Pues no, al final se ha vendido el montero, y me he quedado con la cueva con ruedas. Ya le he cambiado amortiguadores, el cambio bestial, le he puesto la emisorita de rigor, una nevera... y mañana le voy a poner playa al otro lado de las ventanas, que nos subimos a las asturias a darle un poco al surf. Una semanita de sidra y olas.