Una de las utilidades que más nos gustan del mundo del
audio-video instalable en la
furgo es la pareja de
walkie–talkies.
Aparte de la cantidad de cosas divertidas que se oyen si los pones en
modo scanner de lo que hablan otros automovilistas (
–Oye, adelanta a ese pringao, –¿Nos cambiamos ahora de carril?) o a los profesionales que los usan al pasar por las travesías (
–Súbeme el palé y esa caja de baldosas...), nos sirven para otras aplicaciones como éstas:
Si uno se queda en el coche en el aparcamiento (haciendo
limpieza en los armarios, por ejemplo) mientras otro sube al centro comercial, es muy útil para los detalles de la compra (
–¿Nos hacen falta también servilletas?, –Aprovecha y tráete también dos paquetes de café) que de otra forma serían llamadas de teléfono. Y si son en el extranjero, mucho peor.
Cuando el que lleva el
walkie es el que está en espacio público, para no dar el
cante, lo lleva apagado y lo enciende sólo si lo necesita. Y lo usa en el modo de cogerlo como si fuera un móvil.
También es muy útil
si se circula en convoy con unos amigos en otro coche. Los viajes se hacen mucho más amenos.
Si haces algún recorrido en
bici por el campo y uno va muy distante de otro o la zona no permite mucha comunicación visual, es muy interesante tenerlos (
–Espérate, que creo que se me ha enganchado la cadena).
Hay más aplicaciones teóricas que todavía no hemos practicado, como comunicarse durante una emergencia propia o accidente ajeno (llegan con buen sonido hasta más de 2 km),; donde no haya cobertura celular; si te alejas de la
furgo para investigar algo (
–Prepara la bomba, que sí que hay agua en la fuente); para pedir ayuda al que está fuera (
–Vente para acá que hay dos con muy mala pinta merodeando por el portabicis) ... la lista puede ser muy larga.
Estos aparatejos, si no son de los de batería recargable, funcionan con pilas. Y si te los dejas por cualquier cajón, ya nos ha pasado varias veces que se pulsan accidentamente los botones de encendido y en nada te quedas sin ellas. Así es que, utilizando una vieja caja de carretes de diapositivas
a la que le ponemos adhesivo transparente de doble cara,
la hemos fijado en el espacio trasero del asiento del conductor
justo encima de donde se instaló la caja fuerte que se explicó
en este otro brico,
donde los
clips de los
walkies se anclan muy cómodamente.
Y además se tienen siempre a mano.
Saludos.
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