La nuestra es también automática y no es de tracción sino de propulsión, por lo que la tendencia natural en la nieve es a
culear un poco si los movimientos son bruscos.
Pero como en la conducción con caja automática ya te acostumbras mucho más que en las manuales a conducir con una cierta anticipación a las situaciones, pues en la nieve vas muy concienciado. Además el ESP y el ASR ayudan muchísimo a que no te pegues sustos.
El invierno pasado anduvimos muchos días en Suiza y Alemania con bastante hielo y se portó realmente bien.
Caso típico: vas por una carretera nevada como a 100 m del vehículo que te precede y, de repente, el coche decide iniciar un giro a la izquierda para entrar en un ramal de la calzada principal y se detiene en el centro accionando el indicador de dirección mientras espera a que pase el coche que viene de frente en sentido contrario. Entonces tú te sorprendes y dudas si frenar bruscamente (prohibido) o tratar de rebasarlo por su derecha teniendo en cuenta que el lado derecho de tu carril está
muy poco pisado y por tanto con riesgo de derrapaje.
A mí me paso eso y la MP respondió muy bien. Hizo el pequeño amago de
culear, fue corregido por el ESP y el ASR, frené muy suavemente para pasar por la derecha a velocidad más moderada, y todo salió bien. Un pequeño error en estos casos supone avanzar patinando en diagonal o hacer un trompo fatal.
En realidad, como bien dice
druida, las cajas automáticas ayudan a la conducción suave y sin sobrerregímenes, y eso ayuda mucho con baja adherencia.
Bienvenido al club de los que tienen (o desean tener) siempre
sus dos manos disponibles al conducir.
Saludos.