vista de que no comprábamos nada, nos llevan de nuevo hasta el coche y nos piden 10 € por la visita guiada de una hora. Ahora es cuando nos damos cuenta que Túnez no es como Libia: aquí todo es por interés. Les damos un par de dinares y nos marchamos con la intención de volver por la tarde para verlo a nuestro aire. Por la tarde visitamos de nuevo la medina y el zoco, que dicho sea es bastante agobiante con todos los comerciantes llamándote para que entres a su tienda sólo a “mirar”. Al atardecer salimos dirección El Jem, donde como tampoco había camping, nos tocó de nuevo hacer acampada.
Martes 11 de AbrilPor la mañana visita al coliseo de El Jem. Tampoco nos pareció gran cosa, aunque está bien, pero nada comparable con lo visto en Libia. Seguimos dirección Monastir, un pueblo costero bastante interesante para mi gusto. Se estaba tan tranquilo paseando por su medina y su paseo marítimo que pasamos casi todo el día. A última hora de la tarde tomamos camino de Sousse, otra ciudad costera, con la intención de localizar un camping, pero de nuevo nos fue imposible: no sabíamos que pensar, si es que en Túnez no hay campings (que me consta que hay pocos), o es que la gente no sabe lo que es. De nuevo a buscar un sitio apartado fuera de la ciudad para poder descansar tranquilos. Mientras salíamos de Sousse nos cayó una granizada de estas que se recuerdan; sólo duró cinco minutos, pero tan grandes eran los granizos que por un momento pensamos que el coche tendría que ir al chapista.
Miércoles 12 de abrilOtra vez vuelta hacia Sousse. Esta ciudad era ya muy turística enfocada a los grandes hoteles en primera línea playa. Como esto no era lo que andábamos buscando dimos una pequeña vuelta, y después de comer salimos con intención de hacer noche por el camino dirección a Cartago.
Jueves 13 de AbrilDespués de una acampada en mitad de la montaña, salimos dirección a Cartago, pero al poco de arrancar, empiezo a notar que los frenos no van bien: el coche solo frena en la primera pisada, y luego el pedal se pone duro y cuesta muchísimo frenar. Miro que no pierda líquido, pero no encuentro nada extraño, así que cambiamos de planes, y nos dirigimos hacia Túnez capital con la intención de buscar un camping por los alrededores, y descansar hasta coger el barco, ya que no queremos circular mucho con el coche en estas condiciones con el caos del tráfico. Por fin encontramos un camping cerca de la playa a unos 45 Km. de la capital, donde nos quedaríamos los dos próximos días.
Viernes 14 de AbrilPoco había que hacer por aquí. De nuevo volví a mirar si perdía líquido de frenos, y me di cuenta que líquido de frenos no, pero el eje delantero ahora perdía valvulina. Estaba acusando el castigo que habíamos dado a la mecánica aunque de momento no había nada grave.
Sábado 15 de AbrilIgual que el día anterior, hoy es día de relax entre la playa y el camping. A última hora de la tarde nos acercamos hasta el puerto de la Goulet, donde teníamos que embarcar al día siguiente. Buscamos un sitio tranquilo, aunque esta vez era más difícil al ser una ciudad. Paramos en un aparcamiento iluminado cerca del embarque y allí pasamos la noche, no sin sorpresas. A las dos y media de la madrugada me despierto con una luz y veo que han abierto la puerta trasera y hay un tío rebuscando debajo de la cama. Era lo que nos faltaba para acabar el viaje. Con el sobresalto que di en la cama salió corriendo sin nada que llevarse. Acostumbrados a dormir siempre sin cerrar la puerta trasera con llave porque siempre acampábamos en lugares solitarios, se nos olvidó esta vez, y como siempre ya está Murphy para recordarlo.
Domingo 16 de AbrilCon el susto de la noche anterior no dormimos demasiado bien, y nos costó un poco levantarnos, aunque como estábamos pegados al embarque no importaba mucho. Al hacer la recogida de la tarjeta de embarque nos pidieron de nuevo el permiso de circulación, pero al explicarle lo ocurrido no nos pusieron ninguna pega. El barco debía salir a las doce del mediodía, aunque por fin a las dos y media de la tarde conseguimos embarcar. Ya una vez dentro del barco, otra vez el aburrimiento, aunque esta vez con buena mar, así que al camarote a descansar.
Lunes 17 de AbrilLa hora de llegada prevista eran las once de la mañana, y a esa hora estábamos en el puerto de Marsella, pero hasta hora y media después no pudimos desembarcar por problemas en el puerto. Es habitual en estas compañías que no zarpen ni atraquen a la hora. Por fin estábamos otra vez en Europa, después de un mes justo de aventuras y desventuras. Aún nos quedaban 500 Km. hasta casa y a mi padre otros 700 hasta Santander, así que con cuidado poco a poco hicimos camino dejando mucha distancia de seguridad por si había que frenar. A las nueve de la noche se acabo la aventura: nosotros estábamos sanos y salvos y el coche un poco más perjudicado.
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