No hay duda que el público se ha decantado por utilizar los SUVs o todo caminos como vehículos de uso urbano. El resultado ha sido que, desde 2006 hasta ahora, el segmento de los SUV de tamaño medio/pequeño, equivalentes al segmento C en turismos, ha ido en continuo crecimiento de ventas, en detrimento de los SUV medio/grandes.
En vista de ello, un fabricante de larga tradición en el campo del 4x4 como Subaru, que tiene modelos tan prestigiados como el Forester (a caballo entre SUV y todo terreno) y el Outback (el SUV que inauguró el concepto ‘crossover’), ha decidido entrar en este nicho, y lo hace con el XV, cuyas dimensiones de plataforma indican que hay una estrecha relación de parentesco con el Impreza. Pero la carrocería es nueva por completo, así como la disposición interior y el moderno equipamiento, que está a la última en todo lo referente tanto a seguridad pasiva como a los detalles de audio, información y entretenimiento a los que actualmente se concede máxima importancia.
Lo curioso es que, para subrayar la adecuación del XV al medio ciudadano, Subaru se empeña en envolver el tráfico urbano de un aura entre emocionante y arriesgada que no sólo justifica, sino que casi exige, utilizar un vehículo de tan refinada tecnología (centro de gravedad muy bajo gracias al motor boxer) y tracción (Symmetrical Drive) como las exhibidas por el XV. Así su leit-motiv es ‘Urban Adventure’, y frases tales como ‘la ciudad está llena de sorpresas inesperadas’, ‘tome usted las curvas en ciudad con confianza’, o “la conducción en ciudad está llena de incertidumbres”, pretenden sugerir que el tráfico urbano esté más próximo al París-Dakar que al aburrido sufrimiento de atascos y de no encontrar sitio para aparcar.
Lo cierto es que, en ciudad, el XV se comporta como corresponde a su tamaño (batalla, longitud y anchura) y a su buena visibilidad, ya que el conductor va sentado un poco más alto que en un turismo; y gracias en concreto a su 2.0i de gasolina de 150 CV y cambio de variador continuo Lineartronic, su manejo resulta sumamente fácil y relajado. Por el contrario, en carretera y con el elástico 2.0D de 150 CV y 35,7 mkg de par , el ritmo de marcha puede ser muy vivo y muy seguro gracias a su tracción, como comprobamos en las retorcidas carreteras italianas de Emilia-Romagna y la Toscana, casi siempre con pavimento mojado; ahí es donde el XV demuestra lo que puede dar de sí. La oferta se completa, en nuestro mercado, con el 1.6i de 117 CV y cambio manual de cinco marchas.
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