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Zona General => Viajes y Aventuras => Mensaje iniciado por: dunesdesorra en Lun, 17 Diciembre 2007, 13:53:01, pm
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"APUNTES DE UN VIAJE A ARGELIA"
"Apuntes de un viaje a Argelia" es un libro resultado de escribir las impresiones de mi primer contacto con Africa junto a mi familia: Fenec y nuestros dos hijos, que tendrían en aquel momento entre diez y doce años.
Debido a que ha habido personas que han mostrado interés por él -en otro post en el cuál salió el tema- , y para respetar aquel post y no despistar de lo que allí se habla, he decidido abrir un post nuevo -ya que tiempo me sobra-, para traducir algunos fragmentos.
Para que sepais de qué va, ahí va lo que en aquel post expliqué respondiendo a las preguntas de algunos foreros asiduos.
Yo escribí una vez un libro pero no os penseis que de los de verdad que venden en las librerías ni mucho menos. Yo no sé de escribir bien ni tengo estilo.
Simplemente había hecho un viaje a Argelia, del cual había vuelto con gran cantidad de experiencias, y si no lo llego a escribir me parece que reviento.
Mientras estuvimos en el país, fue cuando se anuló la segunda vuelta de las votaciones para las elecciones generales porque iba a ganar el FIS (partido del frente nacional de liberación). Mientras estuvimos no fuimos conscientes de la situación: manifestaciones generales, detenciones, construcción de campos de concentración en pleno desierto, movimientos de tropas...Fue al volver y empezar a leer la prensa que nos dimos cuenta del alcance de la situación
Empecé a escribir el libro. Iba siguiendo día por día la ruta y las experiencias vividas.
En casa les gustaba mucho pero supongo que era porque hacía recordar lo que habíamos vivido.
El libro me lo curré bastante. A lo que ya tenía escrito de cada día, le añadí una tapa con el título, una introducción sobre el Sáhara, una dedicatoria, un mapa dibujado a mano y pintado con colores que hizo Fenec , un índice, una página de vocabulario, información de las fuentes: cartografía, bibliografía...
Pero yo no hacía más que preguntarme qué había pasado. No podíamos haber sido tan tontos ni tan inconscientes de haber ido a un país con una problemática así, solos y con niños pequeños. (de esto hace unos diecisiete o dieciocho años)
¿Como podía ser que no nos hubiéramos dado cuenta?
Y llegados a este punto que el gusanillo se me comía, me fuí algunas veces a la hemeroteca de la universidad autónoma de Barcelona a leerme los periódicos de un mes antes de partir de viaje.
Nada de nada. En la prensa no decía nada. Así que me sentí aliviada. Fue después que los periódicos, primero tímidamente, empezaron a dar notícias sobre la situación.
Ya puestos, lo encontré interesante, y me seguí leyendo los periódicos del mes siguiente.
Con toda la información sí que me pude hacer una idea, y entonces añadí un anexo con la crónica real de los sucesos día a día, así como otra parte con la reacción de los demás países árabes delante de la situación.
Con todo, me quedó un libro de unas 120 páginas. Lo hice encuadernar en una copisteria con una espiral, en plan sencillo. Hice algunas copias y regalé una a cada hijo.
Me quedé satisfecha y en la gloria divina, se ve que tenía necesidad de soltar lo que llevaba dentro y me quedé a gusto. Al mismo tiempo también tenía la sensación de trabajo realizado. Sentía la convicción que había sido la primera y la última vez.
Desde entonces no había vuelto a escribir. Se ve que el foro me ha despertado de nuevo la necesidad y he escrito algunas historias que ya habeis podido leer.
Dunesdesorra
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Una muestra del mismo
(https://img440.imageshack.us/img440/1681/img1987jk9.jpg)
El mapa que dibujó Fenec con toda clase de detalles
(https://img511.imageshack.us/img511/3968/img1986gt7.jpg)
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El libro está escrito en catalán, que es la lengua con la cual pienso y siento, con todo el respeto hacia otras lenguas.
Al hacer la traducción no estoy segura de encontrar en todo momento palabras, frases o expresiones hechas que cuenten exactamente lo mismo, pero lo haré lo mejor que sepa.
DEDICATORIA PRIMERA
Este libro es la descripción de los sentimientos más íntimos y de las emociones más profundas que viví en un viaje realizado con mi familia por tierras del Sur.
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DEDICATORIA SEGUNDA
Se lo dedico a mi marido y a mis hijos porqué con ellos compartí la grandeza de todos los momentos que se reflejan en estas páginas y, porqué juntos fuimos los verdaderos protagonistas.
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Bien ;D
Pues ale ;)
Ahora, nos estas acostumbrando, cuando te den el alta (que espero sea prontito que sera buena señal) pues eso, que cuando te den el alta no sera escusa para cortar esto, ya puedes ir planificandote...
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;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D
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DEDICATORIA TERCERA
Està escrito desde el respeto a la gente, a los pueblos y al país que visité, así como a sus costumbres y a su cultura en general. Mi intención no ha sido en ningún momento hacer una crítica, sino simplemente una narración de los hechos y situaciones desde una óptica muy personal.
Dada la situación interna actual de Argelia, los nombres de los amigos que allí hicimos han sido substituidos por otros de ficticios.
Todo lo que se describe es tal como sucedió. No hay nada exagerado ni inventado.
NOTA - cuando me refiero a la situación actual, es la de cuando escribí el libro, aunque no ha mejorado mucho
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ITINERARIO
(https://img239.imageshack.us/img239/2712/senzanomescandito01xf2.jpg)
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MAPA DE LA RUTA`
(https://img402.imageshack.us/img402/914/senzanomescandito02sd9.jpg)
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INTRODUCCIÓN
¡Sáhara! ¡ Palabra mágica!
Su sonido me inunda y se convierte en un cúmulo de sensaciones, vivencias , olores y recuerdos que se mezclan y se deshacen en una representación mental tan sublime, que se traduce en una eterna nostalgia y en un deseo vivo de volver.
El invierno del noventa y uno estuve en Argelia y atravesé parte del desierto del Sáhara. Desde el primer momento me cautivó y sentí que me había atrapado para siempre. La sensación era tan profunda que no era una broma. Bien al contrario, en el momento de escribir estas palabras, he estado allí ya unas veces más: en otras zonas, en otras épocas del año, y...lejos de calmarse esta sed de desierto, se autoalimenta a medida que lo visito.
¡Sáhara! ¡Allí todo es tan diferente!
Clima, paisaje, cultura, costumbres, lengua, tradiciones, gente...Cualquier vivencia te marca y te llega tan adentro que cuando te vas parece que una parte de tu ser se queda inmersa en el paisaje, en los amigos que has hecho...La otra, se va contigo a casa, pero constantemente espera volver para reencontrarse y fundirse en toda su esencia.
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1 - DÍA 20 DE DICIEMBRE (fragmentos)
1.1 Los preparativos
Todo comenzó unas vacaciones de navidad a las diez de la noche del veinte de diciembre de 1.991. Mi marido, nuestros dos hijos y yo, nos apretamos en un TT con el correspondiente equipaje, comida, trastos de cocina y de acampada, recambios para solucionar averías...y nos dirigímos hacia el puerto de Almería para subir al barco que nos llevaría a Melilla, punto de partida para atravesar una parte de Marruecos y llegar a la lejana Argelia.
Algunos amigos nos habían dicho que nos arriesgábamos mucho al irnos solos, pero la verdad es que nos fuímos bien contentos y tranquilos. Hacía muchos días que en casa se estudiaban mapas, se controlaban brújulas, y se revisaban herramientas y materiales. Nada se dejaba al azar: dos ruedas de recambio, bidones para tener suficiente combustible, un gato mecánico gigante para levantar el coche con facilidad en caso necesario, una pala, unas planchas metálicas por si nos encallábamos en la arena...
Habíamos leído libros para saber costumbres, creencias, maneras de vivir y, habíamos escuchado hasta la saciedad, las historias de mi marido que ya había estado allí una vez. En realidad parecía que ya estábamos en Argelia, porque en los últimos días, los preparativos habían sido tan intensos, que hasta se respiraba Argelia en el aire de casa.
Por fin, salimos de Terrassa, nuestra ciudad, muy ilusionados, con dieciocho días por delante y un gran viaje por hacer.
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2 - DÍA 21 DE DICIEMBRE (Fragmentos)
...Llegamos al puerto de Almería con el tiempo justo.
Vemos que hay otros coches belgas y franceses que, como nosotros, van equipados para ir al desierto. Después de presentar los billetes, embarcamos para cruzar el mar rumbo al continente africano.
2.1 Almería-Melilla
...Queremos aprovechar las ocho horas de viaje para dormir porque estamos muy cansados. Nuestro pasaje es de butaca y, rápidamente nos damos cuenta que ha sido un error ya que en estos momentos se agradecería una cama. Nuestros hijos, como han dormido toda la noche en el coche, se lo pasan bien dando vueltas por el barco o mirando al agua esperando que salten los delfines. Nosotros intentamos dormir un poquito en las incómodas butacas, pero viendo que es imposible descansar, seguimos su ejemplo y nos distraemos hablando con unos chicos de Madrid que hemos conocido en el puerto. También viajan a Argelia pero en moto.
Nuestra idea es quedarnos a dormir en el camping de Melilla y al día siguiente, tranquilamente continuar con el viaje. Nuestros amigos prefieren pasar las fronteras esta noche para evitar las colas que habrá mañana. Nos piden que vayamos juntos y finalmente, nos convencen.
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2.2 De Melilla a Argelia pasando por Marruecos
...Hemos entrado a Marruecos por la frontera de Nador con relativa rapidez.
...Unos agentes de la aduana nos han recogido los documentos y los papeles que nos han hecho rellenar, y se los han llevado a su despacho para examinarlos. Al cabo de mucho rato nos los han devuelto sellados y nos han hecho despertar a los niños para ver si eran los de las fotografías. Después que dos o tres funcionarios más revisaran de nuevo los pasaportes, nos han dejado marchar....
....Ahora que ya estamos todos, seguimos el viaje. Para el gusto de mi marido estos chicos corren demasiado. Y no sé de donde saca él las fuerzas pero yo me siento muy cansada y sin darme cuenta me duermo aunque en teoría estoy despierta. Quisiera darle conversación pero a cada curva me sobresalto y me doy cuenta que estoy soñando con los ojos abiertos. Son sueños rarísimos y muy agitados. Tengo el tono muscular totalmente laxo, quiero hablar pero no puedo articular palabra. Me duelen los párpados de los esfuerzos que hago para mantener los ojos abiertos.
Cruzamos Marruecos de noche. La carretera es buena, solitaria y con árboles a ambos lados...
...de repente nos damos cuenta que los árboles estan totalmente blancos. Parecen nevados, y es que estan llenos de pájaros durmiendo. ¡Las copas llenas! ¡Es un espectáculo! Estan tan quietos que parece imposible que haya tanta vida en tan poco trozo. Ni el ruido de las motos ni del motor de nuestro coche parece molestarlos. Paramos y bajamos a verlo. El silencio es total y la inmovilidad absoluta. ¡Es sencillamente precioso!
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...a medianoche llegamos a Oujda, la frontera de Marruecos con Argelia. Es un lugar montañoso y hace mucho frío. Estamos a bastantes grados bajo cero. Los niños no se dan cuenta de nada puesto que van durmiendo en el asiento de atrás del coche tapados con unas mantas.
Nos sentimos satisfechos de habernos unido a estos chicos y rodar acompañados. De vez en cuando hemos parado a descansar, hablar, hacer broma, y así se ha hecho más corto el camino. Son amables y simpáticos. En estos momentos ya parece que nos conozcamos de toda la vida.
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La imagen que tenemos de viajar por Europa enseñando el pasaporte o el DNI no tiene nada que ver con los trámites que aquí se organizan. Hay que rellenar una hoja por persona respondiendo datos sobre la profesión, lugar de donde vienes, adónde vas... Hacer cola es un ingrediente más a sumar. Por culpa del frío se nos hace eterna, pero terminamos y nos vamos al coche muy contentos porque ya vemos cerca cruzar la frontera, entrar a Argelia, poner la tienda y dormir.
Desde que subimos al coche hasta que traspasamos la barrera de salida, aún pasamos tres controles más. Los soldados se miran nuestros pasaportes uno por uno y hoja por hoja con una lentitud casi insoportable. Suerte que el último aduanero es muy simpático. Más que nada lo que quiere es un rato de charla. Mira la matrícula del coche. Nos pregunta por Barcelona y las olimpiadas. Nos reímos un rato y nos despide amablemente a la vez que nos desea un feliz viaje y nos abre la barrera.
...¡Ya estamos fuera de Marruecos! Atravesamos el espacio que hay hasta la entrada a la frontera de Argelia y...¿nos lo podemos creer? Al otro lado de la barrera ya podremos buscar un lugar para dormir. ¡Dormir! ¡Qué bien suena esta palabra! En estos momentos es en lo único que pensamos. ¡Ah, y en tumbarnos! Es como una necesidad: cerrar los ojos y descansar.
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2.3 No podemos entrar en Argelia
...para nuestra sorpresa, al buscar los papeles para entregar en esta frontera, nos falta el permiso de circulación del coche. Nos parece imposible pues en todo momento los documentos han estado juntos en una carpeta.
...Tranquilamente lo volvemos a buscar y no aparece.
A ver, volvamos a empezar. Lo miramos y remiramos todo y el papel no sale. ¡Ahora sí que nos ponemos nerviosos! Nuestros compañeros no saben que nos encontramos en esta situación, ellos han ido siguiendo los trámites y ya ni los vemos ni sabemos donde están, quizás nos esperan a la salida de la frontera.
...Pensamos y pensamos y solo se nos ocurre una cosa:¡En Nador!
En la frontera de Marruecos los agentes nos cogieron los documentos y se los llevaron a la oficina. Sólo se nos ocurre que allí se extraviara nuestro papel y no nos lo devolvieran junto con los otros.
Sin permiso de circulación no nos dejan entrar al país. ¡Nos dicen que tenemos que ir a buscarlo!
...Tenemos que volver atrás. Deshacer el camino recorrido esta larguísima noche con tanto esfuerzo, y volver aquí otra vez.
...Estamos desolados. Qué frustración se siente cuando tienes una cosa tan cerca y se te funde en los dedos. Ahora que teníamos Argelia y el descanso a dos pasos, se nos cae el mundo encima. ..
.....pero lo tenemos que hacer!
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2.4 Volver atrás
A partir de aquí empieza una gran epopeya que durará hasta mañana. Giramos el coche en sentido contrario -es decir, en la dirección de donde venimos-, y nos dirijimos de nuevo hacia la frontera de la que acabamos de salir, para entrar otra vez en Marruecos e ir hacia Nador a buscar el documento que nos falta.
El agente que nos atiende no es uno cualquiera sinó un comandante, aunque por el gorro de lana que lleva enfundado hasta las cejas no lo diría nadie. No nos da tiempo a que le expliquemos nuestro problema, al contrario, parece que lo sepa y lo primero que nos pide es el permiso de circulación.
...Decimos que no lo tenemos y al comandante le cambia la cara. Antes ya la tenía muy seria pero con la transformación da miedo. Con cuatro gritos y gestos que intimidan nos manda que vayamos a "tierra de nadie"
Le queremos explicar lo que nos pasa pero sigue gritando. Nosotros, muertos de verguenza debido a que todo el mundo nos mira y bastante angustiados, hacemos lo que nos dice.
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Aparcamos el coche como nos ha mandado entre las dos fronteras, en tierra de nadie. Al bajar vemos que se acerca hacia nosotros muy enfadado, con paso decidido y hablando en francés muy deprisa.
...El problema es grave porque el comandante grita mucho pero no escucha. Empieza a hacer preguntas malintencionadas como:
-¿De donde veníis sin permiso de circulación?
-¿Sabeis que teneis un gran problema?
-¿Sabeis que no podeis entrar en Argelia ni en Marruecos tampoco?
El comandante sigue haciendo su papel y se pone, si cabe, aún más impertinente mientras nos pregunta:
-¿Cuáles son vuestras intenciones?
-¿Cómo habeis podido llegar aquí sin el permiso?
-¿Qué os proponeis?
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JOOOOOOO QUE CURRE DE LIBRO DE VIAJAZO. Estoy deseando que el ministerio de A.E. diga que ya se puede ir sin ningun problema. :o
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Me asusto bastante cuando me doy cuenta de la intención de las preguntas porque creo que se está haciendo una idea muy falsa de nosotros, de quienes somos en realidad y, dado el cariz que toma el interrogatorio, se me ponen los pelos de punta. El frío tan horrible que hace...ni lo noto.
El comandante cada vez chilla más, se le ha puesto la cara colorada y, por un momento, siento el futuro un poco incierto. De repente se lleva a mi marido y lo empuja dentro de una pequeña oficina vacía y destartalada y, a mí, naturalmente...ni caso. ¿Será porqué soy una mujer?. Oigo mi marido que intenta defenderse pero no le dejan hablar. ¡Los gritos se oyen desde fuera!
Los niños duermen felices en el coche -por suerte- sin darse cuenta de nada, bien lejos, en la otra punta, y yo, aquí en medio, plantada y sola...me siento inútil y excluída totalmente de la situación.
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No puedo parar de pensar intensamente en alguna cosa que yo pudiera hacer. De repente me acuerdo del soldado simpático que al salir de la frontera nos había abierto la barrera, el último, el que tenía ganas de charlar y se enrrolló con las olimpiadas. Pienso que es posible que se acuerde de nosotros.
Como que nadie no me hace ni puro caso y por tanto paso desapercibida, disimulando todo lo que puedo y moviéndome muy despacio me voy al otro lado de la frontera, al lado de los que salen, y no paro de buscarlo hasta que lo encuentro.
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De momento se queda sorprendido. Con mi francés olvidado de cuando iba a la escuela le explico que tenemos problemas y que nos tiene que ayudar. Por suerte, muy amablemente, accede a venir conmigo y, cuando de lejos oye los gritos del comandante, se queda de piedra.
Entra dentro y le pide que se tranquilice, que hace muy poco hemos salido por esta misma frontera, que se acuerda de nosotros, que él mismo nos ha controlado. Lentamente lo va calmando y, cuando ya no contábamos con ello, el señor se calla y nos pide que le expliquemos qué es lo que ha pasado. (¿?) Lo hacemos gustosos antes que se arrepienta.
Le pedimos si puede llamar a Nador y comprueben si tienen nuestro documento....
...contesta que no hay teléfono y que por tanto es imposible.
De repente tiene una idea y nos dice que es la máxima concesión que está dispuesto a hacernos: dejar ir a mi marido en taxi a Nador y volver. El coche no se puede mover de donde està porqué no tiene permiso de circulación (con los niños dentro) y a mí, se me quedan aquí!!!
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2.5 ¡Me tengo que quedar en tierra de nadie!
Acabábamos de salir de esta frontera. Para poder volver a entrar a Marruecos para ir a Nador, mi marido necesita otro sello en el pasaporte, el de entrada. Ésto no se puede hacer sin ponerse otra vez en la cola rellenando de nuevo impresos con todos los datos personales. Y ésto significa sobretodo tiempo...mucho tiempo!!
....y llega el fatídico momento de separarnos. ¡No olvidaré nunca este instante! Me siento morir por dentro, me siento sola y estoy muy asustada. No tengo ni lágrimas para llorar. Tengo miedo de quedarme aquí en estas circunstancias. Sufro por mis hijos que si se despiertan se encontraran solos y no sabrán ni qué pasa, ni donde estamos y, tengo miedo de tantas cosas a la vez...que no las puedo ni explicar.
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Dunes, eso es lo que pasa cuando uno (el poli) es de un pais semi-bananero y le dan un uniforme con galones. Se cree tan importante que ni escucha,solo ladra. >:(
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Nos despedimos con un fuerte abrazo como si no nos tuviéramos que ver nunca más. No hay manera de decirnos adiós. El comandante se empieza a poner nervioso, le estamos haciendo perder los estribos y ya está harto!
Nos dice que ya hay bastante, que ya ha llegado la hora. Nosotros no le hacemos ni caso. Estamos inmóviles, clavados en el suelo, mirándonos fijamente, sin decir nada, pero en realidad nos decimos tantas cosas...
Procuramos alargar este momento tanto como podemos y cuando ya no hay otra solución, quizás por aquello que la esperanza nunca se pierde, mi marido tiene la brillante idea: -Y si miráramos otra vez la carpeta de los papeles? -que ya habíamos revisado tantas veces durante esta noche- para estar bien seguros?
Poco a poco saco todo lo que hay dentro y hago como los aduaneros, los miro lentamente, hoja por hoja y página por página. De repente, aparece el maldito papel enganchado entre dos hojas de tal manera que no era visible!
Los dos reaccionamos de forma explosiva: gritando, saltando, abrazándonos y riéndonos como dos críos locos de atar. El comandante se piensa que le tomamos el pelo y recupera la cara seria y fea del principio, pero antes que pueda decir nada, le hacemos saber la gran novedad: ¡Hemos encontrado el papel!
Finalmente acabamos todos haciendo broma y, este señor que siempre recordaré por la horrible situación que nos hizo vivir, a partir de este momento nos trata bien y nos ayuda....¡Incluso parece más humano!
Nos explica que nos ha tenido que echar de la frontera para no crear un conflicto internacional ya que según las leyes -ésto es lo que dijo él-, el hecho de tener un coche extranjero sin permiso de circulación se podría interpretar como un secuestro que comportaría problemas diplomáticos.
Por fin respiramos tranquilos. Se ha terminado el mal sueño. Tenemos el permiso de circulación y por tanto ya podremos entrar en Argelia, solo se trata de girar de nuevo el coche hacia la frontera de aquel país.
Ah!, pero mi marido no puede, ¡És increíble! Como tenía que ir a Nador, le habían puesto el sello para entrar a Marruecos. Tiene que volver a la cola, hacer papeles y sellar el pasaporte para salir.
Al señor comandante le empezamos a hacer mucha lástima. Va a buscar a mi marido a la cola, se lo lleva a su oficina, lo hace pasar delante de todo el mundo y, personalmente, le arregla la documentación que necesita.
¡No se puede negar que la noche ha sido movidita! Finalmente se acaba la historia, nos despedimos y todo el mundo nos desea suerte.
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Dunes, eso es lo que pasa cuando uno (el poli) es de un pais semi-bananero y le dan un uniforme con galones. Se cree tan importante que ni escucha,solo ladra. >:(
No te puedes ni maginar el miedo que pasé. Sólo de revivirlo me estan sudando las manos y me tiembla la barriga. Es de las cosas fuertes que me han pasado en la vida??? ??? ??? ??? ??? ???
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2.6 De nuevo hacia Argelia
Atravesamos la ya tan conocida por nosotros tierra de nadie, y muy ilusionados llegamos a la frontera de Argelia. Otra vez sentimos golpear los latidos de nuetro corazón pensando que allí detrás está el descanso y, parece que ya falta tan poco...
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al final se solucionó, jejejejejeje...
Montse, sino te importa me lo voy guardando todo en documento y cuando lo termines te lo paso
en un pdf... así también lo tendré guardado.
saludos!
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vale, muchas gracias
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Gracias a tí :P
Por cierto, llevas 11 folios :D jiji
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Vemos las motos de nuestros amigos dentro de la frontera.
¡Aún están allí! Y nos hace ilusión poder volver a encontrarnos.
Hace más de tres horas que nos habíamos separado. Esto nos hace sospechar que aquí habrá también mucho trabajo.
Muy contentos llevamos los impresos llenos a la ventanilla. En estos momentos hacer trámites ya se nos antoja como una rutinaria y absurda obligación que se nos hace desagradable. El frío es demasiado intenso y la tensión nerviosa que hemos tenido que soportar nos ha dejado los nervios destrozados.
Los agentes de la oficina nos cogen los impresos, nos dicen:
¡-Buenas noches! y cierran la puertecita. ¡Ésto es demasiado!
Llamamos desesperadamente, tratamos de hacer pena: -hace frío, llevamos niños, venimos cansados de un viaje muy largo... Pero no sirve absolutamente de nada. Vuelven a abrir la ventanilla, repiten que es demasiado tarde y nos aconsejan dormir dentro del coche hasta mañana. Hacemos lo que nos dicen pero, naturalmente, nos congelamos y pasamos la noche más larga que recordamos. Aunque son pocas horas...se hacen eternas.
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3- DÍA 22 DE DICIEMBRE (fragmentos)
3.1 "Oujda" o la frontera de los trámites inacabables
Ya estamos a veintidós. Desde que nos levantamos el día veinte para ir a trabajar aún no nos hemos podido tumbar para descansar, y desde que salimos de casa no nos hemos podido lavar ni cambiar la ropa. Claro que han sido las circunstancias pero ya se ha convertido en una obsesión y en una necesidad. Nos sentimos sucios, andamos como autómatas y nos cuesta mantener los ojos abiertos.
De todas maneras nos sentimos felices de estar aquí ya que en algún momento de la noche que acabamos de pasar nos ha dado la sensación que no lo conseguiríamos.
A las ocho de la mañana salimos del coche totalmente encarcarados. Suerte que los niños no se han enterado de nada y se puede decir que han dormido como angelitos desde que salimos de Melilla.
Las motos de nuestros amigos ya no están...
...ya hay cola en la ventanilla y va llegando gente. Somos los únicos europeos y nos damos cuenta que mientras hemos estado durmiendo dentro del coche hemos sido la atracción..........me doy cuenta que aquí no hace falta mirar el reloj porque no hay prisa y, estoicamente, a pesar del frío que nos tiene apoderados, nos ponemos en la cola como todo el mundo.
Para entretenerme se me ha ocurrido mirar hacia el cielo y he descubierto que los árboles que hay en este lugar también están llenos de pájaros como los que vimos en la carretera. ¡Claro que no se mueven! ¡Deben estar tan congelados como yo!
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Cuando nos toca el turno surge otro problema: los papeles del coche están a mi nombre y se ve que esto aquí no se concibe.
Me llaman, me preguntan cosas, me quieren ver. Se organiza un alboroto tan descomunal en la cola que prácticamente se deshace. Se abre como un abanico detrás mío: todos los hombres quieren ver quién es esta mujer que tiene un coche y quien es el hombre que va con ella. Se lo miran mal, con cara entre pena y desprecio...
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...aún quedan los visados, hacer un cambio de moneda mínimo por persona -ya establecido y obligatorio-. Hay que hacerlo en otro edificio -primero hay que buscarlo- esperar a que abran...y luego hacer cola.
Un seguro obligatorio para el vehículo para los días concretos de estancia en el país...¡Naturalmente en otra cola!
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y quien es el hombre que va con ella. Se lo miran mal, con cara entre pena y desprecio...
Seguro que pensarian¿quien es ese calzonazos que deja tener un coche a su mujer?por que se hizo un corrillo a nuestro alrrededor para podernos ver bien, y por unos instantes se olvidaron de la cola y la algaravia que tenian montada.
Saludos
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Bien, parece que ya lo tenemos todo.....
....un agente nos indica que pongamos el coche encima de un pozo, donde se pone con otros dos agentes más a golpear minuciosamente los bajos. Se toman todo el tiempo del mundo y cuando han terminado nos hacen saber que tenemos que vaciar todo el coche dejando "todos" los paquetes encima de un banco ya preparado para la ocasión. Estamos tan cansados que la notícia nos hace muy poca gracia. El maletero está lleno hasta los topes y todo colocado de forma estudiadísima para que quepa. El miedo no es vaciarlo, sinó volverlo a llenar.
Nos lo tomamos con parsimónia. Simple y llanamente... vamos haciendo. Tardamos una eternidad pero no tiene ninguna importancia, aquí el tiempo no existe. Al cabo de un rato nos parece imposible que hayamos terminado y que, todos los trastos esparcidos, hayan salido exclusivamente de nuestro vehículo
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...los agentes han venido, nos han abierto las bolsas, las mochilas, los sacos de dormir, han vuelto a picar y repicar el coche por todos los costados, por las puertas, otra vez por debajo...y, por fin, nos han dado permiso para marchar. Llevábamos la emisora escondida. He sufrido un montón pero no la han visto.
Tendríamos que estar contentos pero solo pensar en el trabajo que representa volver a colocarlo todo es para llorar.
A las diez de la mañana hemos terminado y podemos ir hasta la barrera, donde después de enseñar de nuevo los pasaportes a otro agente, y esperar que se los lea con lupa, la levanta y pasamos definitivamente la frontera de Oujda para entrar a la lejana y esperada Argelia.
....De pájaros en los árboles ya no quedan. A medida que el sol ha ido calentando empezaban a volar. El espectáculo valía la pena pero no lo hemos podido disfrutar pues otras preocupaciones teníamos en la cabeza.
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3.2 Controles de policía
¡Uff! ¿Quién quería dormir? ¡Ya estamos en Argelia! Suena bien esta palabra y significa mucho....
¡Qué lejos que estaba! Quizás vale más que conduzcamos un trozo antes que nos pase algo más.
Montamos la emisora y marchamos carretera abajo......
...en cuestión de minutos nos han parado tres controles de policía. Nos han tratado bien pero quieren ver todos los papeles.......Nos damos cuenta que en la mayoría de los casos tienen más ganas de charlar que de otra cosa.......Nos desean un buen viaje.
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3.3 Primer contacto con el país y su gente
Estamos en el norte del país, en la franja de la costa donde hay más población y donde las ciudades son más grandes. Hay un tráfico muy caótico y da miedo ver como conducen. Nosotros tenemos que ir hacia el sur. Esperamos que sea bien diferente y solitario.
A medida que hacemos kilómetros la carretera se vuelve más estrecha y deteriorada. A lado y lado la vegetación se va empobreciendo. Quién diría que hace unas horas deseábamos ponernos a dormir? Pero es que ya estamos aquí, tenemos un día por delante y, nos ha costado tanto llegar, que se diría que el cansancio se nos ha pasado de golpe.
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Pasamos por un pueblecito y me sorprende porque es muy diferente de los que nunca he visto. Por casualidad es la hora de la salida de la escuela y me encanta ver a los niños y las niñas con su cartera en la mano -todas iguales-. Me recuerdan las que usábamos de pequeños. Se paran y nos saludan como si nos conocieran de toda la vida. Supongo que el hecho que estemos aquí no es muy corriente.
Las tiendas son muy curiosas. Es imposible saber desde fuera qué venden en cada una de ellas. No tenemos pan pero es imposible encontrar una panadería. Cuando por fin vemos una, baja mi marido a comprar y mientras tanto, se nos acercan los críos riendo y diciéndonos cosas. Ni me doy cuenta que por el otro lado un señor se mete prácticamente dentro del coche y me coge la mano para saludarme. Vienen unos cuántos más y yo me asusto un poco. ¡No los entiendo! ¡Hablan muy deprisa, muy fuerte todos a la vez!.................
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......a las cinco y media de la tarde , después de contemplar una puesta de sol, salimos de la carretera, buscamos un lugar escondido detrás de unas montañas y nos preparamos para descansar. Ponemos solo una tienda pues estamos demasiado cansados para hacer el trabajo dos veces. Da lo mismo que tengamos que estar estrechos, será todo un lujo podernos tumbar. Hace tantas horas que no lo hemos podido hacer, que ya hemos perdido la cuenta.
3.4 Primera noche en Argelia: Una salida de luna imponente
A las siete de la tarde ya es bien oscuro y hace mucho frío. La temperatura ha pasado de veinte grados del mediodía a cero en este momento. La diferencia es tan grande que nos apresuramos a cenar y a las ocho ya lo tenemos todo recogido y estamos preparados para entrar en la tienda.
Pero en el horizonte, de repente, se ve una luz muy extraña y me pregunto: ¿-cómo puede ser si, hace un rato, era negra noche?
Nos quedamos todos boquiabiertos mirando qué pasa. Cada vez hay más claridad y, nosotros cuatro, bien juntitos por el frío, no movemos ni los párpados para no perdernos el espectáculo: una salida de luna preciosa.
La vivencia de este momento se me quedará grabada para siempre. Nunca había podido contemplar una cosa semejante. La noche en el desierto es de una belleza inigualable. Ves las estrellas llegar a ras del suelo y el aire es tan puro y tan limpio que parece que puedas tocarlas con las manos. Me había enamorado del cielo otras veces en la alta montaña, pero aquí, no sé el porqué, tiene una magia especial. Esta luna que va subiendo y esta luz tan blanca me emocionan.
Nos hemos olvidado del frío y del sueño que tenemos. ¡Es demasiado bonito! Parece que estamos clavados en el suelo y ni tan solo hablamos. No podemos hacer nada más que no sea mirar y dejarnos inundar de esta luna y de esta luz.
Este momento será uno de los más bellos que me llevaré de Africa. Es la primera experiencia de impacto para mí en este continente. A partir de ahora serán muchas las impresiones que me esperan, pero esta luna no creo que la pueda olvidar.
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4 - DÍA 23 DE DICIEMBRE (fragmentos)
Después de haber dormido doce horas seguidas todo lo veo de otro color. Todos estamos más eufóricos. Aquí se hace de noche tan pronto que cogeremos el hábito de dormir desde las ocho de la noche a las ocho de la mañana. ¡Esto es fantástico! Será buenísimo para recuperarnos de los horarios que llevábamos últimamente en casa.
Al salir de la tienda veo que está todo lleno de florecitas blancas. En este lugar el suelo es muy seco pero el viento deposita semillas que cuando llueve -muy de vez en cuando- germinan y lo llenan todo de color.
También encontramos ratitas-canguro, una especie de hamsters muy mansos con las patitas de atrás más largas y se desplazan haciendo saltitos. Son unos animalitos muy curiosos. Nos estamos quietos un rato y sin miedo se pasean por entre nosotros haciendo carrerillas cortas y volviendo a esconderse en sus madrigueras.
Después de este espectáculo, desayunamos, lo recogemos todo y nos vamos en dirección a Béchar.
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4.1 ¡Esto es Africa!
Poco a poco nos vamos encontrando con situaciones que no tienen nada que ver con las que conocemos. Los conductores de los coches y de los camiones que encontramos por la carretera nos saludan con la mano, tocan la bocina y nos demuestran mucha alegría. Primero nos sorprende, lo encontramos hasta divertido y nos pensamos que lo hacen porque somos extranjeros. No solo nos sorprende el hecho de la salutación, sinó las ganas, la energía con que lo hacen y la expresión de su cara. A nosotros al principio nos hace mucha gracia y les contestamos con el mismo entusiasmo aunque llega un punto que ya nos cansa. Nos cruzamos con muchos camiones que hacen la ruta del petroleo y por tanto, no podemos parar ni un momento de sonreir y mover los brazos y las manos como hemos aprendido de los demás
Los paquetes que llevamos en el techo hace un rato que han empezado a traquetear y a hacer un ruido de mil demonios. por esta razón, decidimos parar un momento a atarlos bien. Todos los coches que pasan se paran a preguntarnos si estamos bien, si tenemos algún problema, o si necesitamos ayuda.
Aquí todo el mundo se preocupa de los demás. En este país las distancias son enormes y las circunstancias del clima son tan duras que, por exagerado que parezca, podrían representar incluso la muerte. Quizás por este motivo sus gentes han desarrollado unos valores de ayuda no solo al amigo o al compañero sinó a la especie humana en general.
Acostumbrados a vivir en una sociedad tan deshumanizada como la nuestra, encontramos que este comportamiento da gusto de ver. Para ellos es parte de la realidad cotidiana, lo más normal del mundo. Entra dentro de los actos más naturales que protagonizan cada día de su existencia.
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4.2 Conduce una mujer
Dado que tengo problemas de visión solo conduzco en condiciones muy puntuales. Esta carretera que lleva a Béchar está bastante bien. Cada vez hay menos tránsito y por tanto, decido conducir ya que mi marido ha hecho muchos kilómetros en pocos días y bien se merece un poco de descanso.
A partir de este momento notamos que los hombres que van en los coches que nos cruzamos -aún no he visto ninguna mujer- tienen una reacción bastante extraña. No estoy hablando de la habitual salutación que antes he contado y a la cual ya nos hemos acostumbrado, sinó que se ríen, se tiran todos a las ventanas de mi lado para mirar...Cuando hemos pasado hacen exactamente lo mismo en la ventana de atrás..., me señalan con el dedo...
De esta manera llegamos a Béchar. Ya hemos hecho trescientos ochenta kilómetros en este país. La visión de las primeras mujeres por la calle es fuerte. Van cubiertas con una especie de sábana muy grande que les llega hasta los pies y que solo deja libre un pequeño triángulo en la cara a la altura de un ojo para poder ver. Lo que llevan no es una prenda de vestir con una forma determinada. Las mujeres van vestidas como quieren en sus casa, y cuando han de salir a la calle se ponen esta tela por encima. Con las manos se la tienen que aguantar al nivel del cuello para evitar que el triángulo se deshaga y deje ver la cara o los cabellos.
Algunas mujeres vienen de comprar y como que llevan dos cestos grandes y llenos -uno a cada mano-, tienen que aguantarse la ropa con los dientes
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A mi marido, como ya lo había visto anteriormente, no le sorprende, pero los niños se quedan de piedra, no se pueden creer lo que están viendo. Yo, como mujer, sufro interiormente. Me parece inaceptable, lo encuentro injusto y un abuso, aunque opinar sobre este tema no me parece fácil ya que se trata de otra cultura diferente a la nuestra y que no conozco lo suficiente.
Mi entrada en este pueblo conduciendo, es triunfal y sorprende a todo el mundo que está en la calle. Mujeres, hombres, niños...todos me señalan con curiosidad y se organiza un griterío. Me llego a poner tan nerviosa que me bloqueo y no puedo continuar. No hay ni pizca de orden, se me cruzan por todas partes y tengo miedo de atropellar a alguien. De repente no puedo más, y paro en seco. Me bajo y se pone mi marido al volante. Una vez sentada en el otro asiento, respiro profundamente y me siento bastante aliviada de la tensión que se había creado a mi alrededor. ..............La situación me ha desbordado..........
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Me estoy quedando asombrado de como lo explicas todo, y sobre todo tús sensaciones...
muchas gracias!
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;)
Bonito relato.
Al leer el incidente con el comandante en la frontera, me da la impresión de que este hombre buscaba un sobresueldo y al aparecer el permiso de circulación se quedó sin argumentos...
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;)
Bonito relato.
Al leer el incidente con el comandante en la frontera, me da la impresión de que este hombre buscaba un sobresueldo y al aparecer el permiso de circulación se quedó sin argumentos...
Uy,no, Josse, me he encontrado con situaciones de las que tú dices y son distintas. Aquello tuvo otro cariz, fue muy en serio y casi que dramático. Pienso que estuvo a punto de terminar bastante mal. El discurso era que no era posible haber llegado hasta allí de forma legal sin el permiso de circulacíón, y por tanto...de dónde salíamos y con qué intenciones. Nos hicieron un interrogatorio rarísimo que no comprendíamos bien pero por lo menos se imaginaron que éramos espías. Claro que en aquel momento no lo sabíamos pero la situación en Argelia estaba complicada y...vete a saber en qué pensaban.
Cuando al final el hombre se explicó habló de que habíamos estado a punto de originar un problema diplomático internacional grave ??? ??? ??? ???
Dunesdesorra
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Salimos del pueblo en dirección a Taghit por carretera. Durante unos ciento veinte kilómetros no encontramos civilización, solo un fuerte militar abandonado. Poco a poco vamos dejando atrás la franja del norte y nos adentramos hacia las tierras del sur. El paisaje cada vez es más seco, la vegetación más escasa y empezamos a encontrar las primeras dunas de arena a ambos lados de la carretera.
Estas dunas son de parada obligada para que nuestros hijos jueguen ya que llevan no sé cuántas horas de coche desde que salimos de casa.....
....Nos paramos justo a la entrada de un pequeño oasis a comer aunque no lo podemos hacer a gusto porque no dejan de pasar camiones del petróleo y tenemos que estar devolviendo la efusiva salutación de sus conductores.
Esto nos hace pensar más seriamente que no debe ser ninguna broma la posibilidad de tener -en ocasiones- necesidades importantes.
Hoy tampoco nos hemos lbrado de los controles de policía. Hemos encontrado uno muy bien instalado incluso con una edificación. Dos soldados nos han parado, han hecho bajar a mi marido y se lo han llevado allí...y yo, toda preocupada sin saber de qué iba la cosa, en el coche con mis hijos haciendo ver que no pasaba nada.
Al cabo de un rato, aparece un soldado joven con una metralleta que daba un poquito de respeto. Se ha puesto a hablar conmigo por la ventana, con el arma apoyada y apuntando hacia mí. Me preguntaba cosas sin trascendencia como si su objetivo fuera matar el tiempo.
Le ha llamado la atención un libro que estaban leyendo mis hijos sobre animales del desierto porque tenía muchas imágenes. ¡En lugar de dos niños parecía que hubiera tres! Se lo ha pasado en grande imitando a cada animal, haciendo su onomatopeya..., y yo, naturalmente, siguiendo la corriente, pero...la metralleta, la ha mantenido todo el rato apuntándome.
Por fin ha vuelto mi marido. Yo sufriendo que no me atrevía ni a respirar, y resulta que lo han tenido charlando un rato. Querían saber lo de siempre: de donde venimos, adónde vamos y, además, nos han registrado en un libro oficial. Llevan un riguroso control de todo aquel que pasa por aquí.
Ha visto en el libro que hace dos días han pasado unos conocidos nuestros de Terrassa. Mañana probaremos de comunicarnos con la emisora a ver si nos encontramos.
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4.3 Dunas de verdad
Taghit es un oasis grande y bonito que ya he visto antes en fotografías. La gran duna es exagerada de verdad. ¡Esto sí que es un duna! Mi marido, en su anterior viaje la bajó esquiando....
....La llegada es espectacular. En una carretera estrecha, en mal estado, con el asfalto comido a trozos...Hay un cambio de rasante al final de una recta muy larga y...está allí. ¡Como una aparición! Una gran duna de dos cientos cincuenta o tres cientos metros de altura, de arena de color naranja, y debajo, el pueblo como si fuera un pesebre.
En realidad hay dos de pueblos: uno de color rojizo que se confunde con la arena, hecho de callejuelas estrechas y enrevesadas; y al lado, bien pegado, otro totalmente blanco, con calles bien trazadas, y más moderno. Hay que decir que este último pueblo que he descrito es el habitado y, el otro, el abandonado -o mejor dicho cerrado-, desde la época colonial francesa. Se supone que las autoridades no podían controlar un pueblo con tantos rinconcitos escondidos. Por este motivo obligaron a sus habitantes a trasladarse.......
....casas modernas, blancas, nuevas, pero sin historia.
La gran duna parece que vaya a caer encima de un momento a otro cubriéndolo todo, pero esto no es posible ya que las dunas grandes no cambian de lugar, solo varía la forma de su arista según la dirección del viento.
En este oasis hay una infinidad de palmeras que no tienen nada que ver con las que yo estaba acostumbrada a ver . ¡Claro! Están en su hábitat natural y, por lo tanto, estan exultantes: altas, con un tronco bastante grueso, llenas de hojas largas y anchas que cuelgan como una cascada.
Cuando entramos en el oasis perdemos de vista el cielo, el ambiente se torna oscuro. Sentimos una sensación de frescor muy agradable dado que forman un techo -de tan juntas que están-, que nos protege del sol que domina en muchos kilómetros a la redonda.
Atravesamos el palmeral como si fuera de noche y llegamos al pueblo de Taghit. El suelo de las calles es de arena. Aquí todo es del mismo color: el suelo, las montañas...solo el blanco de las casas y el verde de las palmeras rompen el encanto de un color anaranjado que se respira en el ambiente.
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Como en los otros pueblos que hemos visto hay gente parada por las calles sin hacer nada.
En esta ocasión lo que me sorprende es un grupo de mujeres sentadas en círculo con su tela por encima tan blanca... y tan tapadas que solo se les ve el pequeño triángulo de la cara.Tienen sus hijos en la falda y pasan el rato hablando animadamente
La imagen de las madres con sus pequeños, primero me atrae por su belleza porque el blanco resalta mucho sobre el naranja, pero después, cuando la veo más de cerca me enternece. Me dan hasta escalofríos y no puedo dejar de mirarlas. Es una estampa dulce llena de ternura. Me hace pensar que esto de cuidar a los hijos, amarlos, mecerlos, acariciarles, cantarles...es un comportamiento que debe ser igual en todas partes por diferentes que puedan ser las costumbres, las culturas o las razas.
El coche pasa poco a poco y yo tengo la mirada centrada en las madres. Me encantaría hacer una fotografía para llevarme este instante pero no me atrevería a molestarlas y además, sé de cierto, que no les gustaría. Por este motivo me conformo mirándolas con avidez hasta que desaparecen de mi campo visual. Hago esfuerzos para grabar la imagen en mi cerebro. ¡Me encanta! Quisiera hacerla sobrevivir al olvido que supone el paso del tiempo y quiero quedar tan inundada de ella, que siempre que quiera la pueda reproducir mentalmente.
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4.4 La gran duna: Puerta del Erg Occidental
Dejamos el coche y nos disponemos a subir a la gran duna. No es fácil pero casi obligado puesto que una vez arriba veremos el Erg Occidental, cosa que equivale a decir: un mar de arena de unos quinientos kilómetros por unos doscientos cincuenta..........
.............subir es fatigoso ya que la duna enseguida se pone muy tiesa. Los pies se hunden exageradamente y cada paso hacia arriba representan cuatro hacia abajo. En el último tramo tengo verdaderos problemas que, finalmente soluciono subiendo a cuatro patas como puedo. Mis hijos no sé como se lo han hecho, pero han subido trotando como caballos en un momento de nada. Es más, mientras nosotros no llegábamos, ellos volvían a bajar hasta encontrarnos y corrían de nuevo hacia la cima.
Dos niños del pueblo nos han visto y han subido con nosotros...
........Son unos niños simpáticos, despiertos, que se deshacen para que los entendamos. Toda la tarde los vemos con la sonrisa en los labios. Pero lo que más me gusta son sus ojos grandes, abiertos, expresivos y sonrientes. Llevan unas ropas viejas, rotas por todas partes y que no se ajusta para nada a sus medidas. Sus pies descalzos están curtidos con unos callos muy gruesos y, contráriamente a lo que se podría pensar, se les ve tan felices......
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JOOOOOOO QUE CURRE DE LIBRO DE VIAJAZO. Estoy deseando que el ministerio de A.E. diga que ya se puede ir sin ningun problema. :o
Nos quedamos siempre con las ganas de volver. Fenec siempre me está diciendo que ya se puede pero yo no lo veo así. ??? ??? y aún me da miedo
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Dunes, no me extraña lo de la frontera. Si hoy dia , con ordenadores,fax, moviles etc, son tan burocraticamente INEPTOS, pues hace 20 años.....lo que os pasó.
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4.5 EL Erg Occidental
Una vez en lo alto de la gran duna nos hemos sentado en su arista y allí nos hemos pasado la tarde. Desde esta primera duna de Taghit, la primera que encontramos en el erg, tenemos una visión panorámica. Hasta el horizonte -tanto por delante como por los lados-, solo vemos dunas.
La contemplación de este océano de arena produce profundas sensaciones. Es el color de la arena naranja con el cielo de un azul muy intenso y sin nubes y...es el mirar a lo lejos y ver dunas con sus sombras y sombras sobre otras dunas que se transforman en un juego cambiante de colores y reflejos y,...es el tocar la arena caliente en la superfície pero fresca en el interior......¡Es todo ésto lo que hace enloquecer totalmente los sentidos!
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Esta inmensidad que tenemos delante no nos la podíamos imaginar........
..........Este erg tiene el nombre de Occidental porque al otro lado hay otro de las mismas características que lo llaman Erg Oriental.
Lo más curioso de todo es saber que más hacia el sur hay el gran desierto del Tanezruft, nombre que significa: la tierra vacía. ¿Cómo debe ser?. De allí salieron las leyendas de la "Gran caravana". Según dicen estaba formada por unos dos mil camellos cargados de oro y riquezas que se dirigían hacia el sur a comerciar. Se perdieron en el desierto, éste les engulló y nunca jamás se supo de ellos. Es un lugar tan inhóspito y solitario, que los habitantes de este país le tienen mucho respeto. Para ellos es "la tierra vacía", y viendo lo que tengo delante, pienso que no me puedo imaginar un lugar todavía más vacío.
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Ha pasado la tarde volando. El sol ha ido cambiando de posición y las dunas han ido modificando sus efectos de luces, sombras y colores, y nos han deleitado con un espectáculo que ha ido cambiando progresivamente. Tenemos delante un océano inmóvil que parece que se quedó parado en plena actividad un día de viento y que las olas sean dunas. Me da la sensación que si algún ser mágico lo tocara con su varita y pudiera recuperar su actividad, veríamos ésto: un mar lleno de olas.
Sabe mal pero tenemos que irnos. Desde arriba se ve el coche muy pequeñito. Parece que esté muy lejos, pero bajar no representa ningún problema porqué en pocos segundos llegamos. Ponemos un pie en la arena y, no tenemos tiempo de colocar el otro, que se nos lleva hacia abajo. Como la duna es muy empinada no se puede parar de correr.
Nuestros pequeños amigos -que no se han separado de nosotros por nada del mundo- llegan mucho antes a pesar de sus pies descalzos y del campo de piedras grandes que hay mezcladas con la arena antes de llegar.
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4.7 De Taghit a Benni-Abbés
................Se nos ha hecho tarde. Hemos estado demasiado tiempo en la duna y tendremos que conducir de noche. En realidad ya lo sabíamos pero era inevitable. Al lado de la carretera vemos camellos salvajes y a los niños les hace mucha gracia.............intentan correr a nuestro lado y parece que quieran hacer carreras con nosotros. Esto nos permite verlos bien hasta que se cansan y se quedan atrás.
Intentamos comunicarnos con nuestros amigos de Terrassa -que suponemos nos llevan dos días de ventaja-, sin éxito.........
..............Por el camino disfrutamos de una espectacular puesta de sol y nos paramos para no perdernos detalle. La gran duna y el erg ya quedan atrás. Aquí el terreno es llano y empedrado, de gres, seguramente resultado de actividad volcánica en épocas anteriores. Cómo que en algún momento histórico éste lugar ha sido también fondo marino, está lleno de fósiles incrustados.
En este lugar tan llano, inmenso y solitario, reina el más absoluto silencio. Llega a ser tan puro e intenso, que nos escuchamos los latidos del corazón y el bombear de la sangre fuera de nuestro cuerpo provocando una sensación rarísima.
Negra noche entramos al pueblo de Benni-Abbés. Lleno de tiendecitas muy curiosas. Son muy, muy pequeñas, casi todas iguales, con una pequeña bombilla de poca intensidad colgada del techo, y con pocas mercaderías para vender. Ahora sí que se puede saber desde fuera qué venden en cada una de ellas.
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Estoy disfrutando Montse, me esperare a que hayas puesto varias entregas mas antes de retomar la lectura para que cuando me ponga no se me acabe enseguida ;)
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4.8 Tomar una ducha: una gran necesidad
Tal como llegamos al pueblo nos dirijimos al hotel. Es impresionante y no tiene nada que ver con las casas bajitas hechas con la misma tierra que hemos visto hasta ahora. Tiene una construcción arquitectónica solemne y destaca porque está pintado de blanco. Parece lujoso y supongo que fue construído en la época colonial
Dentro todo es espacioso, bonito, incluso hay pìscina. Las paredes estan decoradas con fotografías de actores importantes que se han alojado en este lugar mientras han rodado películas por los alrededores. Las habitaciones tienen baño y una pequeña terraza pero todo lo que hay está estropeado o no funciona. De todas formas es igual, solo con tomar una ducha nos conformamos y, como el agua sale caliente, pues...contentos. Realmente para nosotros es un gran lujo.
Quedamos como nuevos. Necesitábamos experimentar la sensación tan agradable de sentirse limpio.
La única dificultad ha sido una sorpresa inesperada. Cuando me disponía a darle ropa limpia a mi hijo pequeño, me he encontrado con que su bolsa estaba llena de juguetes y coches para jugar en la arena. De la ropa que yo le había preparado en casa...¡Ni rastro! Justo cuando iba a abrir la cremallera de la bolsa se ha apresurado a decir:- ¡Yo no he sido!............
.............Tiene solo ropa interior -por suerte la consideró importante-, pero nada más. El chándal que llevaba puesto -que está hecho una inmundícia con un agujero incluído en la rodilla- es todo lo que tiene. Así que una vez limpio y duchado, se tiene que poner otra vez el lustroso chándal y, en lo que más me gusta pensar, es que aún queda una semana y media por delante......
...........Cenar en un comedor sentados en una mesa, limpios y relucientes! No se nos podía ocurrir que acabaríamos dando tanto valor a estas pequeñas cosas...............
..........Nos acostamos y como la calefacción está rota, paso mucho frío. A medida que avanza la noche me voy poniendo ropa y acabo vestida y con todos los jerseys que tengo dentro de la cama. Por la mañana, cuando nos levantamos y miramos el paisaje por la ventana, descubrimos que tenemos las dunas a tocar mismo de la terraza. ¡Son preciosas! No sé qué clase de magia tienen pero no me canso de mirarlas.
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Supongo que quereis ver fotos. En aquella época hacíamos casi siempre diapositivas y muy pocas fotos. Pero para una muestra llega. (Me acabo de dar cuenta que mi hijo de doce años ya era tan alto como yo). La pena es que mi escanner no gestiona diapositivas. (Me parece que me tendré que pedir uno en una página que yo me se...eh, Noega...la jefa...?) ;D ;D ;D ;D
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Vista de la llegada a Taghit
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5 - 24 DE DICIEMBRE (fragmentos)
Llaman a la puerta de la habitación, abro pensando que son mis hijos que han dormido en la habitación de al lado, y me encuentro a una mujer bereber vestida con ropas de mil colores. Me quedo tan sorprendida que no reacciono. Nos miramos mútuamente unos segundos sin decir nada y, de repente, suelta una retahíla de palabras no sé si en árabe o en bereber, a lo que respondo que sí y cierro la puerta. Oigo que hace lo msmo en la habitación de al lado, a la otra... y llego a la conclusión que despierta a todo el mundo:hora de desayunar.
El desyuno es al estilo europeo: mantequilla, mermelada, tostaditas...pero la leche...¡Es de camella! Yo, que me pasé los días anteriores al viaje explicando a mis hijos que todo sería muy diferente, que si no les gustaba la comida se tendrían que esforzar...pues aqui me encuentro ahora, delante de una taza llenísima de leche de camella. Me la voy mirando, pienso que no puedo dar mal ejemplo pero...¡no sé por donde empezar!!
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5.1 Buscando el camino de Marhouma
Marhouma es un oasis muy pequeñito cerca del cual hay un asentamiento prehistórico con grabados rupestres. Aún se pueden encontrar puntas de flecha entre la arena. Mi marido había estado ya allí antes y yo lo había visto en fotografías. Me encantaría verlo pero no estaba previsto ir y no disponemos de mapa de esta zona.
El hecho de que está tan cerca me hace insistir en ir. Ni está señalizado ni hay carretera. Hay que ir buscando el camino entre las dunas esquivándolas.
Saliendo de Benni-Abbés el paisaje ya no tiene nada que ver con el que hemos encontrado hasta ahora: ni carretera, ni señales, ni carteles...solo una planície dura de color amarillo con miles de marcas de neumáticos que van en todas direcciones. Se trata de marcar el rumbo que convenga y seguirlo.
Mi marido finalmente acepta el reto de ir hacia el oasis. Recuerda que en aquella dirección había un vehículo quemado y piensa, que si lo encuentra, sabrá orientarse pero hacemos unas cuántas vueltas y...ni rastro. Se sube al techo de nuestro coche para tener más campo visual, y con los prismáticos intenta encontrar alguna referencia. Le parece que ya lo tiene y...probamos.
Yo no las tengo todas, me da un poco de miedo pero...A partir de este momento iré jugando siempre con esta dualidad en mi interior a la hora de pasar por algunos sitios: por un lado una especie de gusanito en el estómago -que en realidad es miedo a lo desconocido-, y por el otro unas ganas locas de hacerlo.
Esta llanura se acaba en seco, queda rota de repente y hay que bajar por una pendiente de arena blanda donde el coche se inclina y se hunde bastante. Una vez abajo el panorama cambia radicalmente. Vamos rodeados de dunas y de vez en cuando hay que pasar por encima de alguna.
Son bonitas las dunas, parece que alguien las haya colocado en el lugar adecuado y que el viento haya dibujado estas líneas paralelas en la superfície que hace que tengan un aspecto muy especial. Es muy temprano y los rayos del sol provoca unos colores muy contrastados en el paisaje que cambia a cada momento. De repente se terminan las dunas y vamos a parar a un lugar rocoso, rodeado de montañas, lleno de matojos pequeños y secos, y muy pedregoso. Arriba, en un promontorio hay una construcción vieja y medio derruída: es la ermita del Padre Faucault (misionero francés y antropólogo).
Mi marido está muy contento de haber encontrado el camino sin problema entre el laberinto de dunas y decidimos visitar la ermita. El lugar es solitario, estamos bastante lejos de todas partes y, por esto casi no me puedo creer, que este hombre se instalara aquí
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5.2 La ermita del Padre Faucault
Es una cabaña de piedras colocadas unas sobre otras sin más, que el tiempo ya ha empezado a deshacer. Es un lugar privilegiado, el más alto y con una buena panorámica del entorno. Éste es el primer lugar donde estuvo instalado, llamado: "La Fraternité" donde vivió desde 1.901 hasta 1.905. Cuando este hombre se aventuró a adentrarse en el continente africano a principios del siglo pasado lo hizo como misionero, pero con el tiempo, tuvo más fuerza su interés por la antropolgía. Por este motivo al cabo de unos años, se trasladó a vivir al Hoggar, situado más al sur -hacia Tammanrrasset-, donde viven los Tuareg
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Ermita del Padre Faucault
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5.3 Qué pequeño es el mundo
Nos disponemos a subir a la ermita y vemos tres siluetas humanas que bajan. Nos sorprende porque estamos muy lejos de cualquier parte y no se ve ningún coche alrededor.
Son una pareja de alemanes y un chico del país que les hace de guía. Al saludarlo ya noto a mi marido muy efusivo, pero es que se conocieron en el anterior viaje. Los dos estan muy contentos de reencontrarse, casi no se lo creen. Se llama Hassan y nos ruega que nos esperemos que venga un amigo suyo a recogerlos con un Land-rover y, que como amigo nuestro, nos invita al oasis a tomar un té todos juntos.
El amigo se llama Karim, y de su coche viejo y desvencijado sale otra pareja de alemanes con una niña de catorce meses. Karim es un señor muy amable con una piel muy curtida por el sol..............
..............Mientras nos esperamos nos dedicamos a recoger piedras del suelo. Son muy bonitas, de color verde claro, completamente erosionadas y pulidas. Parece que estan enjabonadas de tan finas y suaves al tacto. Es agradable pasarlas de una mano a la otra. Parece que tengamos una pastilla de jabón.
Finalmente marchamos juntos al oasis. Los alemanes van sentados en la caja del Land-rover, bien tapados con el cheché porque cae un sol de justícia y ya tienen la piel muy quemada..........es una pieza de ropa de algodón de unos cuántos metros de largo -seis como mínimo-, que envuelve la cabeza y parte de la cara. Es fresco, agradable y protege del frío, del viento, de la arena y del calor. La gente de aquí lo utiliza y los que somos de fuera como nosotros, también lo acabamos usando porqué es el mejor protector.
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El paisaje se vuelve extraño, lleno de una especie de bultos muy grandes que parecen de roca. Descubrimos que son...¡árboles! La arena se va apelotonando llevada por el viento hasta que los cubre. Para sobrevivir el vegetal va creciendo hacia arriba y saca unas raíces muy largas, pero la arena se deposita de nuevo y le vuelve a cubrir. El proceso se va repitiendo hasta que queda totalmente tapado. Es entonces cuando con la humedad de la planta, la arena queda compactada y se endurece. El árbol acaba muriéndose y desde el exterior, parece una montaña de piedra.
Llegamos a Marhouma muy acalorados después que el Land-rover se parara misteriosamente en diversas ocasiones. En este oasis vivió hasta su muerte -el año pasado- el abuelo de Hassan, un auténtico hombre del país. Fue todo un personaje, recordado por todo el pueblo con nostalgia......
Esta foto la había hecho mi marido en el viaje anterior, que lo había conocido(https://img88.imageshack.us/img88/4203/senzanomescandito15qt5.jpg)
..............Nos invitan a entrar en una "zériba" que es un cerrado de cañas techado con hojas de palmera donde se está muy fresco. Alrededor, muy bajito casi a ras del suelo hay un banco de forma circular lleno de cojines y una mesa donde nos disponemos a tomar el té. En este lugar tomar el té no representa beberse simplemente una taza. ¡Es mucho más que ésto! Es una ceremónia que puede durar horas.
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Árboles engullidos por el desierto
(https://img233.imageshack.us/img233/7325/senzanomescandito01lb5.jpg)
(https://img233.imageshack.us/img233/7339/senzanomescandito02os8.jpg)
Té en la zériba. Karim y mi hijo pequeño con su chándal limpio y bonito.
(https://img76.imageshack.us/img76/5056/senzanomescandito03qo7.jpg) (https://imageshack.us)
By rosadeldesert (https://profile.imageshack.us/user/rosadeldesert)
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(https://img502.imageshack.us/img502/6707/senzanomescandito04ww7.jpg)
(https://img502.imageshack.us/img502/794/senzanomescandito05rr6.jpg)
(https://img89.imageshack.us/img89/2106/senzanomescandito06wx9.jpg)
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(https://img502.imageshack.us/img502/8020/senzanomescandito08zz9.jpg)
(https://img89.imageshack.us/img89/4493/senzanomescandito09mx5.jpg)
(https://img409.imageshack.us/img409/6180/senzanomescandito16ke7.jpg)
(https://img297.imageshack.us/img297/8549/senzanomescandito30hl7.jpg)
(https://img171.imageshack.us/img171/1586/senzanomescandito34wz4.jpg)
¿Veis el pajarito?
(https://img89.imageshack.us/img89/3986/senzanomescandito11jn9.jpg)
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5.4 La ceremonia del té
Primero se hace el fuego con madera de palmera y se espera que haga brasa -hecho que ya requiere un buen rato-. A estas alturas ya he aprendido que aquí el reloj no cuenta, que las cosas sencillamente se van haciendo. La gracia es estar juntos y hablar. Van llegando familiares de Hassan y de Karim pero por descontado no vemos a ninguna mujer. Conversar resulta muy divertido porque Karim solo sabe árabe, Hassan habla árabe, francés e italiano; los alemanes: alemán, francés y un poco de castellano y nosotros: catalán, castellano, francés y un poco de alemán.
Los alemanes quieren practicar castellano y yo quiero practicar alemán. Cuando no entendemos el francés de Hassan, nos lo repite en italiano y, después de todo este combinado, lo traduce al árabe para que su familia lo entienda. En un momento montamos un buen jaleo pero es muy divertido y entretenido. Hace poco que hemos llegado pero ya parece que nos conocemos de toda la vida. No conozco la razón pero aquí se establecen vínculos fuertes muy deprisa...............
...............Con tantos trabajos para hablar nos habíamos olvidado completamente del té y el agua ya hierve. Se empieza con los preparativos: una bandeja grande, un vasito para cada uno, otra tetera más y un vaso grande.
En la tetera vacía y limpia de la bandeja ponen las hojas de té y así, empieza una ceremonia ritual a la que se abandonan espiritualmente. Los movimientos se hacen lentamente y todo el mundo sigue los gestos del oficiante en silencio.
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Se coge la tetera del fuego que contiene el agua hirviendo, y se deja caer desde mucha altura sobre la tetera que contiene las hojas de té. Es un instante clave y hay que decir que no les cae ni una sola gota fuera.
Karim, oficiante por hoy de la ceremonia, tapa la tetera que ha llenado con la misma parsimonia y concentración que requiriría un culto religioso. La menea un poco haciéndola voltear, y vierte el líquido resultante en el vaso grande de la bandeja porque la primera agua es demasiado amarga y no se utiliza, se tira.
En la foto se aprecian las dos teteras y el vaso grande.
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Foto hecha por mi marido en el viaje anterior
Ahora tenemos dos teteras en funcionamiento: una contiene las hojas de té, y la que provenía con agua del fuego que se ha quedado vacía. El proceso vuelve a empezar. Se vuelve a llenar la tetera con agua fría, se pone de nuevo al fuego y... otra vez tenemos tiempo para hablar tranquilamente.
Cuando hierve el agua, se para la conversación y el interés recae sobre lo que se está preparando durante tanto rato. Otra vez se deja caer el agua hirviendo en forma de fina cascada sobre las hojas de té -que ahora ya no dejarán el agua tan amarga- , y en la tetera que ha quedado vacía, Karim echa un azúcar oscuro y aterronado, encima del qual vierte la mezcla.
A continuación va traspasando el líquido de un recipiente a otro hasta que el azúcar está bien deshecho. Es como un juego divertido. Una vez conseguido lo que se esperaba, se sirve el té en los vasos y se reparten.
Para llenar estos vasitos tan pequeños con verdadero estilo sahariano, se necesita traza, puntería y experiencia. Todas las miradas se concentran en las manos de Karim que lo hace maravillosamente desde mucha altura sin derramar una sola gota.
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¡Cuánto trabajo y cuánto tiempo para preparar unas infusiones! Pero se valora más la amistad que el gasto de tiempo. Ah, y esto es solo el principio ya que en este país, si te invitan a tomar el té y aceptas, sabes que te ofrecerán tres vasos. El primero es el más fuerte y amargo.
Cuando todo el mundo se lo ha tomado, nuestro amigo Karim recoge los vasos, los vuelve a poner en la bandeja y empieza otra vez la misma tarea -que se repetirá aún dos veces más-, con la única diferencia que las hojas de té siempre son las mismas y, por tanto, la bebida cada vez saldrá más dulce y suave.
En teoría, las primeras rondas son para los hombres, y a la última pueden acceder las mujeres y los niños. Quien acepta ha de ser a todas, cuando amarga y cuando está dulce. Solo tomar del dulce sería una muestra de mala educación.
Después del té, recogemos los trastos y como si aún formara parte de la misma ceremonia, ayudamos a lavar los vasos con muy poca agua: estrictamente la necesaria. ¡No más! El agua para los habitantes del desierto es un tesoro muy respetado. En el oasis de Marhouma hay una balsa de agua clara y trasparente donde se reflejan unas palmeras muy grandes y llenas de pájaros así como un pozo de donde sacan agua pero son muy conscientes que lo tienen que cuidar.
Antes, cuando han hecho el fuego, también me he dado cuenta que utilizaban muy poca leña, y que lo han mantenido pequeñito todo el rato. Me ha hecho pensar que en nuestra cultura, la tradición del fuego es disfrutar de su esplendor. Aquí casi no hay leña y, por tanto, el fuego se mantiene justo para calentar-se un poco o para hacer la comida.
Cuántas actitudes podría aprender nuestra cultura occidental de estas gentes, de su sentido común, de su respeto, y de su forma de vida tan acorde con la naturaleza.
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5.5 Viaje a la prehistória:Grabados rupestres
Atravesamos los huertos que se cultivan en el oasis aprovechando la sombra de las palmeras y caminamos soportando un sol muy fuerte para ir a ver los grabados rupestres. Llegamos al oued, un río de arena muy fina pero que, como guarda humedad en su interior, hace brotar algunas plantas secas y pequeñas, con unos frutos redondos muy divertidos parecidos a pequeñas calabazas. Nuestros hijos hacen la acción de coger una, y Karim se pone a gritar y se asusta. Nos explica que esta planta es tóxica............
..................Encontramos una zona rocosa al lado mismo del río, que se utilizó como abrigo en la época prehistórica. Ahora las rocas estan fragmentadas a causa de la erosión y la diferencia de temperatura entre la noche y el día. Vamos subiendo por entre las piedras y en cada una de ellas hay un grabado. Son muy bonitos. ¡Y pensar que hace tanto tiempo que estan hechos! De ellos se puede deducir como fue la vida en este lugar. Los hay que representan panteras, gacelas, caballos, cocodrilos, rinocerontes, jirafas, avestruces...Es sabido de todos que los hombres primitivos grababan o pintaban lo que veían en su entorno más inmediato, por lo tanto, en alguna época fue selva, con el paso del tiempo se fue desecando hasta llegar a ser una sabana y, ahora, después de tantos años, miro alrededor y...veo un desierto.
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Delante mismo, al otro lado del río hay una pendiente hecha de gres con unos grandes dibujos geométricos como si fuera una alfombra de diseño. Su conjunto hace el efecto de de ser el resultado de antigua actividad volcánica, el suelo parece haber hervido y lo que vemos se me antojan burbujas solidificadas. Nos hemos sentado en este tapiz tan curioso hablando un buen rato hasta que hemos decidido volver al oasis.
Llegamos cansados y sedientos a la cabaña de Marhouma. Por el camino hemos encontrado los restos de un camello muerto. La visión ha sido un poco tétrica y nos ha hecho pensar en la dureza de este clima.
Foto hecha por mi marido en el viaje anterior
(https://img444.imageshack.us/img444/9981/senzanomescandito43ip9.jpg)
Me preocupo porque no veo a mi hijo pequeño hasta que descubro que Karim se ha parado por el camino para enseñarle ratitas-canguro.........
.........lo ha llevado a ver las madrigueras de cerca y, naturalmente está encantado.
Desde que hemos llegado he encontrado exagerado el trato tan amable recibido por mi hijo pequeño. Me hacía estar en contínua vigilancia porque no lo veía nada claro. Finalmente me han explicado que aquí los niños pequeños tienen un trato privilegiado, en cambio el mayor, que tiene doce años, se le considera ya una persona adulta.
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Abrigos prehistóricos
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Oued
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Diversos grabados rupestres. En la primeroa foto un avestruz.
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Suelo de gres
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5.6 La conocida hospitalidad sahariana
Llegando a la zériba de Marhouma apreciamos la sombra de las hojas de palmera y nos sorprenden con unos cestos llenos de mandarinas y otros con ramas de dátiles. ¡Suerte que solo habíamos venido a tomar el té! Según ellos, es imposible que nos marchemos con esta calor y nos hacen sentar otra vez.-. Realmente las mandarinas estan frescas............y los dátiles muy buenos. Estos hombres nos dan lo que tienen, nos sabe mal comer, pero si no lo hiciéramos se sentirían ofendidos.
Bien. ¡Ya estamos otra vez! Ahora nos traen una "taguella", un pan plano y redondo que cuecen debajo de la arena. A mí me encantan, pero éste está relleno con verduras. ¡Especial para los amigos! Podríamos decir que es parecido a una pizza pero con los ingredientes dentro. Pica mucho pero está muy bueno.
De repente me doy cuenta que hace mucho que estamos aquí y que necesitamos luz para volver puesto que no tenemos mapa de la zona............Como un acto rutinario al que nunca había dado importancia, miro el reloj y enseguida las miradas se me clavan y me hacen sentir mal. ¡Es como si hubiera cometido una falta muy grave! Todos me han mirado a la vez al mismo tiempo que se hacía un silencio y un vacío en la cabaña, que hasta me ha preocupado. Con este gesto he sentido que la magia del ambiente se había desvanecido. Han creído que no nos encontrábamos bien con ellos y nos queríamos marchar. He arreglado la situación como he podido, más o menos se ha ido reconduciendo, y hemos seguido hablando.
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El tema ha cambiado por completo y se interesan por nuestro destino. Nos recomiendan no volver atrás porqué es muy largo y se nos hará de noche. Nos dibujan un mapa con el dedo en la arena y: ¡Pas de problem!
Tenemos que buscar un paso -el único - por entre las montañas y las dunas.
Decidimos probar. Si se nos hace de noche acamparemos...........
............Nos sentimos como si fuéramos amigos de toda la vida. Sabe mal marcharnos cuando sabemos que seguramente no nos veremos más.
Los niños se enamoran de unas piezas de artesanía de madera de palmera y trabajadas por ellos mismos que tienen para vender. Les compramos algunas. A la hora de pagar nos dicen que es un regalo. ¡No puede ser! Dicen que somos amigos. Para corresponder un poco les obsequiamos con un par de barras de turrón..................
............Karim le hace mil bromas a mi hijo pequeño y le pide que cuando llegue a casa le escriba una carta con un dibujo hecho por él y una fotografía de las que hoy hemos tirado.
Cuando nos vamos nos abrazamos.....................Nos han dado de todo privándose de lo que tenían para ellos pero nos vuelve a repetir que nos han invitado porque somos amigos y han estado muy felices de tenernos y compartir lo suyo con nosotros. Con esta despedida tan emotiva, nos separamos.
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5.7 Buscando un paso entre las montañas
Los perdemos de vista y volvemos a estar solos en esta inmensidad amarillenta. Nos sentimos emocionados. En aquella cabaña se ha quedado una parte de nosotros y nos sentimos conmovidos por la bondad de sus gentes, por su generosidad, por la hospitalidad y por su amistad.
De momento tenemos que deshacer un trozo del camino de esta mañana, justo hasta donde nos hemos cruzado con una caravana de camellos conducida por un niño más pequeño que mis hijos. Ha sido muy curioso porque mientras hablábamos con él un camello ha empezado a hacer "pipí". Hasta aquí una situación normal pero en cuestión de segundos...toda la caravana.
El pastor nos ha explicado que estos animales solo sienten la necesidad una vez al día y que ésta acción se les pega como nos pasa a nosotros con los bostezos
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Llegando al punto clave que nos han indicado cambiamos de dirección. Intentamos recordar todas las referencias que nos han dado porque no nos queremos permitir ni una equivocación.
Encontrar el paso entre las dunas y las montañas ha sido muy emocionante Parecía imposible que pudiera existir un punto practicable. Hemos estado conduciendo cara a las montañas todo el rato y daba la sensación que todo terminaba en un círculo cerrado de paredes de piedra.
Cuando ya nos planteábamos la posibilidad de acampar antes que oscureciera, nos hemos encontrado de cara con lo esperado:un corte estrecho entre la piedra y la arena. El lugar está tomado por un viento tan fuerte que me hace pensar que hay más arena el el aire que en el suelo. La visión es irreal y nos creemos transportados a otro planeta.
Estamos contentos de haberlo encontrado. Nos ha permitido, después de hacer unos kilómetros y atravesar una cordillera de dunas preciosa, ir a parar a la carretera principal que lleva a Timimoun. Va siguiendo el Erg Occidental y, de vez en cuando, como aquel que sube a un puerto de montaña, vamos cruzando cordilleras de dunas.
Los niños y yo, hacemos parar contínuamente el coche para contemplar estas magníficas dunas, altas como montañas, y para hacer fotos.................
Como siempre el cielo sin nubes, de un azul muy intenso, el sol aprieta fuerte y, más tarde, el atardecer -aproximadamente a las seis de la tarde- nos deja a todos encandilados. Oscurece rápidamente y, después, como si aún no hubiera bastante, cuando ya todo es negro, el cielo se vuelve rojo, de un rojo intensísimo durante al menos una hora. Es precioso el efecto de las siluetas de las palmeras de los oasis a contraluz. ¡Es sencíllamente una delícia! A continuación llega la más absoluta noche, suavizada solo por la luna y las estrellas. Viajar al atardecer nos ha permitido disfrutar de estos cambios y conocer la belleza de cada momento
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Cuando menos lo esperábamos y en medio de la oscuridad, han aparecido tres hombres en el momento que pasaba el coche. Se han precipitado al centro de la carretera y se han tirado debajo de las ruedas tan de repente, que a día de hoy aún no sabemos de donde han salido. Entre que no lo esperábamos, la oscuridad y la soledad del lugar...nos hemos llevado un gran susto.
Hassan nos había aconsejado esta mañana que no nos fiáramos de nadie ni paráramos por nadie. Y que si queríamos un consejo de amigo, no viajemos hasta Tamanrasset porqué los tuareg estan revolucionados. También nos ha dicho que por el hecho de ir solos tenemos que vigilar mucho y, sobretodo, si nos sale alguien en medio del desierto no se nos ocurra parar sinó al contrario, acelerar para evitar lo que pudier passar. Ésto es exactamente lo que hemos hecho porque nos lo ha dicho tan seriamente que nos ha puesto un poco el miedo en el cuerpo. Queríamos viajar hasta la región del Hoggar pero, quizás lo tendremos que pensar y dejarlo para otra vez. Por encima de todo, está claro que lo queremos pasar bien, que no queremos tener una mala experiencia, y menos yendo solos y con nuestros hijos.
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5.8 La problemática de los Tuareg
Los Tuareg son un pueblo que por tradición han llevado una vida nómada y así es como han sido felices. El cielo y las estrellas han sido su tejado y la inmensidad del desierto su morada. Nunca han sabido ni se han preocupado de fronteras sinó de lugares con buen pastoreo para sus animales y en buenas condiciones para sus familias. Desde que el Sáhara fue distribuído trazando líneas sobre un mapa en algún despacho de la época colonial, esta gente quedó dividida perteneciendo a Argelia, Mali, Níger, Mauritania y Libia.
Según las explicaciones de Hassan, los que viven en Argelia no tienen ningún problema porque las razas de quienes en este país habitan estan tan mezcladas que conviven pacíficamente y se respetan mutuamente. Yo que siempre había asociado la esclavitud con América, he descubierto a través de este chico que en Africa también se utilizó a la raza negra para trabajar gratis. Los habitantes del norte organizaban caravanas de camellos hacia el sur cargadas con oro, sal y riquezas y allí las cambiaban por hombres negros. A éstos se les encomendaban las tareas más duras como por ejemplo la construcción de las "foggaras", canalizaciones del agua para regar los huertos. Muchos murieron haciendo galerías subterraneas bajo la arena.
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Cuando se abolió la esclavitud -siempre según Hassan-, en Argelia estos esclavos pudieron establecerse, trabajar y ganarse más o menos la vida. Algunos se casaron con bereberes del norte. La población es muy heterogenea pero conviven bien.
En cambio, en los países del sur, los tuareg representan una minoría entre una mayoría de raza negra. Los gobiernos respectivos han intentado -sin éxito- cambiar sus hábitos y conseguir el objetivo principal: que se conviertan en personas sedentarias. Se han llevado a cabo algunos programas sociales como por ejemplo darles una casa pero resultaba ser un espacio demasiado pequeño para quien está acostumbrado a vivir en el infinito. Lo primero que hacían era quitar los cristales de las ventanas porque se sentían ahogados, luego le tocaba el turno a las puertas y, finalmente acababan yéndose porque no lo podían resistir.
Debido a que no están nunca en el mismo lugar y que a menudo cambian de país sin ni siquiera saberlo -tampoco les importa demasiado-, los gobiernos se ven en la imposibilidad de llevar un censo al día. Por todos estos motivos y -siempre según las indicaciones de Hassan-, son perseguidos y conducidos a una exterminación. Estos hechos ya han sido vividos en otras épocas por la comunidad tuareg y nadie se ha enterado. Por tal razón quieren atraer la atención internacional, ocupan tierras fronterizas de Argelia, asaltan a los viajeros que encuentran y les roban todo lo que les puede servir.
La semana pasada -continúa Hassan-, encontraron un turista francés degollado. Los nativos de esta parte del Sáhara se encuentran muy preocupados porque se consideran un pueblo hospitalario que siempre ha acogido a los visitantes. Tienen miedo que estos incidentes asusten a los viajeros porque el suyo es un país pobre y no se pueden permitir que dejen de visitarles.
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5.9 Timimoun
Hemos llegado a Timimoun ya de noche, la noche de Navidad. Timimoun tiene un gran palmeral. Su nombre significa:"oasis rojo". Se debe a las construcciones que tiene, todas de este color, al estilo sudanés.
Nos dirijimos directamente al cámping y nos encontramos con nuestros amigos. ¡Ya es casualidad! Tan lejos de casa...hace ilusión. Sabíamos que hacían un viaje por el estilo pero salían días antes y no contábamos en encontrarnos.
El cámping es muy pequeño, como de juguete. Parece el patio de una casa, es bonito y lleno de palmeras. Nos instalamos, organizamos los trastos y nos damos el gusto de lavarnos un poco.
Hay unos cuántos wc de los que yo llamo "de puntería", o sea un agujero en el suelo, y también se puede tirar de la cadena. ¡En este lugar es todo un lujo! También hay un lavabo al aire libre con un grifo estropeado que hace que acabes usando el lavadero de al lado. También hay algunas duchas pero en un estado que no he sido capaz de usarlas.
Esta noche nuestros amigos tienen planteado ir a cenar al hotel del pueblo donde han organizado una "cena de Navidad" con música incluída y nos sugieren que les acompañemos. Naturalmente asentimos porque tenemos ganas de hablar y de estar juntos. Salimos hacia la cena y por el camino compartimos mil explicaciones y aventuras
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5.11 La revolución de los Tuareg: Ya volveremos
Nuestros amigos nos comentan que los mismos guardias de la frontera les aconsejaron no ir al sur hacia Tamanrrasset porque estaban teniendo muchos problemas con los tuareg.
¡Ui,ui!, esto tiene mucho que ver con las explicaciones de Hassan. Después de darle muchas vueltas al tema -porque cuesta renunciar a una parte del viaje-, decidimos que haremos caso no fuera que tuvieramos un disgusto. Quien sabe, quizás será la excusa para volver en otra ocasión. Ir al "Tassili" era uno de los objetivos que nos habíamos marcado y como sabemos que es precioso...pues ya volveremos.
Yo, desde la primera noche en que acampamos, con aquella salida de luna que me llegó al alma, tengo la sensación que volveré muchas veces. No pienso que quiero volver sinó que siento interiormente la necesidad de volver.
Dicen que este continente provoca impresiones fuertes que tanto pueden ser de odio como de enamoramiento, pero lo que está claro es que nunca te deja igual o indiferente, te marca profundamente....................para expresar este sentimiento dicen que "Africa te ha atrapado", y es lo que me ha pasado a mí, que me ha atrapado y yo ya me dí cuenta la primera noche...........................
............Hay que decir que a mis hijos les ha pasado una cosa semejante. El mayor, que en un principio no quería venir no para de decirnos lo que se habría perdido, y el pequeño está muy contento.
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Entramos al hotel. Aún es más lujoso y monumental que el de Benni-Abbés y dentro está lleno de alfombras, tapices y sillones por todas partes. El comedor está preparado con unas mesas adornadas con velas y flores. Las luces están apagadas para crear ambiente. Parece perfecto pero una música ensordecedora lo estropea todo. Realmente no se puede aguantar. ......................Nos hemos sentado pero no podemos hablar ni con el de al lado..........la música es en directo a cargo de un grupo local. Por las dimensiones del comedor no sería necesario ni un micrófono. Para ellos es muy importante, pertenecen a una nueva corriente que fusiona la música tradicional con la electrónica. A este nuevo estilo le llaman "Rai". Tienen un montaje de cables como para dar el concierto al aire libre. El sonido resulta tan demencial que molesta incluso a una amante de la música como yo.
El batería se anima tocando, otro se ocupa de una pandereta gigante llena de plaquetas metálicas y a veces le da a un pandero de grandes dimensiones como si lo quisiera reventar. Todo unido produce un sonido tan sucio y estrepitoso que sirve de base a dos guitarras electrificadas, a un teclado electrónico y a un cantante -micrófono en mano- que fuerza la garganta para pasar por encima de todos los decibelios que le tapan.
En algún momento de la noche pienso que me levantaré y me iré, pero me sabe mal y aguanto.
Después de la cena -ya medianoche- nos vamos hacia el camping hablando tranquilamente -ahora sí- con nuestro amigos, y los hombres que encontramos por la calle no dejan de mirarme y se quedan boquiabiertos de ver una mujer sola entre tantos hombres y a estas horas.
A nuestros amigos, una vez en el cámping les entra la vena navideña y les da por cantar villancicos, cava, turrones........nosotros lo dejamos para otro año y nos vamos a dormir. Hoy sí que será todo un lujo. Por fin hemos puesto las dos tiendas y podremos descansar bien anchos. ¡Qué gusto! Ya dentro del saco tengo los ojos cerrados y me gustaría dormir pero mi cabeza se entretiene pensando en las cuatro noches que llevamos fuera de casa: las dos primeras las pasamos conduciendo, la tercera nos tumbamos apretados en una sola tienda, la siguiente congelada en la habitación de un hotel, y hoy ya nos hemos bien aposentado. Ni tan solo notaremos si el suelo está duro o blando, si hay alguna piedra en la espalda...simplemente el hecho de reposar será un placer y dormiremos de tirón hasta la mañana siguiente. ¡Parece que hace mucho tiempo que salimos de casa!
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6 - DÍA 25 DE DICIEMBRE
6.1 Navidad
Hoy es navidad pero aquí es un día como cualquier otro. Cuando era pequeña estas fiestas me gustaban mucho y todo lo que se hacía era como una especie de ceremonia. Cada momento tenía su representación: ir a misa del gallo, felicitarse para desearse paz, escribir postales a las amistades, comer turrones, hacer el pesebre...
A medida que he ido creciendo, estas fiestas han perdido el significado para mí. No entiendo porqué tenemos que enviar postales y felicitaciones cuando llega el día de hoy. No veo porqué en un día concreto todo el mundo tiene que ser bueno, feliz...Yo pienso que la vida es un día detrás de otro y que es en las pequeñas cosas cotidianas donde hay que demostrar la paz y el cariño a los demás.
Es como si al hacerme mayor hubiera descubierto con decepción que éstos días no son lo que me habían dicho y hubieran perdido la magia que los rodeaba. Puedo decir que casi me deprimen un poco. Me hacen sentir dentro de un remolino que no puedo controlar, y que todo va solo: la colocación de las luces en las calles, los escaparates, los villancicos por los altavoces, los anuncios consumistas...
Este año me he sentido liberada de todo esto. Es curioso que esta reflexión la haya hecho el único año que, tan lejos de casa, no lo he celebrado. Creo que sentirme aligerada de este peso me ha hecho consciente. Me refiero al peso de estos hechos que suceden año tras año, cargados de intereses, disfrazados de buenas palabras y de buenos deseos y, que no se pueden esquivar, porque están presentes en el ambiente de nuestra sociedad.
Solo me sabe mal por la família, por los abuelos. Seguro que nos encuentran a faltar y mucho. No han podido entender que faltemos en estas fechas. Para contrarrestar, procuraremos llamar por teléfono -si es posible-, para darles un poco de satisfacción.
Es temprano, justo me acabo de despertar y por ser que hace poco que he abierto los ojos estoy muy filosófica. Saco la cabeza por la puerta de la tienda y veo un montón de pajaritos que se pasean y se acercan. Los observo un ratito y los encuentro muy confiados, no se asustan ni se apartan aunque me mueva.
Los amigos de nuestra ciudad ya lo están guardando todo.........Nos despedimos..........nos aconsejan que tengamos cabeza y que no nos compliquemos la vida asumiendo riesgos innecesarios...........es posible que nos reencontremos en Ghardaia.
Hoy vamos a dar una vuelta por la "Sebka". Nos sentimos un poco extraños porque siempre hemos ido a nuestro aire con la compañía de mapas y brújulas, pero este chico acompañó ayer a nuestros amigos y nos convencieron para que nos hiciera de guía.
Nuestro guía ya está aquí. Es un chico que trabaja en el camping. Por su apariencia nos impresiona un poco: la ropa muy rota, los zapatos dejan ver los dedos de los pies -bastante habitual en este país-, ni un diente de color blanco -como a la mayoría-. Sus facciones son muy bastas y su aspecto muy destartalado. Como muy bien dice el tópico, las apariencias engañan. El chico es muy paciente, amable y simpático y nos acompaña todo el día a lugares que cree que nos gustaran.
Está afónico y dice que es de la fiesta de ayer, de acostarse tarde, de beber y de fumar. Nos lo explica con toda la satisfacción del mundo, como si fuera una heroicidad. Dice que las leyes coránicas son muy radicales y, por eso, los jóvenes quieren hacer exactamente lo que está prohibido. Lo que más me sorprende es el ingrediente de orgullo y el que hacerlo signifique: "ser moderno".
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6.2 Una vuelta por la “Sebka”
Salimos de Timimoun callados mirando por la ventana y, de momento, nadie sabe qué decir. Por el camino encontramos una caravana de camellos y paramos a verla. Cada uno de ellos lleva un cargamento de “drinn” (especie de matojo seco) y nos explica el caravanero que cada camello se come lo que lleva el de delante suyo y, que ésto, es básico para su subsistencia en el viaje.
Seguimos nuestro itinerario y paramos en un lugar desde donde podemos admirar toda la Sebka. Se trata del que había sido el lago Lybia. Un inmenso lago salado que ahora está seco. Es la región más deprimida que queda entre el Atlas Sahariano y la hamada del Tademait. A nuestros pies y hasta donde se pierde la vista hay un abismo que es el que había sido años atrás el fondo del lago. Es muy grande y en su interior se ve arena muy fina y algunos puntos verdes a diferentes niveles que son oasis, recuerdo testimonial de cómo el lago se fue desecando a lo largo del tiempo.
Es temprano y la luz que hay da a este lugar una claridad especial. La arena se ve dorada con formas onduladas y se amontona a los lados. Si no fuera por su color podría parecer un manto de nieve polvo acabada de caer esta madrugada.
La visión de esta panorámica es magnífica. Nos da la sensación de estar viendo una cosa preparada y hecha a medida para gustar. Hacemos fotografías y continuamos en coche por la arena hasta un pueblecito colgado en unas rocas –que ha estado construido aprovechando las mismas piedras- de manera que queda totalmente mimetizado con el paisaje. Debajo de las rocas hay una cueva natural muy grande y honda...................
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(https://img401.imageshack.us/img401/3637/senzanomescandito03mj6.jpg)
En estas rocas hay las casas mimetizadas
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6.3 Aprovechamiento del agua: Las “Foggara”
Seguimos un camino de arena que nos lleva hasta un poblado que hay en un oasis cercano. Aquí dejamos el coche y caminamos bastante. Delante tenemos unas palmeras altísimas que hacen sombra a unos huertos muy verdes y muy bien cuidados, de donde sacan tomates, zanahorias, lechugas y árboles frutales, sobretodo: limones y mandarinas. Al fondo hay unas rocas y un enjambre de casas pegadas a ellas que no se distinguen hasta que llegas.
De lejos veo venir una mujer bereber. Sus vestidos de mil colores me han robado el corazón y, espontáneamente le hago una fotografía. En el mismo momento, la mujer se ha tirado al suelo gritando y pegando puñetazos y patadas a la arena.
Primero me asusto. No me acordaba que no les gusta pero la reacción ha sido desmesurada. Le pregunto al chico que nos acompaña el porqué de esta actitud y me explica que son antiguas supersticiones: piensan que la cámara se les lleva el alma.
Pasando por unas callejuelas muy estrechas de este pueblo, veo a la chiquillería reunida en el patio de una casa. Están todos sentaditos en el suelo y en silencio como si escucharan alguna cosa importante. Nuestro amigo me explica que estos días los niños ya tienen vacaciones de la escuela pero siguen yendo diariamente a recibir las enseñanzas coránicas. Le pregunto si él también tiene que ir y no hay manera de sacar agua clara de sus explicaciones, pero hace un gesto que me hace suponer que no le gusta mucho.
Las casas de estos pueblos son muy diferentes a las nuestras. En nuestra cultura los pueblos tienen casas con puertas y ventanas que dan una sensación acogedora. En cambio aquí ves unas casas cuadradas pequeñas, bajitas, a menudo separadas de las otras y con el techo plano, hechas de ladrillos de arena cocida al sol y colocadas de forma irregular. Parece que no están acabadas e incluso que tengan que desplomarse de un momento a otro. No se ve ninguna ventana exterior. Por una puerta pequeña se accede a un patio y, es en este patio, donde dan todas las habitaciones.
Esto tiene una explicación lógica. Las paredes exteriores son lisas y sin aberturas para evitar la arena que lo invade todo movida por el viento y se puede filtrar por cualquier rendija. Es una forma de construir práctica y adaptada al medio y, una estrategia para protegerse. Comprendo que es natural y necesario que se haga de esta forma pero también es cierto que estos pueblos, en primer momento, parecen hostiles y desordenados.
Cuando hemos pasado por delante del patio donde habían los niños recibiendo lecciones del Corán, como estaba la puerta entreabierta, he hecho la acción de sacar la cabeza para mirar. Quizás es deformación profesional porque soy maestra pero me ha hecho mucha gracia poder ver como lo hacían. Mi marido, que caminaba detrás de mí, y ya se esperaba mi reacción, me ha estirado del jersey y me ha dicho: -¡Ni se te ocurra! ¡-Se lo van a tomar como una falta de respeto! Pienso que tiene razón y paso de largo mientras oigo a los niños recitar y repetir unas cancioncillas que suenan todas iguales a mi oído.
Ya a la salida del pueblo encontramos las “foggara” que buscamos. Son conducciones de agua que discurren a través del desierto para transportarla hasta el oasis. De agua –nos explica- en contra de lo que se pueda pensar, hay mucha, pero está en el subsuelo. El trabajo es canalizarla, hacerla salir a la superficie y llevarla hasta donde sea necesaria. A veces puede ser a kilómetros de distancia. Algunas de estas conducciones, construidas por esclavos, datan de la época de los romanos.
Ahora, a años luz de aquellos tiempos, nos lo miramos y lo encontramos casi inexplicable de tan complicado. Nos explica nuestro amigo que los ingenieros de una universidad europea lo han querido estudiar y se han vuelto locos para comprenderlo. Donde llega el agua al oasis hay un sistema para distribuirla equitativamente. El líquido va pasando por unos conductos hechos con arena humedecida prensada y secada con el sol, que van a parar a los huertos. En un lugar concreto, hay unos repartidores para cada familia de manera que a cada una le llega el agua proporcionalmente a la tierra que cultiva. Quién tiene mucha tierra tiene mucha agua porque necesita regar más, y al contrario.
Nos estamos un rato mirando como se distribuye el agua porque es muy curioso. Se podría comparar a nuestros cruces de autopistas, incluyendo los puentes a diferentes niveles. Podría ser una imagen parecida pero en miniatura y con canales de agua en vez de carreteras.
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6.4 El pueblo de las mujeres y los niños.
Nos vamos hacia otro pueblo de la Sebka que no conservo su nombre pero del que guardo gratos recuerdos.
Curiosamente no vemos hombres -quizás están trabajando- pero sí muchas mujeres, niños y niñas. Seguramente es el lugar donde vemos más pobreza. Cuatro casas, cuatro palmeras y...muchos niños. No sé de donde salen pero desde que alguien nos ha visto no paran de venir –incluso de bastante lejos- . Van bastante mal vestidos y se les ve necesitados de todo. Eso sí, juegan y hacen mucho jaleo y si juzgamos por sus caras, parecen muy felices.
Entramos dentro del oasis –que es muy pequeño- y tengo la visión de una estampa preciosa que no me atrevo a fotografiar a causa de la experiencia anterior. Debajo de las palmeras exuberantes y de un verde intenso, hay una balsa de agua clara que utilizan de lavadero. Hoy debe ser el día de la colada y unas cuantas mujeres bereberes con sus vestidos de mil colores –esto solo ya es bonito de ver- están lavando.
Su piel muy oscura –curtida por el sol- contrasta exageradamente con los ojos, con los dientes que dejan ver sus sonrisas de oreja a oreja, y con el pañuelo que llevan puesto en la cabeza.
En un lado hay palanganas de porcelana esparcidas con ropa para lavar y, encima de las piedras, montones muy bien hechos, todos iguales, y redondeados de ropas ya lavadas y escurridas de diferentes colores que se reflejan en el agua. El conjunto: las mujeres, las ropas, el verdor de las palmeras y el agua tan limpia, forman una imagen que mis ojos se complacen en mirar.
He estado tentada de preguntar si les podía hacer una foto pero me lo he quitado yo misma de la cabeza. Las mujeres me saludan cariñosamente –siempre sonriendo- y yo, también procuro ser amable.
Más arriba, sentada en el suelo a pleno sol, hay una mujer joven amamantando a su bebé. Me siento cautivada por todas estas situaciones tan tiernas y bonitas. La chica me mira y me sonríe. Las sonrisas de estas mujeres son transparentes y nobles, abiertas e irresistibles. No nos decimos nada pero con la mirada nos llegamos al alma.
Cuando volvemos hacia el coche hace aparición de nuevo la chiquillería del pueblo. Las niñas nos quieren vender unas jarritas de arcilla sin cocer. Son muy rústicas pero bonitas, no hay ni una de igual. Adornadas con dibujos geométricos rebajados en el barro y lo más curioso: tienen la base redondeada. Las hacen ellas mismas y es una manera de ayudar a la subsistencia familiar.
Para marchar de este pueblo situado en una hondonada, el coche tiene que trabajar bastante pues la arena está muy blanda y caliente .........................
Empiezan a venir muchos niñas y niños corriendo desde muy lejos y por todos lados y rodean el coche por completo. Chillan, golpean los cristales, piden que les demos ropa o cualquier otra cosa.................................nos sentimos realmente mal.........................
Queremos marchar y no sabemos como hacerlo. Tenemos miedo de hacerles daño. Mis hijos están muy afectados y nosotros, también. Es imposible que el mundo funcione de esta forma. No puede ser que haya pueblos como éste con unas necesidades tan básicas sin resolver mientras en otros sobre de todo y no se valore nada.
Ponemos en marcha el motor y, poco a poco, probamos de avanzar con la esperanza que con el ruido se vayan separando. Así es pero siguen corriendo un buen rato por los lados y por detrás del coche.
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6.5 Navegando por la arena
(https://img295.imageshack.us/img295/9402/senzanomescandito05hi4.jpg)
Ahora sí que se puede decir que ya estamos dentro de la Sebka. En algunos momentos me pregunto si el coche podrá pasar porque va dejando unas rodadas muy hondas en la arena blanda.
Atravesamos un palmeral bastante grande y mi marido va siguiendo las instrucciones de nuestro acompañante que, en estos momentos, ya habla por los codos explicando todo lo que le parece que nos pueda interesar.
Parece que hacemos slalom por entre las palmeras. El coche se puede decir que navega –y no corre- o al menos ésta es la sensación que da. El sol cae a plomo y la arena se ve dorada. Es como si estuviéramos pasando por un laberinto de palmeras. El coche se hunde hasta tal punto que parece que se va a parar de un momento al otro. Interiormente me preparo por si se queda embarrancado...pero no, aguanta, parece que flota hasta que salimos del palmeral. Este trayecto ha sido precioso, la luz del sol nos llegaba filtrada entre el follaje y producía una atmósfera muy especial.
Al salir de aquí pasamos por unos extraños campos de arena oscura. Nuestro amigo nos explica que lo que estamos viendo es fruto de unas investigaciones y consiste en la preparación de extensiones de desierto para poder sembrar. En primer lugar las inundan. De esta manera el agua disuelve los minerales y los nutrientes y, cuando se seca la arena, se forma una costra dura. Es el momento de pasar una máquina para removerlo todo y volver a repetir la operación tantas veces como sea necesario hasta obtener una capa de arena suficientemente gruesa convertida en tierra endurecida y enriquecida.
Cuando este trabajo se ha terminado, el desierto ha ganado grandes extensiones de suelo para sembrar. Los únicos problemas son: su elevado coste económico, el gran esfuerzo que representa y, que no se puede hacer en todas partes sino que depende de diversos factores. De todas maneras, para este país representa un gran progreso.
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6.6 Los viejos “Ksards”
Cambiamos totalmente de rumbo y, otra vez a través de arena muy blanda, después de subir y bajar algunas dunas, llegamos a un lugar bien diferente: una fortaleza en ruinas. Su aspecto es imponente aunque por dentro está bastante deteriorada. Subimos a lo alto de la fortaleza con cuidado porqué las piedras se caen con tocarlas, para contemplar una buena panorámica y nos sorprendemos porque lo que se ve desde este lugar es como un sueño.
Esta sensación ya no es nueva para nosotros, la hemos experimentado en mucho otros rincones desde que llegamos a este continente. La luz, las sombras y el aire caliente crean esta imagen irreal de una manera increíblemente natural. Lo que vemos nos deja de piedra y no podemos hacer nada más que mirarlo Te das cuenta que ni respiras porque parece que se tiene que romper el encantamiento si lo haces. El silencio que lo rodea todo y la soledad que hay tan profunda también son factores que contribuyen a crear esta imagen de sueño.
He experimentado que te deja en un estado de calma total. Parece ya tan lejos los días de nervios y de prisas para llegar a trabajar a la hora...Parece que haga toda una vida que estamos aquí e incluso he perdido la noción del tiempo que ha pasado. Desde que puse los pies en este continente, he mirado el reloj en contadas ocasiones y ya no me acuerdo que lo llevo puesto. El tiempo no cuenta, se hacen las cosas sin prisas...simplemente, se hacen.
Cuando el viento sopla fuerte, trae arena a los huertos y acabaría por cubrirlos. Para evitarlo, los rodean con “afredj”, unas vallas hechas con troncos de palmera secos y trenzados. Parecen empalizadas. Con el tiempo, la arena avanza y va formando una duna encima. Cuando ya es demasiado alta y queda casi sepultada, construyen otra y la empalman. De esta manera protegen los huertos y los mantienen verdes y libres de arena.
Empalizadas para los huertos
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Foto hecha desde lo alto de una fortaleza. Se pueden ver otras. En medio una surgiendo de una nube de arena
(https://img524.imageshack.us/img524/4253/senzanomescandito14js4.jpg)
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He hecho una ampliación de la zona pero no muestra la belleza ni la visión irreal de resurgimiento de la arena.
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6.7 Buscando rosas de arena
Después de los viejos castillos, nuestro amigo nos lleva allí donde nos hacía mucha ilusión: a buscar rosas del desierto.
Es el punto del mediodía y el sol calienta mucho. Nadie diría que hoy es el día de Navidad. Es pleno més de diciembre y hace mucho calor. Nos paramos en medio de un campo de arena y, es tan blanda, que el coche se hunde hasta la mitad de la rueda. Vemos tres chicos que están trabajando buscando rosas. Están aquí desde la mañana y han encontrado algunos ejemplares curiosos. Tienen abierto un agujero en el suelo que cabríamos nosotros dentro y, como que están descansando, dejan meter a nuestros hijos y les dejan sus palas para cavar, que bien mirado, son más grandes que ellos.
Hasta donde alarga la vista, el suelo está lleno de rosas, pero no son muy agraciadas. Cuando buscas bajo tierra es emocionante porque vas de sorpresa en sorpresa y encuentras de todos los tamaños y formas, más o menos bonitas y más o menos cristalizadas.
Los niños se animan buscando pero nosotros no nos quedamos cortos. Empezamos haciendo un agujerito aquí y otro allí y, terminamos tan apasionados que pasamos mucho rato y gastamos muchas energías para desenterrar una rosa muy grande. Hay que sacar tanta arena para dejarla al descubierto que necesitamos refuerzos. Acabamos los cuatro trabajando en el agujero. ¡Cuando la sacamos a la superficie se nos rompe en dos trozos! .................
Mi marido y los niños se sientan a hablar con los chicos que hemos encontrado y éstos, preguntan si tenemos agua y alguna cosa para comer. Sacan la comida y proponen compartirla. Se enamoran enseguida de las latas de atún y también les gusta mucho el pan de higos y los frutos secos.
Yo, que me había alejado y no me había enterado de nada, he vuelto y me he sentado a comer. ¡Qué gran problema! No se me había ocurrido que con esta acción les podría molestar. Todo ha sido sentarme a comer a su lado y notar nerviosismo, risitas, habladurías entre ellos, miradas extrañas... Cuando he comprendido lo que pasaba me he sentido tan incómoda que no sabía como actuar pero los he comprendido.
En este país, cuando las mujeres se casan ya no pueden hacer una vida social al lado de los hombres, tienen que ir totalmente cubiertas y hacen su vida un poco aparte. En cambio yo llego con pantalones, con las mangas arremangadas porqué hace calor, me siento a su lado a hablar con ellos, les ofrezco de mi comida...Si lo analizo fríamente pienso que la situación creada ha sido demasiado fuerte para ellos. Cuando ha llegado a un punto que me ha parecido demasiado tensa, me he levantado sin ganas y me he marchado a buscar más rosas bien lejos.
Un poco más tarde, nos despedimos y tomamos rumbo de nuevo hacia Tiomimoun, el “oasis rojo” .
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6.8 La ilusión de los jóvenes por una bebida de cola
...........................ahora que ya nos tiene confianza nos pide disimuladamente si le podríamos dar una lata de cola que ha visto en el coche –una de las aspiraciones de los jóvenes de este país-, y sigue jugando con mi hijo pequeño como empieza a ser habitual con todas las personas que conocemos.....
......................en el camping trabajan dos chicos más que se han dado cuenta y ya hace rato que nos miran.......................se acercan a mi marido y le preguntan: -¿Es posible que yo tenga una como esto?, señalando una lata del preciado líquido que se podía adivinar en el maletero...................les ha dado una y han estado muy contentos. Se han puesto muy nerviosos con ella en la mano. Se la han bebido ávidamente delante nuestro mientras han empezado a hablar de política y del gobierno de su país. Se quejan de vivir en un sitio tan cerrado. Están en época de elecciones y, como que se ha presentado el FIS temen que pueda ganar. La victoria de este partido fundamentalista representaría –según ellos- un gran retroceso para el desarrollo de Argelia. Son jóvenes y se encuentran atados a un sistema demasiado rígido. Les gustaría sentir-se más libres y vivir como nosotros................................
6.9 Un viaje frustrado.
Llegan unos chicos de Canarias con dos coches, un Land-rover y un camión que se ha estropeado. Están desesperados porque acaban de empezar el viaje que han planeado durante un año entero y, ahora que están aquí, les falla la locomoción.
En este lugar no se pueden hacer bromas porqué se depende totalmente del vehículo para salvar las distancias tan grandes que hay de un emplazamiento a otro. Además, no se les ha estropeado ahora, ya llevan días pasando un calvario de mecánico en mecánico. Muy lejos de arreglarse el problema cada día ha ido a peor. Se están pensando la opción a elegir pero, abandonar siempre es tan difícil y tan duro..............
Nos pasamos la tarde paseando por el pueblo. El nombre de oasis rojo lo tiene ganado a pulso pues se observa una marcada influencia sudanesa. Es muy pequeño pero tiene aires de gran ciudad. Para entrar hay que pasar por debajo de un arco que le da un estilo monumental. Dicen sus habitantes que por Timimoun no se pasa, sino que uno se queda.
Nos continúan llamando la atención las tiendas. Parecen haber quedado paradas cincuenta años atrás y me gusta ver los escaparates. Dentro no hay gran cosa, solo lo más necesario: una pequeña habitación con un mostrador y detrás algunos estantes –no muchos- y por cierto, bastante vacíos.
Entramos en una tienda de artesanía y todo nos gusta. Nuestros hijos se emocionan con la mayoría de las cosas que ven. Acabamos haciendo un pacto con ellos: les daremos algunos dinares para que se puedan comprar un recuerdo. La condición es que cada uno se los administrará.
A partir de este momento empieza para ellos un gran trabajo que los tendrá ocupados todo el viaje. Cuando ven alguna cosa que les gusta tienen que preguntar el precio en dinares, contar-lo en pesetas, y lo más importante: pensar si les conviene, si tienen bastante dinero...También tienen que sospesar que faltan algunos días, que iremos a otros sitios donde pueden encontrar algo que les guste más...
Consideramos que es la forma que entiendan que todo no se puede tener. Una manera de hacerlos madurar y de aprender que no se puede tener todo lo que te gusta. Una forma también para comprender porqué algunas veces se les dice: ¡-No!
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6.10 Un país con poca capacidad telefónica
A media tarde probamos de llamar a los abuelos. Nos toca hacer muchos viajes al hotel y no hay manera de coger línea. Decidimos ir a cenar y probar más tarde. Alrededor de las ocho volvemos. El sol se ha puesto y el cielo se está volviendo rojo.
Como que estamos en las afueras del pueblo y delante tenemos el palmeral, las siluetas recortadas contra el cielo nos sirven un buen espectáculo. Nos gusta tanto que nos sentamos para saborearlo hasta que va anocheciendo y queda el cielo negro repleto de estrellas que brillan intensamente. Nos hemos quedado helados pero no nos importa.
.....................no hay manera de llamar.........................la dificultad se basa en que los números que tenemos que marcar para llamar a nuestro país son excesivos, sus instalaciones no lo permiten y hacemos saltar las líneas.....................Nos suprimen unos cuántos los empleados del hotel, y milagrosamente funciona. Hablamos y nos podemos escuchar alto y claro como si estuviéramos muy cerca.........................
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6.11 Té y azúcar, elementos con significados diferentes.
Volvemos al camping y nos preparamos un té para quitarnos el frío. Mientras lo preparamos se presentan los dos jóvenes que hemos conocido hoy y nos ponemos a hablar. Acabamos invitándolos aunque nos dicen que –en teoría-, son ellos los que nos tendrían que invitar.
El té que les ofrecemos es de bolsa y, como nunca antes lo han visto, se quedan estupefactos. Les parece muy especial pero lo que les llama más la atención es el terrón de azúcar. ¡El papel de colores con dibujos del envoltorio los vuelve locos! Se ponen muy nerviosos, les cuesta desenvolverlo y dicen que es la primera vez que toman té de una forma tan extraña.
Aquí el tema del azúcar es otra historia ya que generalmente utilizan un pilón muy grande y lo rompen a trozos con un pequeño martillo cada vez que lo necesitan.
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6.12 Gente con gran capacidad de aprendizaje
Una vez terminada esta ceremonia del té tan rara, para entretenernos nos ponemos a jugar con un juego de nuestros hijos. Se trata de un aparato con botones que suenan a la vez que se iluminan con un color concreto cada uno de ellos. El juguete emite una serie de sonidos y se trata de repetirlos igual. La serie cada vez se hace más larga y aumenta la velocidad.
Este juego trabaja el oído, la atención y la memoria y, es necesario concentrarse del todo. Ya de noche, cuando los botones se encienden se ven muy bien. Estos chicos se alteran de mala manera, las luces, la música...pero no comprenden el juego y siempre pierden. Parecen niños pequeños en la escuela. Se aplican de forma exagerada y muestran una voluntad de hierro. A base de probar y equivocarse el ejercicio empieza a dar sus frutos. ¡Ya han aprendido! Y esto les provoca una alegría tan grande que no paran de reír, gritar y hacer jolgorio. Cada vez hacen más ruido y me da vergüenza porque es tarde y quizás alguien quiere dormir.
La gente de este país –en general- encuentro que es muy receptiva y que muestra una gran capacidad de aprender. Para ellos es una necesidad. Como que les conviene entenderse con los viajeros que pasan.................................te encuentras que la mayoría saben decir unas palabras en montones de idiomas............................
...Es tarde y nos acostamos pero antes de marcharse nos invitan mañana a tomar el té aunque no podrá ser porque ya nos iremos.
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7 - DÍA 26 ATRAVESANDO EL DESIERTO(fragmentos)
7.1 De Timimoun a Adrar
Hoy nos levantamos muy temprano y lo recogemos todo para continuar el viaje. Aún estamos pensando si bajar hasta Tamanrrasset o no. Pensamos que quizás lo que nos dicen de los tuareg es una exageración y, ahora que estamos aquí...
En el camping hay unos franceses que tenen claro que está en su plan y por lo tanto irán igualmente. Nos ronda por la cabeza juntarnos con ellos, de esta manera ya no iríamos solos...pero finalmente lo desestimamos por los niños.
Marchamos de Timimoun y a la salida del pueblo nos encontramos a los de Canarias con su camión en el mecánico. Les deseamos suerte y vamos a poner combustible en una estación de servicio. Mientras estamos allí vienen muchos niños que, cuando nos marchamos, se cuelgan como macacos por detrás del coche y por los lados. No bajan, tenemos miedo que se caigan y paramos un instante. Se asustan mucho y salen disparados al mismo tiempo que oímos un ruido fuerte y seco en el exterior pero no le damos más importancia porque no encontramos nada extraño.
Esta vez también hemos llenado de combustible los jerricanes del techo porque nos adentraremos en la hamada del “Tademait” y los necesitaremos.
Hacemos por carretera los doscientos kilómetros que nos separan de Adrar. Sopla un viento de mil demonios que no se puede aguantar al que se le tiene que sumar la arena que levanta, que se arremolina y que se mete por todas partes incluso en los sitios más impensables por tapados y escondidos que puedan estar.
En Adrar paramos a comprar pan. Se encargan nuestros hijos. Mientras esperamos se nos acercan dos hermanos para saludarnos. Mi marido me hace fijar en los zapatos de la niña. En realidad no sé porqué los lleva porqué de zapato ya no queda. Le salen los dedos y la mitad del pie por delante y, de los calcetines, solo le queda la parte de la pierna, la del pie es un gran agujero, tan grande, que no hay calcetín.
Tenemos unos zapatos nuevos que no nos van a ninguno, nuevos para estrenar y parece que son de su medida. Las cojo, se las muestro a la niña, pero sin tiempo de más, el niño se me tira encima y me las quita. Me enfado mucho y con gestos le hago entender que quien tiene los zapatos rotos es ella. Asiente con la cabeza, se las da a su hermana, y salen disparados gritando y enseñándoselas a su madre que está en la ventana. Ella nos da las gracias y nos saluda con una sonrisa.
Este pueblo es para nosotros el punto de partida para entrar en el desierto. Dejaremos la carretera, y cogeremos la pista para atravesar el plateau del Tademait.
Me hace ilusión pero ya estamos otra vez...en el fondo, tengo un remolino en el estómago...¡Nunca he estado en un lugar tan solitario!
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7.2 La planicie del “Tademait”
Mientras estoy ausente pensando en estas cosas, todos dicen que quieren comer, que ya es hora. Bajo del coche y casi me muero de la impresión. Estamos en una explanada inmensa ya lejos del pueblo de Adrar y no hay absolutamente nada. Mi sorpresa viene de un gran cartel –como las vallas publicitarias de nuestras carreteras-.
La valla es grande, rectangular, pintada de color negro y, en el medio, como si se tratara de una bandera pirata, hay el dibujo de una calavera con dos tibias entrecruzadas, así como unas letras en francés muy grandes que dicen “ Hammade du Tademait- Peligro de muerte”.
La visión de este cartel me descontrola. Mi marido me hace entender que es normal que esté ahí ya que quién pasa de este límite tiene que saber a qué se expone y tiene que ir preparado. Según él no se trata de ninguna exageración pero produce un fuerte impacto.
Acabamos comiendo dentro del coche porque el viento nos llena la comida de arena y, rodeando el morboso cartel, entramos en la hamada.
Se trata de un lugar completamente plano. El suelo es duro con arena gruesa y piedras. Hay marcas de otras rodadas pero es imposible seguirlas para guiarse porque van en todas direcciones. Aquí cada uno tiene que marcar su propio rumbo , la dirección a seguir, y buscar su propio camino.
El suelo es oscuro porque está lleno de piedras negras que son restos de antracita. La hamada tiene siete cientos kilómetros de largo por tres cientos de ancho. En otras épocas había estado cubierta de bosques de los que solo quedan restos fósiles. Con el sol esta antracita negra hace coger al azul del cielo unos reflejos de color lila muy bonitos.
Vamos siguiendo nuestro rumbo y encontramos balizas: palos clavados en el suelo muy de vez en cuando para marcar referencias. Por lo que hace al suelo, es muy llano pero no te puedes fiar porque hay agujeros u otras trampas que no ves hasta que te encuentras encima.
(https://img401.imageshack.us/img401/9374/senzanomescandito09ji2.jpg)
(https://img180.imageshack.us/img180/1583/senzanomescandito10bg3.jpg)
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7.3 ¿Alguien tiene problemas?
Cuando ya hace algunas horas que rodamos por aquí, vemos una columna de humo al fondo y nos preocupamos. Sabemos que en el desierto si alguien tiene un problema, el último recurso es quemar una rueda. El humo que hace, en un terreno tan llano, se ve a kilómetros de distancia y puede significar la salvación.
Por ésta razón, abandonamos nuestro rumbo y marchamos en sentido contrario. Conducimos mucho rato y siempre vemos el humo a la misma distancia. Cuando ya estamos cerca nos damos cuenta que son explosiones. Hay una torre muy alta y gente trabajando. Pensamos que buscan petróleo y ya no nos acercamos más. Hemos perdido el tiempo y el combustible, veinte kilómetros más los de la vuelta, serán cuarenta, pero si alguien lo hubiera necesitado seguro que lo habría agradecido.
No paramos de rodar en toda la tarde y parece que no nos movemos de sitio porque mires por donde mires, el paisaje es siempre igual: el suelo plano, el cielo azul con reflejos lilas y ya está. Ah, y la soledad, la nada, nosotros con nosotros mismos.
(https://img257.imageshack.us/img257/5162/senzanomescandito17cr2.jpg)
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7.4 La brújula nos hace una mala pasada.
De repente ya no estamos en la llanura. Hemos intentado atravesar un “oued”, un río seco, pero en lugar de cruzarlo nos hemos quedado dentro. El aspecto del lugar ha ido empeorando: agujeros, piedras cada vez más grandes y puntiagudas, matojos secos con sus calabacitas... Empezamos a estar cansados de tanto bache. Tenemos la espalda dolorida y ya tenemos bastante.
Aunque no vemos clara la situación seguimos algunos kilómetros más hasta que lo encontramos tan raro que ya pensamos que tiene que haber algún error.
Llevamos dos brújulas. Una de bolsillo que para utilizarla hay que salir y apartarse un poco del vehículo para eliminar campos magnéticos, y otra de fija instalada dentro del coche, que ya está preparada y compensada para poder ir leyéndola mientras circulamos. Contrastamos la información de las dos brújulas y como no se ponen de acuerdo, después de comernos el coco un buen rato, descubrimos que la del coche se ha estropeado y va loca marcando lo que quiere. ¡Vete a saber desde cuando estamos yendo en una dirección incorrecta!
Se está haciendo muy tarde y por esta razón, decidimos salir del oued y buscar un lugar para acampar antes que no anochezca. Mañana será otro día y con luz suponemos que todo será más fácil.
El sol se está poniendo detrás nuestro. ¡Deseaba tanto ver una puesta de sol en el Tademait! Me habían hablado mucho de su belleza.
Acostumbrada a ver el cielo de color azul y sin nubes desde ya hace tantos días, me gusta ver como se va llenando de pinceladas de colores diferentes como si de una acuarela se tratara.
Estas imagenes la hizo mi marido en el viaje anterior
(https://img444.imageshack.us/img444/5762/02tj3.jpg)
(https://img256.imageshack.us/img256/7069/senzanomescandito23wu3.jpg)
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7.5 Acampada en pleno desierto: Los “Kel-Essuf”
Por un lado vemos unas rocas y creemos que serán un buen resguardo para acampar. Sigue haciendo el mismo viento horroroso y desagradable de esta mañana. Dicho y hecho, en un momento estamos allí. El lugar queda muy bien protegido gracias a la pared de rocas que nos hace de pantalla. Sólo nos tocará el viento pero no se puede pedir más, al contrario, a todos nos parece un lugar magnífico.
La puesta de sol está a punto pero no nos podemos entretener a sacar fotos como yo quisiera porque a la que se esconde oscurece rápido y aún nos tenemos que instalar. Es posible que solo nos queden unos minutos de luz y hay que aprovecharlos. El viento llega helado y molesta tanto que dificulta los movimientos y, en las manos, no tenemos tacto para hacer nada a gusto.
Nos disponemos a sacar el soporte de la rueda de recambio para acceder a la puerta trasera del coche y coger la tienda y...ésta sí que es buena: ¡No se puede abrir! Con esta gracia no contábamos. Hoy se ve que es nuestro día y vamos de una aventura a la otra, le tendremos que dar la culpa a los “kel-essuf”.
La gente de aquí dice que son unos espíritus del mal a los que culpan de los males que les pasan. Por esto hoy, parece que hayamos topado con ellos. Mi marido prueba en vano de desbloquear el soporte y no tenemos tienda ni cacharros de cocina, ni comida, ni sacos de dormir, ni nada.
Después de mucho trabajo y de pegar algunos martillazos lo consigue. La arena que hay en el aire y se mete por todas partes había estropeado el mecanismo.
Cuando estábamos la mar de contentos y pensando que estaba todo solucionado, topamos con el siguiente problema. Ahora resulta que tampoco se puede mover la ventana de la puerta trasera. Ponemos la llave en la cerradura y no hay manera.
Está trabado como lo estaba el soporte de la rueda. (La puerta de atrás de nuestro coche está dividida en dos partes. La superior, de cristal, que se abre hacia arriba, y la inferior, metálica que se abre hacia abajo. El cerrojo está en la ventana y, sin levantarla, es imposible abrir la puerta).
El sol ya se ha puesto y he podido mirarlo solo de reojo alguna vez. No era el momento, teníamos otros problemas primordiales para solucionar.
Ha oscurecido en un momento. Suerte que después el cielo enrojece y la mínima visibilidad nos da un poco de margen. Desde dentro del coche, con una buena dosis de ingenio y muchos esfuerzos, se ha podido desmontar la cerradura y, por tanto, abrir la maldita puerta. Al final hemos podido coger la tienda. Ahora sí que ya es negra noche.
Nos hemos repartido el trabajo. Mi marido y el niño pequeño intentaran volver a montar la cerradura para poder dejar el coche cerrado y el mayor y yo, montaremos la tienda.
El suelo no es plano, hace mucha pendiente pero es el precio que hay que pagar para estar al abrigo de las rocas. Por otro lado también es una ventaja porque el suelo es muy blando, sin ninguna piedra. Interiormente pienso que como mínimo descansaremos mullidos después de tanta peripecia
Ni tan solo este pensamiento se cumple. ¿Qué ha pasado? Ignoraba que los niños no habían podido resistir la tentación de saltar y pasearse sobre la arena virgen. Al poner de noche la tienda no lo he visto. A consecuencia, cuando nos hemos tumbado en los sacos, al poner la espalda en el suelo, hemos notado unos agujeros que parecían cavernas.
A mi marido tampoco le ha resultado fácil volver a montar el cerrojo porqué tenía las manos tan frías que se le ha caído la herramienta en el suelo y ha desaparecido en la arena.
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7.6 Una cena alrededor del fogón, bajo las estrellas.
................estamos bajo cero, hace viento y hace mucho frío. Ponemos el fogón delante de la rueda del coche y nosotros nos sentamos alrededor encima de un aislante. El otro lo colocamos a modo de para-viento para que no se apague el fuego. Vamos haciendo la cena entre todos y mientras tanto, conversamos. ¡Nos sentimos muy unidos! Esto de estar aquí afrontando situaciones adversas y trabajar en conjunto para superarlas, refuerza nuestra unión. Cada uno de nosotros se esfuerza para ser amable y colaborar.
La noche se ha hecho ya muy negra y las estrellas son magníficas. Me gusta estar aquí con este silencio. También da un poquito de respeto pensar que estamos solos en muchos kilómetros a la redonda. Recogemos todo y nos apresuramos a entrar en la tienda. A mí me gustaría ver como sale la luna pero hace demasiado frío y aún tardará unas dos horas.
Estar tumbados con estos socavones en la espalda es
dramático pero ahora mismo no hay solución posible y nos conformamos. Todos tenemos alguno debajo, nadie se salva. Intentamos adaptar el cuerpo y encontrar la forma para poder dormir.
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7.7 Insomnio
No consigo dormir. El viento mueve desmesuradamente la tienda de un lado a otro. Solo por casualidad quisiera saber a cuántos kilómetros sopla. Los palos del iglú se aplanan y la ropa casi nos toca la cara. Da la sensación que haya alguien encargado de irnos tirando cubos llenos de arena con mucha fuerza y siguiendo un ritmo bien preciso. Me angustio y llego a pensar que si el viento continúa soplando con esta cadencia, mañana nos encontraremos debajo de una duna y nadie se habrá enterado.
No paro de dar vueltas y tengo un poco de miedo. Estos días hablando de los tuareg que asaltan a los viajeros...y, aunque están muy lejos de esta zona, no me lo puedo sacar de la cabeza..............................cuando el cansancio me vence, me quedo plácidamente dormida a pesar de los agujeros del suelo, y no me despierto hasta la mañana siguiente.
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8- DÍA 27 DE DICIEMBRE
8.1 Tres salidas de sol en una mañana
Salimos de la tienda, todo está en orden y ya estoy más tranquila porque no ha pasado absolutamente nada. Nos abrigamos y subimos a la montaña para ver la salida de sol. Aún es muy temprano pero nos esperamos. Con un poco de paciencia hoy no veremos solo una...sino...¡Tres!
Me acuerdo de un fragmento del libro “El principito”. Está en un pequeño planeta sentado en una silla mirando la puesta de sol y la va moviendo para volver a verla.
Nosotros hemos hecho lo mismo. Cuando hemos visto la primera salida de sol, hemos bajado un poquito por el otro lado de la montaña, de manera que las rocas de enfrente nos lo tapaban. Después de esperar un rato hemos visto otra vez su nacimiento y, así...tres veces.
Bajamos al plateau y recogemos los trastos. Se rompe la bolsa de un saco de dormir y la arreglamos con cinta americana. Queda bastante encartonada pero el saco se puede volver a guardar en su sitio.......................
Al cabo de un rato nos vamos y por poco no vemos la cuarta salida de sol pues está a punto de aparecer por encima de las rocas. Subirnos a esta montaña ha sido difícil. No porque fuera muy alta sino porque el viento y la arena erosionan tanto las piedras que acababan en punta y cortaban mucho.
Nos situamos de nuevo en la planicie del Tademait y marcamos bien el rumbo. Con la equivocación de ayer casi vamos a parar a “In-Belbel” que está prácticamente en el centro de la hamada. Nuestro destino es “Aoulef”. Al cabo de unos cuántos kilómetros encontramos una zona donde hay un poco de vegetación y encontramos una haima de nómadas. ¡No me lo puedo creer! Toda la noche pensando que estaba a cientos de kilómetros de la civilización y casi teníamos vecinos.
Por el camino, a cada quince kilómetros encontramos balizas solares pero no deben funcionar ya que esta noche las habríamos visto.
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8.2 ¡Se ha estropeado el coche!
Mientras estábamos distraídos mirando la próxima baliza mi marido para el coche muy asustado. ¡La aguja del marcador de aceite se ha parado!
Abre la tapa del motor y todo parece estar en orden. Éste es un problema muy serio ya que si el aceite no lubrica el motor se quema en poco rato. A ninguno de nosotros se le ocurre hacer comentarios de mal gusto pero la procesión va por dentro. El problema se ve de difícil solución.
Sacamos el libro del coche, miramos qué recomienda en nuestro caso y nos quedamos de piedra en leerlo: “No tocar nada y llevar el vehículo al concesionario más cercano!
Por dentro no dejo de preguntarme qué se puede hacer en un sitio como éste en una situación así. ¿Esperar a que pase alguien? ¿Es posible que no pas nadie en unos días?
Mis hijos me dejan maravillada ya que ninguno de ellos se queja ni demuestra la más mínima preocupación. Eso sí, cosa extraña, están quietos y callados en su asiento de atrás, casi me atrevería a decir que tan inmóviles, que no mueven ni los párpados.
Mi marido no encuentra nada estropeado y hablamos de la posibilidad que solo sea el marcador. Podría ser otra mala pasada de la arena que transporta el viento como nos pasó ayer con la puerta trasera.
Ponemos el coche en marcha con mucho miedo y probamos de rodar un trocito muy despacio. Por suerte no sube nada la temperatura y todo se comporta de forma normal. Al cabo de un cierto tiempo de circular así, decidimos seguir -aunque vigilando los marcadores continuamente-.
Tres días después, de la misma manera que hoy ha dejado de funcionar, misteriosamente el marcador de aceite se volverá a poner en marcha. ¡Quizás sí que habrán sido los “kel-essuf” ¿Tendremos razón en haber pensado en la arena que el viento se empeña en introducir insistentemente en todos los rincones?.
Pronto empezamos a encontrar unas balizas elaboradas con ruedas de camión medio enterradas en la arena que nos han conducido, en primer lugar: a una antigua planta de prospección de petróleo abandonada, con todos los materiales esparcidos por el suelo, y restos de alguna construcción; y después: a una carretera que rodea la hamada por la cual llegamos a “Aoulef” donde vamos a repostar combustible.
Las gasolineras aquí son bien especiales y extremadamente peligrosas. El suelo es un lago de gasolina y gas-oil porque no tienen ningún cuidado...................Llenamos otra vez los jerricanes del techo y, a partir de ahora, vamos a estar más atentos pues en la gasolinera de Timimoun, de los niños que se colgaron por el coche, se ve que alguno se colgó del tapón de uno de los bidones y al soltarse se destapó. –De aquí el golpe seco que oímos y no pudimos identificar-. Lo descubrimos ayer en medio de la llanura.
Encontramos el jerrican abierto y vacío –suponemos que se fue derramando el gas-oil por el camino- y no pudimos llenar el depósito. Hoy nos ha tocado sufrir y hemos llegado a Aoulef haciendo saltos.
Fue una gamberrada de chiquillos pero nos podría haber reportado malas consecuencias.
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8.3 De “Aoulef” a “In Sallah: ¿Pista, arena, fesh-fes-, toulée ondulée…?
Este itinerario se puede hacer por carretera o cruzando por el plateau del Tademait. Decidimos que será mejor ir por carretera para descansar de los dos últimos días. En un principio está bastante bien aunque invadida por dunas muy grandes que se tienen que ir sorteando invadiendo el carril contrario. A lado y lado vemos que hay restos de árboles fósiles y nos paramos un poco a verlos. Los niños se revuelcan y juegan en la arena. Los dejamos porque bien se tienen que desfogar de los largos momentos que pasan dentro del coche. Mientras, mi marido aprovecha para atar bien los trastos del portaequipajes del techo pero como veo que no ayudo demasiado, acabo dentro escapándome de este viento tan horrible que hace días que aguantamos y de la arena que se mete por los ojos, boca y orejas.
Seguimos y, más adelante encontramos a unos belgas arreglando su coche. Los vimos embarcando en Almería. Nos paramos y nos explican que el coche funciona pero tienen que ir haciendo reparaciones de vez en cuando. La chica me cuenta que está ya muy cansada del viento y del frío. Ya hace dos días que soportamos estas condiciones climáticas y ellos, no se han visto capaces de acampar. Cuando le comento que hemos dormido en la tienda y en medio de la hamada...se asusta.
A nosotros, la verdad es que nos ha gustado. Yo no cambio esta noche bajo las estrellas ni la cena alrededor del fogón por una noche de hotel.
Mi marido les ayuda un poco por aquello de dar moral...................pues en este lugar tan hostil, con este viento tan helado y con tanta arena en el aire, una mano se agradece.
Más adelante, encontramos unos franceses que van con un turismo, también arreglando el coche. Nos paramos pero simplemente han pinchado.
A los pocos kilómetros, nos encontramos con la sorpresa que la carretera se acaba y empieza una pista de tierra dura y ancha, pero...¿Dónde está la carretera que está dibujada en el mapa? ¡Bien, no pasa nada! O sí que pasa, porqué el suelo es de toulée-ondulée, es decir de una forma parecida a la uralita pero puesta al través. Pasar por encima con el coche no es nada agradable pues acabas destrozado de la espalda y la cabeza....Cuando ya estamos hartos, salimos de la pista y vamos buscando alternativas por los laterales. No debemos ser los únicos que lo hacen ya que está repleto de roderas
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8.4 Rodar y navegar
El viento arremolina la arena y la levanta por el aire convirtiéndolo en irrespirable. El camino se vuelve cada vez peor, alternando toulée con mares de arena fina y profunda donde el coche no corre sino navega. La sensación que produce es como la de ir en barca surcando por encima de agua de un color amarillo-blanquecino. Sentimos como el coche se va hundiendo cada vez más y la parte trasera va de un lado a otro. Tenemos la suerte que cada vez llegamos por los pelos a la pista dura. Cuando ya nos vamos mentalizando para salir a desencallar el coche, justamente las ruedas tocan tierra firme y sale disparado hacia delante.
Hoy, esta alternancia de toulée con tierra firme se irá repitiendo sucesivamente en numerosas ocasiones hasta llegar a In-Sallah y, cada vez, reviviremos la sensación de navegar en un mar de arena hasta llegar a tierra.
Incluso encontramos tramos de fesh-fesh, que es una arena podrida muy fina en la que te hundes irremisiblemente, pero como se notan por el color, los evitamos por encima de todo.
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8.5 Ciclistas en un pueblo abandonado.
Encontramos un pueblo medio engullido por las dunas. De aquí a un cierto tiempo es posible que ya no quede prueba visible de su existencia. Vemos unos ciclistas sentados al lado de un muro con las bicicletas esparcidas por el suelo y, como pensamos que ha pasado alguna cosa, nos paramos.
Están bien, solo que muy cansados. Para ellos es imposible avanzar con este viento. Por esta razón, los que estaban más fuertes han seguido hasta Aoulef para contratar un camión que les venga a recoger.
Nos extraña ver en este pueblo –donde ya no vive nadie-, una fuente de la que mana un chorro de agua fresca que se pierde en la arena....................... Más allá, pasamos por un oasis pequeñito muy bonito: arena dorada y, tan barrida por el viento, que se diría que nadie lo ha pisado. Nos quedamos un buen rato para que los niños corran y jueguen, y acaban subidos a las palmeras porqué descubren que están repletas de dátiles. La lástima es que ya están pasados, secos y deshidratados, pero puestos en la boca parecen un caramelo y se van reblandeciendo. (La época de la recogida es en el mes de octubre).
(https://img261.imageshack.us/img261/6990/senzanomescandito08te1.jpg)
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8.6 ¡Agua fresca en medio del desierto!
Seguimos el camino, -si es que a esto se le puede llamar camino- y tenemos nuevamente sorpresas. Allí, delante nuestro, en medio de la arena, hay unos bebederos para los animales llenos de agua hasta los topes, resbalando por los lados y perdiéndose en la arena. El viento -que no nos abandona- forma olas en su superficie. No nos explicamos qué hace esto aquí en medio del desierto, lejos de cualquier población. Rompe nuestros esquemas, pero hay tantas cosas para las que no encontramos respuesta...
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8.7 Buscando el camino continuamente
Cuando esta mañana hemos escogido recorrer esta distancia por carretera, poco nos podíamos imaginar que de carretera “nada de nada” y, que ni tan solo la veríamos de lejos. Pensamos que habría sido mucho mejor cruzar por la hamada. Es la continuación hacia al sur del Tademait y coge el nombre de plateau del “Tidikel”. Es llano como la palma de la mano y se puede correr sin problemas.
En estos momentos ya tenemos las vértebras desmontadas de tanto saltar por la uralita aunque –como he comentado- intentamos buscar camino por fuera: a veces por la derecha, a veces por la izquierda. Pero no siempre es posible y, en algunos momentos, nos enredamos tanto que ya no sabemos qué es peor y volvemos a la pista a botar sin ganas.
Cada vez encontramos tramos de arena más a menudo y más largos. De esta manera llegamos a un lugar donde se rompe la planicie y tenemos que bajar por donde podemos para empalmar con la de abajo donde se ve un oasis muy grande. Me asusto solo de pensar cuánta gente debe vivir en este lugar tan aislado.
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8.8 Bosque fósil
Toda esta hamada alrededor del oasis está llena de troncos de árbol fosilizados. Es fácil imaginarse este desierto millones de años atrás cuando era un bosque de coníferas, donde llovía a menudo, con animales que vivían a su sombra
Realmente ahora parece un cementerio porque hay troncos en el suelo por todas partes. Los hay en la superficie y los hay que están sepultados bajo tierra pero son fáciles de encontrar porque se adivina el bulto en el terreno. Mires por donde mires, se ven protuberancias que parecen tumbas. Es por esta razón que digo que parece un cementerio.
Nos acercamos a un tronco que está a la vista y lo encuentro precioso. Se ve muy bien que es madera convertida en piedra. El tronco está perfecto y parece imposible que se haya conservado así después de millones de años. Tiene el aspecto de un árbol acabado de cortar, se puede ver la cubierta, los nudos... y, naturalmente, no he podido resistir la tentación de tocarlo. He sentido el frío de la piedra dura y pulida por la acción abrasiva del viento y de la arena y, me he quedado tan distraída pensando, que el tiempo se ha parado para mí por completo.
He intentado imaginarme este lugar con los árboles de pie con ramas y hojas...y me ha costado llegar a la imagen que veo hoy.
Mientras estoy tan ocupada, mi familia me hace saber que ya nos han visto desde el oasis y muchos niños vienen corriendo hacia nosotros. Si alguna cosa hemos aprendido estos días es que esto puede resultar muy agobiante así que subimos rápidamente al coche y seguimos adelante.
Por donde miraras había troncos de árboles fósiles enterrados. Solo se notaban los bultos, parecían ataúdes enterrados. Debajo de cada montón había uno
(https://img257.imageshack.us/img257/480/senzanomescandito16cy7.jpg)
Algunos estaban al descubierto. Su superfície estaba limada por el viento y la arena. Veías un tronco de madera pero al tocarlo era pura piedra fría.
(https://img261.imageshack.us/img261/6269/senzanomescandito07gv1.jpg)
Los trocitos esparcidos son los restos de las ramas
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Esta foto la hizo mi marido en su viaje anterior
(https://img250.imageshack.us/img250/5282/senzanomescandito11yt2.jpg) (https://imageshack.us)
De repente encontramos que están haciendo obras...¡Están haciendo la carretera! ¡La carretera de verdad! ¡La que está dibujada en el mapa! Están trabajando. Al cabo de unos kilómetros, el último tramo ya es transitable. No está asfaltada ni nada, solo es tierra mojada y prensada pero ha permitido a nuestras pobres espaldas y a nuestros cerebros descansar del martilleo incesante a que en el día de hoy han estado sometidos.
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8.9 Juegos y puesta de sol en el plateau del “Tidikel”
Como ayer me quedé con las ganas de fotografiar la puesta de sol en la hamada, hoy me gustaría hacerlo. Por eso cuando pasamos por al lado de unas dunas muy altas nos quedamos para esperar el momento. Aún falta un rato y los niños y su padre –para pasar el rato- se dedican a jugar a embarrancar el coche en la duna pequeña para hacer prácticas de sacarlo con las planchas y el gato. Todo ha quedado como una classe práctica –que siempre va bien- y a mí me ha servido para sentirme más segura comprobando que, llegada la ocasión, se puede hacer.
Subimos a lo alto de la duna más grande con la cámara a punto y nos sentamos a esperar que el sol se esconda en el horizonte y nos deleite la vista. Es un lugar ideal y nos hace de mirador. Los niños empiezan a hacer de las suyas en la arena: se dejan deslizar hacia abajo y dan vueltas sobre sí mismos como macarrones. Poco a poco van ganando confianza, le pierden el miedo y el respeto a la duna y acaban haciendo cada vez más locuras, como por ejemplo embalarse cogiendo carrerilla y saltar al vacío en el rompiente de la duna, aterrizando abajo de todo –cuando más lejos mejor-, y hundiéndose hasta los ojos.
Otra modalidad que han descubierto es bajar nadando como si de una piscina se tratara. Naturalmente, al llegar abajo, la gracia está en subir corriendo bien deprisa para volverse a tirar.
Ni que decir hay que han terminado rebozados de arena por todas partes.
Nosotros, aunque no hemos hecho lo mismo, también hemos terminado de forma parecida pues el viento –que aún no ha parado- y la arena, han sido una molestia constante. (Incluso ha entrado arena dentro de mi cámara y a partir de hoy ya no funcionará bien. Lo peor de todo es que seguiré haciendo fotos todo el viaje y tendré la sorpresa cuando el fotógrafo me dé el gran disgusto)
Ya de noche, llegamos a In-Sallah
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Me lo estoy pasando pipa... casi casi como tús hijos en las últimas fotos, ejeejejje
Por cierto, ¿Jordi siempre ha llevado barba? ???
jiji
saludos!!!
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8.10 In-Sallah: Un pueblo cosmopolita
Nos sentimos tan sucios que tenemos necesidad de ducharnos y decidimos buscar un hotel pero...no nos quedamos ni cinco minutos................han cerrado todos los demás hoteles del pueblo y ahora piden un precio abusivo. La alternativa es buscar un camping que hemos visto anunciado a la entrada del pueblo pero...¡Qué camping! Es un campo acabado de arar donde nos hundimos hasta media pierna en una tierra húmeda y llena de surcos, agujeros y pegotes. Imposible poner una tienda.................
Decidimos marcharnos pero no nos da tiempo, aparece el amo y nos da la bienvenida. Nos quejamos de las condiciones pero no le da ninguna importancia y nos dice: ¡-Pas de problem!
Nos ruega que le acompañemos a ver los baños. Muy satisfecho y orgulloso me los enseña como si fueran un tesoro y, a mí, me entran ganas de correr. No tengo palabras para describirlo. Son dos casetas de lado, muy estrechas –imposible darse la vuelta-, sin puerta, ni luz, ni agua, con un agujero en el suelo. Uno es para los hombres y otro para las mujeres.
Nos lo vamos mirando y sospesamos las posibilidades que tenemos: Marchar por la “carretera” hasta el pueblo más cerca (faltan muchos kilómetros), marchar por la “carretera” y donde nos plazca colocar la tienda, o ir al hotel aunque sea muy caro ...por un día.
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8.11 Tenemos que tomar una decisión
La primera propuesta la desestimamos porque el poco tramo de carretera que hemos visto que sale del pueblo está fatal. Es lo que queda de la antigua Transahariana con el asfalto comido a trozos, estrecha e invadida por las dunas.
La segunda también porque de noche es muy difícil encontrar un lugar adecuado fuera de la carretera y acabas haciendo muchos kilómetros sin parar.
La tercera nos parece la menos peor que podemos escoger, así que salimos de este “camping” y nos vamos al hotel.
Acabamos de llegar a este pueblo y ya hemos dado muchas vueltas. Aparcamos delante del hotel. De un coche con matrícula italiana sale un señor que se nos acerca y nos dice que nos observa desde hace bastante y ve que estamos indecisos como él. Como buen italiano gesticula más que no habla y, entre los gestos que hace y las palabras que dice...nos hace morir de risa. Es un señor mayor que nosotros, preocupado por su coche que se ha estropeado. Según él, ha hecho: -¡Pum! y ha soltado: “humo nero”. Ahora funciona a saltos y cree que el problema es “grave”, “gravíssimo” y por eso mañana quiere buscar un mecánico.
...............................gracias a él descubrimos que hay otro camping en In-Sallah.
Este pueblo, a comparación de los que hemos visto últimamente, parece un lugar muy cosmopolita: una gran puerta de entrada iluminada, carteles también iluminados para indicar las direcciones...parece que entremos a la civilización, pero una vez pasado el arco de la entrada y los carteles...se ha terminado todo. El pueblo queda sumido en la más profunda oscuridad y en el bullicio de la gente caminando por las calles de tierra sin asfaltar. De hecho, está rodeado de dunas y arena por todas partes, y el viento que sopla casi siempre, hace que ésta se arremoline y lo invada absolutamente todo.
In-Sallah es un cruce importante de caminos donde se ve mucho movimiento. Desde muy antiguo, éste era punto de parada obligada de las caravanas cargadas de objetos de valor que iban hacia el sur y de donde volvían con esclavos. Aquí mismo se hacía mercado de compra y venta. Quizás es por esto que In-Sallah aún conserva la característica típica de un lugar de paso, de intercambio, de interrelación entre gentes y culturas, aunque hoy día, se han cambiado los camellos por coches.
El nombre de este pueblo significa “fuente salada”. El viento que viene del este lleva la arena, y el que viene del oeste pasa por dos sebkas y trae sal. En su palmeral luchan constantemente con estos dos elementos –arena y sal- para poder hacer crecer las verduras básicas para su alimentación diaria.
Después de dar muchas vueltas, por fin entramos en el camping. ¡Esto sí que es un camping”. Una buena entrada con árboles a lado y lado...pero: ¡Qué árboles! Cuántos días hacía que no había visto árboles semejantes tan altos y fuertes.
De día deben ser un tesoro por su sombra. Aquí, por mucho calor que haga, en las zonas umbrías se está muy fresco. ¡Es genial! Puede hacer una calor de mil demonios, pero sacas el agua que tengas en la sombra y está fresca, tan fresca que te deja nuevo. Pienso que la sombra de estos árboles en este lugar no tiene precio.
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8.12 Nos enamoramos del targuí
Cuando nos disponemos a pasar por debajo de los árboles –que ya de por sí crean un ambiente muy especial- aparece el responsable y nos deja a todos sin respiración. No lo conocemos de nada ni tan solo lo hemos podido ver bien, pero nos ha enamorado con su presencia –a todos- y estamos pendientes de volverlo a ver. Parece sacado de una película de las mil y una noches.
Es majísimo –que no digo guapo-, ya que visto de cerca es un señor mayor, tuerto de un ojo, con los dientes negros y estropeados. Lleva una “gandora” preciosa de color rosa, brillante, y con unos ribetes dorados que hacen dibujos alrededor del cuello, de las mangas y del dobladillo. Por debajo, le salen las piernas de los pantalones de la misma ropa y con los mismos ribetes dorados. Para redondear la cosa, lleva el cheché de la cabeza del mismo color, y unas “bälga” que son una chinelas acabadas en punta rosas y doradas haciendo juego.
De verdad que este hombre no tiene nada en común con los que hemos visto hasta ahora. Nos habla amablemente por la ventana del coche y nos dice que nos podemos instalar donde nos plazca. Al oírlo hablar nos acaba de gustar. No son solo las palabras que dice sino todo: la mirada, la sonrisa, la voz, la amabilidad, la galantería la preocupación por sus visitantes, es decir: “él” , su forma de moverse, de actuar, de mirar, de hablar...
Nos aposentamos y plantamos la tienda. Los italianos tienen un problema serio: no traen nada para acampar y piensan dormir en el coche porque –según ellos- por una noche no se morirán. Nuestro amigo italiano nos comenta que en este camping se está muy bien y que el recepcionista que hemos visto es “targuí”. ¡Ahora lo entendemos todo!
Mientras arreglamos la tienda se presenta dicho Targuí y se interesa por nuestra salud y nuestra comodidad. Cuando ya se iba nos hace saber que hay un restaurante donde se puede comer küskus”. Hoy estamos tan cansados, que la tentación de encontrar el plato en la mesa es tan grande, que pronto decidimos aprovechar.
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8.13 Ir al lavabo: Una gran necesidad
Los niños han ido a investigar donde están los lavabos y han vuelto escandalizados. Las condiciones en las que se encuentran estos servicios en este continente se convierten en un mal sueño para las personas de nuestra cultura. Aunque respetamos sus maneras de hacer, no nos podemos acostumbrar, simplemente lo soportamos pero no lo llevamos bien. Justamente hoy que venimos llenos de arena...¡Cómo añoramos una ducha!
Lo que hay es una fila de barraquitas pequeñas en las que solo cabe una persona –sin espacio para moverse-, donde no hay de nada o, quizás hay de todo, pero nada funciona. Hay el típico agujero en el suelo sucio hasta el infinito, una especie de grifo en la pared a ras del suelo y un cubo.
Del grifo quizás algún día salía agua pero ya debe hacer tiempo que no va y, por lo tanto, no hace falta que explique al detalle las consecuencias que de ésto se deduce.
Lo más curioso es que no hay puerta en ningún sitio. Dos o tres compartimentos son duchas y están igual de impresentables. De veras que el conjunto remueve el estómago y que supera con creces lo que mi imaginación había creado cuando me mentalizaron antes de venir.
El camping está lleno y, por tanto, mucha gente quiere utilizar los servicios. Usarlos se convierte en un problema para mí –y ahora está oscuro-. Mañana por la mañana será mucho peor.
Recuerdo con nostalgia las instalaciones de Timimoun y pienso que mientras las tuve no las aprecié. En comparación, ahora me doy cuenta que eran la gloria, un lujo, pero la pobreza y las diferencias en las costumbres aumentan a medida que nos dirigimos hacia el sur.
Creo que no lo puedo calificar en el sentido de sucio y marrano, sino que en cuánto a los hábitos de higiene actúan de una forma muy distinta a la nuestra, según unas costumbres y unas tradiciones también muy diferentes. Estos aspectos tan cotidianos de la vida han conformado cada cultura tal como es. Para los nacidos aquí debe ser normal.
Y lo digo porqué a la hora de cenar, podré tomar nota del comportamiento del señor targuí, y podré comprobar que está muy lejos de ser una persona sucia sino todo lo contrario, más bien tiende a ser escrupulosamente limpio.
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8.14 Una cena excelente
Después de lavarnos como podemos –dadas las circunstancias- y de arreglarnos un poco, vamos al “restaurante” con un poco de curiosidad. La palabra restaurante me suena un poco ambiciosa para el lugar donde nos encontramos y tengo mis reservas.
Cuando entramos, no nos sorprendemos en absoluto porque a estas alturas ya hemos visto muchas cosas y hemos desarrollado una experiencia que nos ayuda a encajar bastante bien las situaciones que nos vamos encontrando, o por lo menos trampearla, porqué...¡Es lo que hay!
Es una gran sala con columnas en medio. Las paredes están pintadas de color azul fuerte hasta una altura considerable y, de allí hasta el techo, de color amarillo. El suelo, es de cemento pintado por encima de color negro, casi un lujo pues en las casas -en general- el suelo es de tierra.
Las ventanas en alguna época tuvieron cristales, pero ahora hay cartones pintados de color rojo fuerte.
Hay dos mesas puestas juntas en un lado y dos más al otro. En una pared, un estante largo para guardar platos, vasos, cubiertos, servilletas...y, en la pared de la ventana, a modo de almacén, hay cajas de bebidas, mejor dicho de limonadas –que es la única bebida que se envasa en el país a parte de agua-.
El hombre de la gandora nos ofrece una mesa al lado de los italianos. Nos fijamos que ya está puesta con todo lo necesario. Se ve todo limpio, bien colocado y, me atrevería a decir, que esta sala destaca por su pulcritud. Después de repasarlo todo con nuestras miradas, afirmamos que este comedor está tan limpio que da gusto ver. ¡Invita a quedarse!
La comida no se puede escoger . Hay “chorba”, una sopa condimentada con especies, y después küskus, el plato tradicional a base de sémola de trigo y verduras.
Este targuí hace de todo: de recepcionista, de camarero...Viene de la cocina con una sopera, se me planta delante y, haciendo gala de la educación más exquisita, se dirige a mí y me dice: ¿-Madame?, y me pasa la sopera dándome mil explicaciones de cómo lo tengo que hacer para servir a mi marido y a mis hijos. Yo me quedo parada de la atención que he recibido, pero en esta cena la amabilidad formará parte del menú. El detalle de la sopera solo ha sido el principio.
La sopa pica mucho pero tenemos tanto frío que nos sienta de maravilla. A continuación ya empezamos a ver los preparativos del Küskus, y, el Targuí, se me vuelve a plantar delante con una bandeja llena. Realiza la misma ceremonia que antes y la irá repitiendo cuando traiga las verduras, la fruta...Todo, siempre y, naturalmente, para la “madame”.
En las mesas de al lado hay unos franceses y, este señor, cada vez que les va a preguntar qué es lo que quieren, o a traerles la comida, pasa religiosamente por nuestra mesa preguntando si nos gusta, si lo tenemos todo, si estamos a gusto, si necesitamos alguna cosa........
Tiene una manera de mirar muy penetrante y sincera, da la sensación de ser una persona honrada. Te mira y parece que te entre hasta el alma y, de la misma manera, cuando le miras, ves más allá.
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El hombre no para de hacer viajes de la cocina al comedor y nos va observando. Le hemos desconcertado. Encuentra extraño que el Küskus lo haya servido mi marido. Entonces, viene y me riñe –en broma- diciéndome que...¡-Esto, lo tiene que hacer la madame!
Nos fijamos que lleva joyas, por ejemplo un anillo con una gran base cuadrada que le tapa tres dedos, llena de grabados. Es demasiada nuestra curiosidad y le preguntamos por su significado. Muy gustoso nos cuenta que es de plata –material noble-, y que hay representadas unas máximas del Corán que utiliza para rezar.
También nos enseña la cruz de Agadez que lleva colgada al cuello. Me cuenta que cada padre se la regala a sus hijos cuando tienen catorce años. Las cuatro bolas de los extremos representan los puntos cardinales y, el gran agujero que hay en la parte de arriba, el ojo del camello, la sabiduría para poder encontrar la dirección a seguir en el desierto haciendo vida nómada.
Para hacerle una broma, mientras está en la cocina le ponemos el cheché a nuestro hijo pequeño, al estilo tuareg, y no decimos nada. Cuando vuelve, desde lejos ya mira, se ríe y le viene a decir al oído, que este cheché es demasiado pequeño para su gusto. Para que le guste, le añadimos el de su hermano y...¡Ahora sí que le queda inmenso y bien puesto! Cuando vuelve viene a verlo y le dice que es “encantador”
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8.15 Las limonadas de Argelia
Al llegar a este restaurante, en la mesa -que ya estaba puesta-había una jarra de agua. Como no queremos beber agua que no esté embotellada, pedimos unas limonadas. Habíamos visto algunas en los escaparates de las tiendas, pero no habíamos probado ninguna.
La verdad es que ha sido muy divertido. Nos hemos dado cuenta –al cabo de un rato que ya estaban en la mesa- que no había ninguna del mismo color y, al probarlas, tampoco había ninguna con el mismo sabor. Incluso algunas tenían gas y otras no. Algunas eran más tirando al color verde, y otras al amarillo. Se parecían en una cosa: todas tenían muchos huesos de limón dentro de la botella.
La degustación de las limonadas ha sido un elemento gracioso a lo largo de la cena. Nos preguntamos como puede ser que unas bebidas envasadas no tengan el mismo aspecto y sabor: más ácida, más dulce. Hemos pedido algunas más a causa de la sopa que estaba muy picante, y se ha creado expectación incluso entre los franceses y los italianos para ver de qué color serían.
Eso sí, ha sido digno de ver el trabajo del targuí cuando se las hemos pedido. Ha cogido las botellas de la caja, las ha puesto en el estante y, con un trapo, las ha limpiado de arriba abajo dos veces y...! De qué manera! Las ha secado escrupulosamente y con toda la tranquilidad del mundo: el cuerpo de la botella, la chapa, la base...y cuando ha terminado, las ha traído a la mesa.
Después del küskus se lo ha llevado todo y nos ha traído unos platos pequeñitos y cubiertos limpios para comernos unas naranjas que, naturalmente, ha ofrecido a la madame puestas en un frutero. Pero lo que más me ha gustado ha sido el tema del café. Una bandeja plateada con tazas, platos y cucharitas, colocadas de forma muy estética y...ya no hace falta decirlo...¡Muy limpio!
De esta cena nos acordaremos porque ha sido magnífica no nos lo esperábamos por nada en el mundo cuando hemos entrado en este “restaurante”. Creo que ni en el hotel habría sido mejor.
Nos dormimos en la tienda comentando el efecto que nos ha producido a todos la personalidad de este hombre ataviado con telas doradas y brillantes.
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9 - DÍA 28 DE DICIEMBRE (Fragmentos)
9.1 Nos vuelve a sorprender
Nos levantamos temprano con la idea de hacerle una foto a este hombre que nos ha llegado al alma y cuando lo vemos nos decepcionamos porque ya no va vestido con la gandora brillante. Ayer era viernes –día festivo para los musulmanes- y quizás era su traje de fiesta.
Hoy, vestido con una ropa sencilla nos ha vuelto a impresionar. Gandora blanca hasta los pies y, encima, una chaqueta de cuadros rojos y negros hecha –parece- con una manta y, un cheché, también blanco.
La túnica y el cheché son de un blanco intenso y la ropa tiene aquel peso que parece nueva, acabada de estrenar. La chaqueta da la misma impresión. Esté donde esté...llena el espacio. Su porte tiene la misma elegancia hoy con una indumentaria sencilla que ayer con el traje de fiesta y, esto se explica porque no es la belleza externa que pueda poseer sino su personalidad.
Los tuareg son una raza que se siente muy satisfecha de sí misma, se tienen en gran estima y valoración. Son extremadamente limpios y tienen su sociedad organizada en forma de matriarcado. Las mujeres van destapadas –quien van tapados son los hombres- y tienen un rol muy importante en la sociedad. Siempre han sido nómadas y ha vivido en poblados bajo tiendas hechas con lanas de cabra y de camello aguantadas con troncos de palmeras.
Han sido los verdaderos señores del Sahara y también se les conoce por “hombres azules” porque cuando se arreglan de verdad se colocan el cheché y la túnica de color añil, un pigmento natural que destiñe y les queda la piel de aquel color.
Este targuí que hemos conocido aquí ha hecho honor a su raza y he podido comprobar que todo lo que había leído sobre su carácter y su actitud es cierto.
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9.2 Por fin se ha calmado el viento
Hoy ya no hace viento. Nos sentimos agradecidos. Por fin esta fuerza indomable se ha parado. Ya no recordaba la tranquilidad de su ausencia. Es temprano y hace mucho frío. Queremos calentar leche para desayunar pero no funciona el fogón. La noche en la hamada -en la que tantas cosas se estropearon-, la ruedecita se atascó. La hacíamos girar con unas tenazas que desaparecieron en la arena.
Decidimos comprar unas en alguna tienda del pueblo pero al salir del camping no nos acordamos, cruzamos el pueblo y nos vamos.
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9.3 Ser una mujer me convierte en el centro de las miradas.
Antes de salir de In-Sallah, buscamos la gasolinera para llenar el depósito ya que hoy hay que ir hasta “El-Golea”
El surtidor casi no se ve de tantos vehículos que hay esperando. No están en una cola sino en un montón. Todos los coches, camiones y furgonetas están apiñados sin orden ni concierto. Tomamos ejemplo y hacemos lo mismo. Una vez metidos dentro del embrollo, vamos mirando donde está el surtidor del gas-oil pero no lo vemos.
Todo está parado. Se diría que hace horas que nada se mueve y pensamos que esta situación podría durar aún otras más. Mi marido se decide a ir a investigar hacia donde nos tendremos que ir colocando pero justo cuando se ha ido me llama un trabajador de mala manera, y me hace entender que el coche molesta: un camión inmenso que seguramente estaba descargando combustible tiene que pasar, necesita salir.
¡Precisamente por donde estoy yo! El camión empieza a avanzar antes de que yo reaccione y me siente al volante. ¡Es grandioso! Me lo encuentro al lado en unos segundos. ¡Solo le veo las ruedas! No tengo espacio físico para apartarme, solo puedo ir en una dirección pero no quiero ir a parar a la arena blanda y profunda. El problema es serio: o me aparto o se me lleva por delante.
No tengo ni la más mínima idea de cómo se le pone al coche la reductora. Nunca me he querido preocupar de cómo funciona y, ahora que lo necesito...¡Pues no sé! Muevo el coche en dirección a la arena sabiendo que me encallaré.
¡Ya está hecho! El señor de la gasolinera me grita que avance hacia él que me pondrá el combustible. ¡Me coge de todo! Soy consciente de donde tengo el coche y sé que sin reductora no voy a salir. Todo el mundo me mira y puedo leer en sus ojos: -Es una mujer, ¿qué hará?
Es agobiante tener a todo el mundo pendiente de tus movimientos, empiezas a sudar y a hacerlo todo mal. Y tan concentrada estoy en la representación teatral que se espera de mí, que no me he dado cuenta que mi marido ha vuelto. ¡A esto le llamo yo ser oportuno! Con toda mi alma le cedo el sitio al tiempo que respiro y le doy las gracias de la que me ha librado.
Hoy, para llegar a El-Golea tendremos que hacer cuatrocientos kilómetros a través de los cuales no encontraremos nada más que cielo y llanura hasta el horizonte: ninguna casa, ningún pueblo, ninguna estación de servicio...¡Nada! Nos lo tomaremos con calma e iremos haciendo.
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9.4 De “In-Sallah” a “El- Golea” pasando por “Fort Miribel”
Conduzco mucho rato. La Transahariana en este tramo está bastante bien. Mi marido la recordaba muy estropeada e invadida por la arena, solo transitable por la parte central, y con más agujeros que un queso de Gruyére.
La foto es del viaje anterior de mi marido
(https://img404.imageshack.us/img404/3905/senzanomescandito07lu5.jpg)
De repente dejamos la llanura y la carretera sube hacia arriba entre buenos barrancos a ambos lados hacia un puerto de montaña. Hay mucha pendiente y en el fondo del barranco que está a mi lado veo a un camión estampado que me impresiona bastante. Yo que soy un poco cobarde, he pasado miedo porque veía venir los camiones del petróleo, tan grandes bajando bien embalados como si se me tuvieran que tirar encima. El paisaje era precioso pero no lo he podido disfrutar porque tenía que estar con los cinco sentidos en la tarea.
Después de este puerto, bajamos a la planicie del Tademait y, bastante a menudo, a banda y banda de la carretera hay coches carbonizados que quizás algún día protagonizaron alguna aventura que acabó mal. Generalmente son turismos. Queda claro que no es el lugar adecuado para este tipo de coches. Da miedo pensar que nos pudiera ocurrir una cosa así.
(https://img524.imageshack.us/img524/5372/senzanomescandito11ow9.jpg)
(https://img443.imageshack.us/img443/917/senzanomescandito18rc1.jpg)
El viaje se hace largo y monótono. Nos paramos a mirar un cartel de madera pequeñito y poco legible que hemos visto pasando. Hay una flecha con una inscripción: “Fort- Miribel” 30km al este. Lo buscamos en el mapa y es un antiguo fuerte de los franceses. Queda situado en un punto muy estratégico ya que hay un pozo de agua: “Hassi-Chebaba” y, separa el Erg Occidental del Erg Oriental, cerca de la pista Transahariana.
A todos nos hace gracia. Salimos de la carretera y por la nombrada pista llena de piedras y baches e invadida por el desierto, nos vamos al fuerte.
Treinta kilómetros, en teoría es poco, pero como no hay verdades absolutas y todo depende de cómo se mire, treinta km pueden ser más o menos distancia dependiendo del terreno que haya que pisar. La pista (¿?) no se termina nunca. Está muy mal, vamos poco a poco y como podemos. ¡A estos treinta km. no se les ve el fin!
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9.5 Espejismos en el camino de Fort-Miribel
Cae un sol que atraviesa y durante todo el trayecto hasta la entrada al fuerte, vemos espejismos.
¡Es divertidísimo! Al fondo, en el horizonte se ve una bahía con agua azul como si fuera el mar, y en la costa, bonitas palmeras y una isla. Cuesta de creer que lo que estamos viendo con nuestros ojos sea una ilusión óptica.
Los espejismos son muy curiosos. A medida que te acercas los ves más lejos en el horizonte. Si al paisaje de mar que vemos se le añade el cielo tan azul con toques lilas, el conjunto es extraño, irreal, como en tantas otras ocasiones ya hemos podido percibir.
Al final llegamos al fuerte. Es muy grande. Desde fuera tiene presencia pero por dentro está bastante destrozado. Se trata de una construcción estrictamente militar justo al lado de donde pasaba la antigua pista. Años atrás, esta vía era el único medio de comunicación entre el norte y el sur del país. Era duro circular por ella a causa de su estado.
El fuerte fue utilizado por los franceses contra la gente del país en los años sesenta. Mirando por las ventanas de las diferentes dependencias o de los lugares en los que los soldados harían guardias, quedamos todos con el corazón un poco encogido. Tanto a los niños como a nosotros nos pasa el mismo pensamiento por la cabeza: ¡Los pobres soldados se tenían que volver locos!
De abril a octubre hay unas temperaturas de cuarenta a sesenta grados y alrededor no hay nada y, digo “nada” en el sentido estricto de la palabra ya que el primer lugar habitado hacia el sur es “Foggaret”, a unos tres cientos km. Hacia el norte: “El-Golea” a unos ciento diez, hacia el este hay otros ciento diez de hamada más el mar de dunas del Erg Oriental; y, hacia el oeste, todo el plateau del Tademait hasta Timimoun a unos cuatrocientos km.
Me pregunto ¿ -qué podría pensar, tantos años atrás, un soldado francés al que se enviaba tan lejos de su casa a cumplir el servicio militar, en un medio tan desconocido como inhóspito y hostil para él, a defender unos intereses y una causa que no le despertarían seguramente el más mínimo interés? ¿Qué ganas podría tener de disparar a los nativos que se acercaran a buscar agua al pozo? O, ¿qué temores podría sentir al verse obligado a patrullar por el desierto, entre dunas y hamadas bajo un sol ardiente del que no se podría proteger? ¿Del peligro de perderse?...Todo se ve del mismo color y no hay referencias a simple vista.
Al marchar hemos circulado por un trozo de la antigua pista y nos ha llamado la atención una cosa tan extraña, que hemos parado para analizarla bien. Ha resultado ser un campo de aterrizaje para aviones. En un lado hay una gran “V” hecha de bloques de piedra incrustados en el suelo, y en el otro lado la pista para aterrizar. Suponemos que la “V” tan grande no era más que una flecha gigante, una indicación para marcar la situación del campo, de manera que desde el aire los pilotos fácilmente lo pudieran ver.
Volvemos como podemos hasta la carretera que habíamos dejado, y seguimos en dirección a El-Golea. Después de la monotonía del viaje de hoy interrumpida por los espejismos y la visita al fuerte, llegamos al lugar donde se fragmenta la hamada y cruzamos una barrera de dunas. Son ramificaciones del Erg Occidental. ¡Es tan bonito! No paro de hacer fotos ( que nunca veré porque la cámara –aunque aún no lo sé-, se quedó con el objetivo abierto y le entra la luz.) Todo es de color naranja intenso, incluso el polvillo que lleva el aire en suspensión hace que éste también se vea de este color.
Es extraño para nosotros encontrarnos en medio de montañas de este color. Supongo que no lo es para nadie nacido aquí, pero nosotros estamos acostumbrados a otras tonalidades contenidas en elementos naturales tan diversos como árboles, rocas, hierbas, flores, ríos...¡Aquí estamos hablando sólo de arena de color naranja!
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9.6 Llegada a El-Golea
Nos damos cuenta que ya estamos cerca porqué empezamos a encontrar puestos vendiendo rosas del desierto. Generalmente son críos que se tiran a la carretera para que te pares a comprar. La primera vez nos han dado un susto de muerte.
Los hay que nos quieren vender fenecs, una especie de zorritos con las orejas muy grandes. Los tienen atados por la pata con un cordel. ¡Nuestros hijos quieren que los compremos todos para poder soltarlos!
El Golea es un oasis de los más grandes que hemos visto hasta ahora. Tiene doscientas mil palmeras bajo las que se cultiva gran variedad de verduras y frutas como: limones, mandarinas, granadas, albaricoques...y, a ras del suelo, a su sombra, cereales y hortalizas.
La palmera datilera es la reina del oasis. La riqueza de un oasis se mide por la cantidad de palmeras que tiene. Una palmera da al año aproximadamente treinta o cuarenta quilos de dátiles. Hay de muchas clases diferentes pero los más buenos son los llamados Deglet-Nour, que significa “dedos de luz” porque según dicen, recogen cada rayo de sol y lo convierten en un dulce.
Los dátiles son la esencia en la alimentación de los nómadas y la palmera, es una parte de la economía del país. De los troncos se hace vigas, mecanismos para el funcionamiento de los pozos, de las palmas se hacen tejados, vallas para salvar los huertos de las dunas, cestos...y, de los restos, los fuegos para calentarse y hacer el té.
A la entrada del pueblo hay un cartel que no anuncia El-Golea y me pienso que nos hemos equivocado. Dice: “El-Menia” porque está escrito en árabe. Este pueblo es muy grande, hay mucha gente en la calle y, sin darnos cuenta, nos hemos metido con el coche en medio del “Souk” que es el mercado...con paraditas de verduras, gente comprando, cabras, bueyes, burros, bicicletas...¡Muchas bicicletas! Unas bicicletas negras y muy grandes, conducidas por niños demasiado pequeños que van de un lado al otro constantemente.
Por las calles –ya no nos extraña-, hay hombres tumbados –que no sentados- en el suelo sin hacer nada, ni siquiera hablar, con sus chilabas largas y oscuras de lana, y con las capuchas caídas hasta la nariz.
Circular por estas calles de entrada al pueblo es peligroso. En poco rato ya tenemos un par de sustos gordos –que por suerte terminan bien- y que parece que no asusten a nadie, solo a nosotros. ¡Los demás parece que lo encuentren de lo más natural!
En medio de este jaleo nuestra preocupación se convierte en no atropellar a nadie y en evitar que algún niño en bicicleta no acabe debajo de nuestras ruedas.
Escapándonos como podemos de este lío decidimos que lo mejor es ir directamente al aparcamiento del hotel, lugar donde pensamos pasar la noche y, donde esperamos tomar una ducha que nos deje como nuevos.
Primero de todo –como ya empieza a ser un hábito debido a las largas distancias- vamos a poner gas-oil y, justo llegar a la gasolinera, nos envuelve una cantidad exagerada de niños. Nos quieren vender puntas de flecha y rosas del desierto a cambio de lo que sea, pero los hombres mayores los echan y los riñen para que no nos molesten.
Compramos pan y nos lo comemos en un momento. En las panaderías siempre hay pan recién hecho, y está buenísimo. Lo hemos comprado para guardar pero a trocitos ha desaparecido mientras buscábamos el hotel...........................
De fuera parece una gran cosa, pero una vez dentro todo está estropeado. Les decimos que no se enciende la luz de la habitación y nos responden que no es ningún problema, que no lo encendamos. Informamos que la calefacción no funciona y nos dicen que aquí no hace frío(¿?) ¡Por las noches rondamos los cero grados!. Hemos llegado a la conclusión que estas instalaciones las debieron dejar los franceses pero ya no se han mantenido nunca más.
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9.7 Antiguos conocidos y una cena
Cuando nos disponemos a coger el equipaje del coche nos encontramos un chico que conoce a mi marido de la otra vez que estuvo aquí y nos invita a tomar un té en su casa. No nos atrevemos a decirle que no pero primero nos queremos duchar. -¡Pas de problem! Dice Kader, y se espera pacientemente en la puerta hasta que acabamos porque aquí, el tiempo no tiene ninguna importancia pero hablar con los amigos sí.
Nos lleva a su casa y nos enseña una habitación donde guarda las rosas del desierto que él mismo ha recogido y que guarda para vender. Ni nos damos cuenta que ya nos ha puesto algunas en las manos y nos dice que son para nosotros. Las rosas de esta región están bien cristalizadas ¡Son preciosas! A los niños y a mí nos da una de pequeñita pero a mi marido le regala una macla de rosa muy grande. En la puerta tiene una que casi es tan alta como yo y nos pide una foto. Lástima que no hemos traído la cámara.
Esta foto la hicimos el día siguiente. Hay que fijarse en sus pintas de "modernos", muestra de la juventud - digamos "rebelde" que conocimos allí.
También es digno de ver como aguantaba aún el jersey de mi hijo pequeño con los días que llevábamos de arena encima. Los pantalones ya había sucumbido y habían terminado en alguna papelera. Llevaba unos de su hermano con muuuuchas vueltas en el dobladillo. En la foto no se aprecia, pero le quedaba un bulto tan enorme en cada pierna que él mismo se tropezaba cuando andaba. ¡Creo que la cintura le llegaba a la garganta!
(https://img182.imageshack.us/img182/3345/senzanomescandito01ad0.jpg)
Este chico, Kader, es muy joven y trabaja de guía en una agencia con otros amigos. Salimos de su casa y nos acompaña a casa de Abdallah donde nos encontramos con todos. Después de las salutaciones iniciales, Abdallah nos explica que nos han preparado una cena y que el té lo tomaremos más tarde en una zériba en el patio de la agencia.
Este hombre es ya mayor, está casado y tiene hijos pequeños. He visto las zapatillas pequeñitas al lado de la puerta de la habitación de al lado pero no los he podido ver ni tampoco a su mujer aunque lo he pedido. He preguntado varias veces por ella con la esperanza de verla pero me hace saber que esto comportaría problemas.
El comedor es muy pequeño, hay una alfombra y algunos cojines y, en el centro una mesa muy bajita. Abdallah trae una bandeja de “ma’karuna”, macarrones con mucho pimiento rojo y, después, un plato grande con una especie de huevos fritos muy raros. A los lados de la mesa trozos de pan para mojar. Aquí no hay platos ni cubiertos, se come cogiendo los alimentos con trocitos de pan directamente de la bandeja.
No estamos acostumbrados, no nos conocemos casi de nada...pero se come de forma muy respetuosa y...lejos de lo que pueda parecer: muy limpia. A cada uno le corresponde lo que tiene delante. Simplemente es una costumbre diferente.
Mis hijos comen bien a gusto. Cuando se les termina el pan que estaban mojando, cogen un trozo del otro lado de la mesa, donde se sientan nuestros anfitriones, y se dan cuenta que está totalmente seco. O sea que a nosotros nos han puesto lo mejor que tenían.
El pobre Abdallah no se encuentra bien. Tiene la cara muy hinchada de una infección muy grande en el oído. Fue al médico y le recomendó tomar antibióticos pero...en las farmacias no hay. Hace dos o tres días que está así y, a parte de parecer un monstruo y tener la cara desfigurada, siente mucho dolor. Nosotros tenemos antibióticos en la bolsa y se los damos. Solo le falta hacernos reverencias de contento que está. Se toma una cápsula y se marcha un rato a la cama mientras nosotros conversamos. Sus hermanos y Kader nos enseñan las fotos de la boda de Abdallah y enseguida se pasan al tema de la política.
Nos hablan de las elecciones y del FIS. No quieren que gane este partido. Les da miedo que represente un retroceso al pasado –como ya nos expresaron los jóvenes de Timimoun- y porque tienen necesidad de hacer y de acceder a otras cosas que ahora no pueden.
Kader se quiere casar dentro de tres meses y ya ha retrasado la boda en dos ocasiones porque no consigue el dinero necesario. Según él, ha de comprar la novia y vale como un camello (son sus palabras). Dice que antes, los padres lo arreglaban cuando aún eran pequeños y, en cambio ahora, pueden escoger pero...la tienen que pagar como si la compraran a su padre. A Kader le gustaría que una vez casados tuvieran la libertad de ir juntos a cualquier lugar, como nosotros y, que ella, no se tuviera que tapar.
Kader habla y habla. Está contento porque hoy a medianoche tiene una cita con su prometida. Como yo pongo cara de sorprendida, se ríe y me dice: ¡-Pas de problem! Yo encuentro muy extraño tanta libertad antes de casarse y tan poca después. De todas formas dice que no se pueden encontrar en su casa sino en la agencia.
Empiezan a explicarnos que ellos son muy “modernos”. Para mí esta expresión no es nueva, ya me suena del chico que nos acompañó a la Sebtka de Timimoun. Hablan de cerveza, de wisky, que se beben las botellas de un tirón...beber, beber mucho y fumar, acostarse tarde y vivir fuera de casa... Estos nuevos hábitos y disfrutar de más libertad son los deseos de la gente joven en estos momentos.
En este lugar también tratan a nuestro hijo pequeño a cuerpo de rey. Nos dicen que aquí a los niños los adoran. Cuando les parece que ya es la hora adecuada nos hacen saber que nos vamos a tomar el té. Yo propongo que primero recojamos la mesa y...me quedo atónita con la respuesta: -¡No!, nosotros aquí jefes, “mujeras recoger”...y tan contentos salen por la puerta en dirección a la agencia (¿?)
A mí no me cuadra nada. ¿Como puede ser que me hayan estado diciendo toda la noche que quieren ser como nosotros, poder ir con sus mujeres y compartirlo todo y, a la hora de trabajar, me salgan con esta respuesta?
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9.8 Un té en una cabaña
Por el camino tengo un poco de miedo porque nos hacen pasar por unas callejuelas estrechas, sin luz, totalmente vacías y con muy pocas casas. Impresiona y, ahora comprendo porqué mi marido no quería –en ningún pueblo de los que hemos pernoctado- ir a pasear de noche por ellas. A mí me hacía una ilusión loca, me las imaginaba muy bonitas.
Nos hace entrar en la tienda de un vecino para que nos pueda conocer. Es un señor muy mayor y nos extraña su forma tan diferente de vestir. Una especie de casquete pequeño cubre su cabeza y lleva un “serual” (pantalones que a partir de las rodillas se hacen muy anchos a modo de faldas) y se abriga con “bubú” (chaqueta blanca con las mangas un poco cortas).
Nos explica que él es del FIS y que está muy contento porque finalmente su partido se presenta a las elecciones. Está ilusionado porque está seguro que vencerá. Suerte que sabemos escuchar, porque en poco rato hemos oído opiniones para todos los gustos.
La tienda es la más mínima expresión de espacio. Tiene estantes en todo su alrededor pero prácticamente vacíos, solo veo un par de bolsas de magdalenas y algunas más de dátiles. Estos dátiles me llevan de cabeza porque están buenísimos. Le compramos una bolsa...¡De dos kilos!
Llegamos a la agencia de viajes donde trabajan. Es pequeñita pero bien montada. Hay una exposición muy bonita de objetos antiguos, fósiles, rosas del desierto y minerales.
En la parte de atrás hay un descampado muy grande –donde algún día quieren hacer un camping- y, allí tienen una cabaña hecha con cañas y troncos de palmera. Se enciende un fuego y empieza la ceremonia del té.
Aparece Abdallah, contento y con mejor semblante. Realmente tiene la cara menos hinchada y una expresión más tranquila. Él dice que ya se ha curado. Suponemos que al no estar acostumbrado a tomar antibióticos le ha hecho un efecto espectacular. Le cuesta entender que tiene que seguir tomando toda la caja y a las horas. Cuando ve que se tendrá que despertar a las cuatro de la mañana para una de sus tomas, dice: ¡-Ah, no, imposible! Entonces, mi marido le cuenta que si no lo hace así no se curará y estará otra vez igual. Luego sale con ésta: ¡Ah, no problem, le diré a mi mujer que me despierte!
Hablamos del tema de los tuareg y nos comentan que a un amigo suyo le quitaron el coche y treinta mil francos franceses. A unos ingleses: un minibús, el dinero y, lo peor, que les dejaron tirados en medio del desierto sin nada. Al oírlo nos alegramos de haber recortado nuestra ruta.
Kader ha estado ocasionalmente en Barcelona para contactar con alguna agencia de viajes y presentar propuestas de organización conjunta de rutas por Argelia. También para vender rosas del desierto. Habla un poco de castellano y también algunas palabras en catalán.
Nos enseñan a escribir nuestros nombres en árabe utilizando la arena del suelo como pizarra. Suerte del fuego y de los tres vasos de té porque hace mucho frío. A las doce de la noche nos despedimos hasta mañana por la mañana. Y quedamos en encontrarnos a las diez para tomar el último té. Abdallah es el primero que desfila pero los otros continúan el jolgorio porque tienen que fumar y beber todo lo que puedan. ¡Tienen que demostrar con insistencia que son modernos!
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10 – DÍA 29 DE DICIEMBRE ( fragmentos)
10.1 Una despedida que no se acaba nunca
Nos levantamos a las ocho de la mañana encartonados del frío que hemos pasado en la habitación. Lo recogemos todo porque este mediodía a las doce ya nos vamos hacia Ghardaia. Cuando vamos a pagar nos sorprendemos porque nos cobran la mitad del precio que nos dijeron al llegar al hotel y de lo que nos apuntaron en el papel oficial del cambio de moneda que hicimos al entrar en la frontera y, que al salir, hay que presentar y pasar cuentas.
A la hora de desayunar, no me pongo leche para no pasar por el mismo mal rato que el otro día, pues aún me acuerdo. Ahora ya la conozco por el color y el olor y sé de cierto que la de hoy, también es de camella.
Más tarde vamos a reunirnos con Kader y compañía para tomar un té y despedirnos. Antes de marchar nos gustaría comprar alguna rosa. Nos llevan a un patio que usan como almacén y nos dejan escoger. A la hora de cobrar nos sorprenden porque no quieren cobrar con dinero sino con ropa. ¡Si sólo tenemos la que estamos usando!. Les da lo mismo y se sienten muy bien pagados con mis calcetines sucios de lana y con un jersey de mi marido. ¡Dicen muy contentos que ya la lavarán! Aunque me piden -si podría ser- alguna otra pieza de mujer. Les doy una camiseta mía y les aviso que está muy vieja y usada en el viaje pero es a lo que menos importancia dan. Nos explican que actualmente no hay donde comprar ropa.
Las rosas que hemos comprado son muy bonitas. Las que se hacen en los alrededores de El-Golea son las más apreciadas porque son perfectas. De rosas hay de muchas clases. Las diferencias dependen del lugar donde se hayan formado y de la composición del suelo, sobretodo de la cantidad de yeso.
Nos decimos adiós haciendo una foto a la rosa grande que hay en el portal de la casa de Kader como quería y, él y su amigo, nos quieren llevar al mejor café del centro de la ciudad para invitarnos.
Quieren que vayamos en el coche pero todos no cabemos. Supongo que para ellos la tentación es demasiado fuerte: todo lo arreglan con un ¡–Pas de problem! Y, en un momento se sientan los dos en el asiento del copiloto. Así que yo me tengo que subir atrás con los niños.
¡Pues no van contentos saludando a la gente que pasa por la calle! ¡Subidos en un coche de extranjeros!
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10.2 El mejor café del pueblo
Y llegamos al “café”. Cualquier idea que se pueda tener en mente de lo que significa la palabra no tiene nada que ver con lo que encontramos. Se trata de una pequeña habitación con un mostrador al final que tiene un escaparate por la parte de delante lleno de pastelitos.
Aunque el lugar es pequeño, como el mostrador está al fondo, la parte que queda vacía –donde por cierto no hay mesas ni sillas-, está lleno de hombres con sus chilabas, agachados en el suelo en corrillos y apoyados en las paredes, hablando y haciendo tertulia.
Encima del mostrador hay unos distribuidores de batidos, algunas jarras llenas de leche para que quien quiera se ponga en el café, un vaso con agua lleno de cucharillas “limpias” (¿?) y un recipiente pequeño con azúcar.
Kader está muy satisfecho de podernos invitar y muy convencido nos dice: ¿-Un café, verdad? A mí el café no me gusta. Sin pensar más allá, como un reflejo digo: ¡-No, yo un té, por favor!
¡Ya estamos! ¡Ya lo he estropeado!. El señor que despacha con cara de sorpresa me contesta: ¡-Imposible! ¡El té es una ceremonia! ¡Aquí se bebe café!
Rápidamente me tengo que decidir por alguna cosa. Café no quiero porque aparte que no me gusta me sienta mal. Voy mirando lo que hay pero nada me parece oportuno. Mis hijos se enamoran de los pasteles...¡Que son fluorescentes! Y de unos batidos de color rosa –también fluorescentes-, que solo de verlos ya duele la barriga.
Mi marido me da la idea: -Pide un vaso de leche –que es de vaca-, y ya está. Justo cuando voy a pedirlo, entra un hombre, se pone a mi lado, y sin decir hola ni nada, coge la jarra del mostrador con las dos manos, y se pega un lingotazo de leche metiendo sus grandes mostachos dentro. Me quedo petrificada y no reacciono. Mientras me dura el shock, por si no había bastante entra otro y hace lo mismo.
Cuando puedo articular palabra me sale de las entrañas: ¡-Ya no quiero leche! Y pido café para no tener más problemas. Nos ponen los cafés y nos ha tocado estar a la expectativa para saber como hay que hacer las cosas.
Pues había que coger una de las cucharillas del vaso del mostrador y, con la cucharita "mojada" -están en agua y supuestamente limpias-, coger azúcar del azucarero –se quedaba todo pegado-, ponerla en tu taza y menear.
Después de la operación, dejar otra vez la cucharilla en el vaso con agua del mostrador para que la usaran los que vinieran detrás.
Mientras estamos con la tarea, veo un hombre a mi lado que está haciendo el mismo trabajo, pero antes de volver la cucharilla al vaso la lame con mucho gusto (¿?)
Salimos del café , les damos las gracias pero Kader expresa que como “la mujera” -que soy yo- quería un té y no se lo ha podido tomar, tenemos que hacer un té antes que nos vayamos. Nosotros lo que queremos es marchar porque nos esperan doscientos cincuenta kilómetros, pero se ponen muy pesados y tanto si queremos como si no tenemos que ir a tomar el té.
Nos salen con todo aquello de “Prisa mata”, “No problem” , que si a Ghardaia también podemos llegar un poco más tarde...que solo por un té no pasa nada....Y no nos queda más remedio que aceptar.
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10.3 Solo hacer el té
El té se hará en casa de unos familiares de Kader. Viven en una casa muy grande y con muchos lujos –según él- porque ganan mucho dinero. Ella, Yasmina, es enfermera, y su marido Abdul, trabaja en el supermercado del centro. Vamos a su casa que está en las afueras- y está cerrada, no abre nadie. Suponemos que están trabajando y...no nos damos ni cuenta que ya estamos otra vez todos apretados dentro del coche circulando por la calle principal. Es una hora de bullicio. Hay muchas mujeres que vienen de comprar con el cesto en una mano y, con la otra, aguantándose la tela blanca que llevan por encima para que solo se les vea el ojo por el triangulito. De repente, Kader y su amigo sacan la cabeza por la ventana y se ponen a gritar: ¡-Yasmina, Yasmina! y en un plis plas, me la encuentro sentada a mi lado. Ella, el cesto... Nuestro coche casi se ha convertido en un autobús.
Nos preguntamos como han podido reconocerla. Toda la acera llena de mujeres tapadas con esta especie de sábana hasta los pies. Además no se les ve la cara... A mí me impresiona tenerla al lado. Habla por los codos. Nos explica muchas cosas que con los gestos y las entonaciones de su voz comprendo perfectamente. Me enseña el cesto y se justifica que no estaba en su casa porque había salido a comprar.
Llegamos a su casa y Kader, que sabe un poco de castellano, va haciendo de traductor. Según Yasmina no hace falta que vayamos nunca más al hotel porque ésta es nuestra casa y siempre podemos venir. Justo al entrar dentro, se saca su ropa blanca de encima y me sorprendo pues no esperaba que lo hiciera delante de los hombres y mucho menos delante de un desconocido y no estando su marido en casa.
Se lo pregunto y me dice que no pasa nada, que es joven y “moderna”. En su casa nunca lo lleva. Nos instala en una sala donde solo hay unas alfombras en el suelo, y nos disponemos a hablar picando unos cacahuetes.
Kader me hace saber que Yasmina me quiere enseñar la casa y, juntas, vamos a dar la vuelta. Es una casa unifamiliar bastante grande , con unas cuántas habitaciones. El suelo está embaldosado y hay de todo: cocina, baño, patio con árboles, terraza en el piso superior... Viendo las casas que hay por aquí, esto es un palacio. Lo que pasa es que la mayoría de servicios no se pueden utilizar. Hay baño con bañera y ducha pero no hay agua corriente. Hay taza de wc pero no se puede tirar de la cadena. Es decir, que igualmente tienen que ir a la fuente a por agua y tener cubos de agua preparados para la ocasión.
Volvemos a la sala y es hora de hacer el té. Como aquí no se puede hacer fuego, disponen de un pequeño fogón de gas que colocan el el centro para hacer hervir el agua. La ceremonia será igual que en Marhouma: todo el tiempo que haga falta...y tres tazas de té.
Mientras vamos hablando, llega el marido de Yasmina. Se llama Mohamed, viene de trabajar y va muy arreglado con un traje al estilo occidental. Nos saluda muy educado, nos ofrece su casa y se sienta a tomar el té. Al cabo de un momento nos dice: -A estas horas no podeis marchar, os quedareis aquí que Yasmina hará un kusküs para comer.
¡Pero si nosotros necesitamos marchar! ¡Tenemos que marchar! Todo el mundo te querría tener en su casa y obsequiarte con lo mejor pero...
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10.4 A la cocina con la “mujera”
En el momento que esta chica se levanta para ir a la cocina, Kader me dice: ¡-Tú, con “mujera” a la cocina! Y me toca ir con Yasmina. Sería normal ayudarla pero no de esta manera.
Los “hombres” dejan la sala y pasan al comedor. No hay ningún mueble, solo una mesa bajita con un pequeño televisor. De una habitación contigua sacan muchas mantas y las estiran en el suelo. También traen cojines para sentarnos más cómodamente. Dejan los zapatos fuera, en la puerta, y se sientan delante de la tele comentando lo que estan haciendo y charlando animadamente.
A mí, que les veo desde la cocina me dan mucha rabia: mi marido, mis dos hijos, Kader, su amigo, Mohamed...
A la cocina de esta casa le pasa lo mismo que al lavabo, no hay agua corriente. No le falta de nada, nada que envidiar que una de nuestras cocinas: mármol, grifos...pero como nada funciona, lo hace todo según las costumbres: en el suelo. ¡Lo cocina todo en el suelo! Yo no sé como ayudarla porque no sé como tengo que hacer cada cosa que me pide. Supongo que la molesto más que la ayudo y me manda a sentarme con los demás. Me siento en el comedor y, cuando no llevo ni dos minutos Kader ya me está diciendo otra vez que tengo que ir con la “mujera”. Lo voy trampeando como puedo. En el fondo también me gusta ver como hace esta comida tradicional que nos gusta tanto.
Quiero dejar claro que por cocinar en el suelo, no tiene nada que ver con hacer porquerías. Muy al contrario, tengo que decir a su favor que la higiene ha estado presente en todo momento y, si lo hacía en el suelo, era cuestión de tradición o por cultura. Se ha hecho una casa al estilo occidental porque tiene dinero, pero dentro vive como siempre.
La bandeja de kuskus se pone en el centro ( no hay mesa). Es un poco incómodo de comer pero está buenísimo. Hay verduras y un trozo de carne de camello para cada uno. De postres sacan una bandeja de dátiles y un vaso grandioso para cada uno de leche de vaca ”agria”. ¡Los tres nos quedamos de una pieza con el postre! Kader no para de decirnos que es leche de vaca, dándole mucho énfasis porque aquí es muy cara y nadie se la puede permitir. Es un gran obsequio, pero...
Todos nos lo bebemos haciendo un esfuerzo tremendo. Casi no puedo creer que mis hijos se lo beban sin rechistar y ...¡Con buena cara!
Para variar a mi hijo pequeño le hacen muchas bromas y lo asustan un poco diciéndole que quieren que se quede aquí. Se enamoran de sus ojos y le piden que se quede en esta casa, con esta familia y, que por supuesto, le cuidarán muy bien.
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10.5 El último té.
Después de comer...claro, hay que hacer un té de despedida. Cuando pienso que queríamos partir a las doce del mediodía...
Esta vez, mientras los hombres estan haciendo el té, Yasmina me invita a su habitación. Me explica que se casó con Mohamed y me quiere enseñar las fotos de la boda y de la gran fiesta que celebraron.
Me enseña la ropa que tiene en el armario y los tapices que le había hecho su madre. El primero que despliega es muy hermoso, y cuando se lo digo, lo dobla en un momento y me lo regala. ¡Yo no lo quiero! Le digo que no puede ser, que lo ha trabajado su madre a mano, que es un regalo de boda...pero Yasmina se siente muy feliz de ver que me gusta y poderme dar una pieza tan valiosa para ella. ¡Me dice que así no la olvidaré! ¡Y que a partir de ahora somos como dos hermanas!
También me enseña los muebles de la habitación, los únicos de la casa, una cama, un armario y una mesita de noche.
Compartir este ratito con ella me ha gustado mucho. Desde que estoy en este país no había hablado con mujeres ni las había tenido cerca. Casi no me lo puedo creer. Es como si me estuviera enseñando y explicando sus secretos: la fiesta de la boda, los vestidos que llevaba, los dibujos que le hicieron en el cuerpo con henna...que es la segunda vez que se casa, que su primer marido había muerto en un accidente de coche, que tiene un niño de seis años del anterior matrimonio que vive con la abuela...
Aunque parezca mentira, finalmente nos despedimos. Nos regalan una bolsa de dátiles de dos kilos, y otra de pasta para hacer kuskus. Yasmina me pide si cuando lleguemos a casa le puedo mandar un bote de miel porque a su marido se la receta el médico y aquí no se encuentra. Intercambiamos direcciones y nos comprometemos a enviarle la miel.
Pasadas las tres de la tarde podemos salir de esta casa –no sin antes hacer unas fotos-.
En el momento de salir le regalo a Yasmina una blusa muy bonita que guardaba como un tesoro "limpia" en la bolsa de viaje. Pensaba ponérmela el último día para llegar con ella a casa.
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10.6 Hacia Ghardaia.
EL camino es bonito porque atraviesa cordilleras de dunas. Ya no me sorprenden tanto pero espero encontrarlas porque me encantan.
Para llegar a Ghardaia hay que pasar por un puerto de montaña desde el que se ve la ciudad en el fondo, abajo de todo. En realidad es una pentápolis, o sea cinco ciudades en una. Parecen oasis hundidos.
Ya está oscureciendo cuando llegamos al camping y nos instalamos. Hacemos limpieza del coche y lo reorganizamos un poco. Ya hace días que salimos de casa y era necesario. De todas maneras, la organización del maletero ha sido excelente. De este tema se encargó mi marido. Se molestó durante unos días pensando soluciones sencillas para llevar la carga, y me dejó maravillada porque con unos materiales mínimos como son algunas maderitas y cajas de cartón, obtuvo grandes resultados de aprovechamiento de espacios que, además, a la larga, se ha demostrado su efectividad. Cartones y tableros están haciendo su servicio imperturbablemente. Lo más importante de todo es que siempre tenemos las cosas ordenadas, a mano y...fáciles de encontrar.
Aquí encontramos unos servicios que, sin ser ninguna maravilla, nos hacen olvidar la mala experiencia vivida en el sur. Me recuerdan los de Timimoun pero aún están mejor.. Hay tres o cuatro lavabos con algún espejo y todo.. Los wc tienen puerta y, aunque son de “puntería” tienen un grifo que funciona con un cubo para que cada uno lo deje limpio. Las duchas también tienen puerta. ¡Todo un lujo! ¡Aunque lo digo porque lo comparo con In-Sallah!
Esperábamos encontrar aquí a los de Terrassa pero no es así.
Hacemos una buena cena caliente que nos reanima porque hace mucho frío. Hemos tenido problemas –como cada día- para encender el fogón. ¡Aún no hemos podido comprar unas tenazas! Lavamos los platos, lo guardamos todo, hablamos un buen rato y...solo son las ocho de la noche. Los niños pasan un buen rato jugando con unos gatitos, y bien temprano al saco a dormir.
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11- DÍAS 30 Y 31 DE DICIEMBRE
11.1 La pentápolis
Me despiertan los cantos de centenares de pájaros. Es muy temprano y está amaneciendo. Hacía muchos días que no me levantaba tan temprano. Cierro los ojos y hago esfuerzos para imaginarme que no los oigo pero al cabo de unos minutos, desde el minarete de la ciudad reza el “Muezzín” y escampa oraciones a través de unos altavoces muy potentes
No hay remedio...nos tenemos que levantar. ¡Hasta que no salga el sol mucho más tarde, el frío aprieta fuerte y ya nos volvemos a pelear con el maldito fogón! ¡Hoy hay que comprar una herramienta sin falta!
Caminamos un buen rato para ir a la ciudad. Ghardaia es una ciudad repartida en cinco zonas. Nosotros estamos en la parte comercial, la más grande, donde hay las tiendas, hoteles...
También hay la ciudad piadosa donde las tradiciones se siguen más rigurosamente. Por la noche cierran las puertas de la muralla y no puede entrar nadie. Su nombre es:”Begui-Isguen”. Solo la pueden visitar los hombres con un guía local –que es gratuito- y no se puede filmar ni hacer fotografías. Es un centro de estudios del Corán con mucha tradición islámica.
La mayoría de hombres que encontramos van vestidos con serual y bubú. Nos extraña porque hasta ahora habíamos visto a la mayoría con chilaba de lana y capucha, excepto el targuí que iba con gandora, y el vendedor de dátiles que era del FIS y vestía como mandaba la tradición.
También hay “Melika”. Había sido ciudad santa: “Bou Noura” –actualmente destruída- que significa “la luminosa” porque está orientada de forma que le permitía captar durante más tiempo los rayos del sol.
Y aún queda hablar de “El Ateuf” que significa “piedra angular”.
Nos llama la atención que la mayoría de personas que vemos tienen los dientes negros, los ojos desviados y bocios en el cuello. Es tan general que pensamos sea a causa de la alimentación, carencia de vitaminas o minerales.
También hay muchos abuelos con la espalda muy encorvada, que a partir de la cintura van completamente inclinados y para andar se ayudan de un bastón.
Esta foto pertenece al viaje anterior de mi marido
(https://img255.imageshack.us/img255/9738/senzanomescandito05fg6.jpg)
Sobre el tema de los ojos, en cuánto a las mujeres, alguien nos explica que como causa añadida, viene de mirar por el triangulo del velo solo con un ojo. En épocas de dominio francés, se impuso una norma de obligado cumplimiento que consistía en cambiar de ojo a cada cierto tiempo. De esta forma trabajaban los dos ojos por igual y no se producía el problema con tanta frecuencia.
Si miramos los pies de la gente que pasa por la calle, nos ponemos enfermos. De calcetines lleva todo el mundo, pero...¡Qué calcetines! A la mayoría solo les queda la parte de la pierna. Del trozo del pie...ni rastro. Tanto en el talón como en la punta...un gran agujero. ¡Tan grande...que el calcetín ha desaparecido!
El calzado puede ser: unas chancletas más pequeñas que el pie, o unas sandalias más grandes, o unas botas de agua tres o cuatro números más grandes. Está claro que realmente en este país hay una gran falta de ropa y de calzado.
Vamos a ver la importante plaza medieval porticada. Es de un gran encanto: cuadrada, rodeada por un porche por los cuatro costados ocupado por tiendecitas. En la parte central se hace el mercado. ¡Qué mercado!
(https://img184.imageshack.us/img184/5152/senzanomescandito02jy4.jpg)
Nosotros compramos unas tenazas. A ver si a partir de ahora se termina el calvario de poner en marcha el fogón. También compramos un paquete de azúcar y pan. El pan de Ghardaia es un poco más caro pero mucho más bueno. Tiene un punto dulce. Parece brioche de pastelería.
Ya hace días que estamos fuera de casa y algunas cosas se han ido terminando. Una de ellas el papel higiénico. Pues no hemos podido comprar porque no hay. ¡No lo utilizan! En un pequeño establecimiento nos han informado que podría ser, que en algún comercio muy moderno del centro tuviesen. Lo hemos probado pero no ha habido suerte.
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11.2 El mercado de la plaza.
Esto sí que no se puede explicar. En el medio de la plaza hay de todo. Paradas de verduras, de legumbres, de hierbas y especies que la llenan de colores y olores. Alfombras, tapices, ropa muy anticuada, chechés de todos los colores y medidas, bandejas trabajadas y teteras, carne colgada al sol llena de moscas, pan, mandarinas y...entremedio, el zapatero, el dentista con una caja abierta llena de muelas y dientes para demostrar su experiencia, un bidón muy grande para ir echando la basura, gente...mucha gente comprando y algunos europeos –muy pocos- paseando e intentando hacer algunas fotos de escondidas. Mujeres con sus sábanas blancas encima, hombres agachados en corrillos hablando, el señor que arregla garrafas y bidones, burros que llegan a descargar a las paradas, bicicletas, motocicletas... Por encima, todo está cubierto con una red de toldos que algún día harían mejor su trabajo pero que, con el tiempo, se han convertido en una especie de tiras colgantes de tela requemada por el sol que ya no hacen ningún servicio.
(https://img184.imageshack.us/img184/2461/senzanomescandito05wk2.jpg)
Esta chica joven aún no tiene que taparse la cara
(https://img20.imageshack.us/img20/3100/senzanomescandito03zs2.jpg)
Una mujer casada con su indumentaria
(https://img20.imageshack.us/img20/255/senzanomescandito04ne1.jpg)
De ropa de vestir hay muy poca, quizás una o dos paradas, con algunas americanas y pantalones de hombre que me han recordado las fotografías que tengo vistas en casa de cuando mi padre era pequeño. No sé de donde lo deben sacar pero parece recuperado del túnel del tiempo. También hemos visto alguna ropa de crío pequeño, pero muy poca. De ropa interior...ni rastro. Las chilabas, túnicas y chechés eran abundantes.
A mí las túnicas de las mujeres me gustan mucho. Generalmente son de colores brillantes con dibujos dorados. Cada vez que las veo colgadas en alguna tienda digo que algún día me compraré una, pero solo lo digo...nunca lo llego a hacer.
Entre todo este jaleo nos encontramos a los de Canarias. Han venido como han podido por carretera y ya van hacia arriba desesperados de no poder solucionar el problema de su camión. A estas alturas están mentalizados y conformados. Lo tienen asimilado y se animan unos a otros con la idea de volver en otra ocasión.
Nos vamos a comer y descubrimos que la herramienta que hemos comprado, al primer intento de usarla ya queda fuera de servicio. En El-Golea compramos unas pilas que no duraron ni una hora. La calidad de las pocas cosas que se pueden comprar dejan mucho que desear. No me extraña que tengan ganas de estar más abiertos al mundo y tener de todo...
A media tarde, cuando ya no pensábamos en ellos, llegan los de Terrassa y también se quedarán mañana.
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(https://img20.imageshack.us/img20/1294/senzanomescandito06gi2.jpg)
Fijarse en la mujer. Se aprecia bien el triangulo por donde puede ver con un solo ojo
(https://img184.imageshack.us/img184/39/senzanomescandito07ys5.jpg)
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11.3 Descanso en Ghardaia
Al hacer el viaje más corto y no llegar hasta la zona del Hoggar por miedo a tener problemas, nos sobra tiempo. Decidimos quedarnos aquí hoy y mañana. Nos irá muy bien para descansar. Nos dedicamos a pasear, a mirar tiendas, sobretodo las que están el la plaza debajo de los porches. Pasamos horas en el mercado mirando tapices y alfombras, y me quedo encantada escuchando las explicaciones del significado de los dibujos y colores.
Me gustan las bandejas para preparar el té. ¡Algunas son exageradamente grandes! Compramos una trabajada con dibujos geométricos. Nos entretenemos en los puestos de minerales y de rosas del desierto. Mis hijos hacen caminos y caminitos siempre al mismo escaparate. Les llevan de cabeza unas cajitas transparentes dentro de las cuales hay un escorpión disecado. También les vuelve locos unas botellas de cristal llenas de arena de colores representando paisajes del desierto con amaneceres incluidos. Se han ido reservando los dinares hasta llegar aquí y, ahora, como ven tantas cosas bonitas, se pasan el día haciendo números. A algún vendedor creo que ya lo tienen bien amargado y harto.
Por la tarde, con nuestros amigos hemos subido a la montaña para ver la pentápolis y nos hemos quedado allí hasta la puesta de sol. De mientras hemos disfrutando haciendo fotos (que yo no veré jamás), y hemos intercambiado las vivencias de estos días desde que nos separamos en Timimoun como por ejemplo lo que les ha pasado hoy cuando llegaban a Ghardaia: les ha parado un control de policía y les han registrado Les han encontrado francos franceses y se los han quedado. Nosotros hemos tenido suerte pues desde el primer día no hemos encontrado ninguno más.
Ellos fueron hasta “Borj Omar Driss”, bastante hacia el este, debajo del Erg Oriental. Lo que más me gusta de sus explicaciones es que cruzaron una hamada llena de gacelas que corrían y saltaban alrededor del coche.
Para acabar de pasar la tarde, hemos ido a ver un zoológico. Es muy pequeño. Se trata de un señor que se dice amante de los animales y los ha ido instalando en jaulas en el patio de su casa. Me dan escalofríos las serpientes. Tiene una jaula llena de víboras cornudas. Son unas serpientes muy peligrosas. Las coge ayudado por un bastón y hace el numerito apretando las glándulas venenosas y haciendo que éste caiga en el suelo.
(https://img184.imageshack.us/img184/4862/senzanomescandito10se0.jpg)
Paseando entre las jaulas nos hemos dado cuenta que hay turismo del mismo país. Se les ve muy arreglados –en general al estilo europeo- y se hacen fotografías al lado de cualquier detalle. Coincidimos que son personas que viven en la capital o en ciudades grandes del norte, con cargos importantes en sus trabajos, que les permiten tener buenos ingresos y contacto con otros tipos de vida. Se les ve más abiertos. Nada que ver con los habitantes del sur.
11.4 La oración del Muezzín
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Su voz suena cinco veces al día invitando a la oración: al alba, al mediodía, a media tarde, al atardecer y por la noche.
Se puede rezar en cualquier sitio pero se tienen que dar dos condiciones: tener intención de rezar, y estar en estado de pureza.
Antes de rezar la persona tiene que lavarse las manos, los pies, los oídos y el olfato. Si no dispone de agua lo puede hacer de forma simbólica con arena.
Por todas partes hemos visto que la gente tiene una pequeña alfombra siempre a punto. Cuando es la hora, la sacan, la ponen en el suelo, y se arrodillan para rezar. Lo vimos ya en el barco aunque no había Muezzín. Lo hemos visto en los campings donde pueden estar trabajando y, de repente, se paran cogen la alfombra y a rezar. También lo hemos visto en la carretera. La primera vez nos paramos a ayudar pensando que se le había estropeado el camión a un chico, y cuando llegamos, ya estaba de rodillas en la alfombra, de cabeza en la arena, rezando con mucha devoción y concentración. Naturalmente, de cara a La Meca.
Quizás porque en Ghardaia hemos permanecido más tiempo, he oído el Muezzín cantar a lo largo del día. Me ha parecido que es mucho cinco veces. Cuando te acuestas te das cuenta que tienes aquella cancioncilla en la cabeza. En realidad está flotando todo el día en el ambiente y acabas oyéndola siempre, aunque no esté sonando.
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excelente redaccion :o
esto engancha
que lujo señores...
sigue por favor dunes ;)
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excelente redaccion :o
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que lujo señores...
sigue por favor dunes ;)
Muchas gracias y me alegro que te guste. :)
Cuando lo escribí lo hice más que nada por mí. Ya lo he dicho al principio del post, si en aquel momento no lo llego a hacer...reviento.
Fue mi primer contacto con Africa y ya ves qué cantidad de experiencias.
Dunesdesorra
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11.5 El último día del año
Hoy es el último día del año y también el último en Ghardaia. Lo aprovechamos para acabar de disfrutar del mercado y de las tiendas de música y artesanía.........
.......En algunas tiendas venden objetos muy bonitos de cuero, de lana, de algodón, bisutería...
A mí, lo que más me ha impactado han sido unas piezas de cuero -vacías por dentro-, adornadas con dibujos. Me han dicho que eran lámparas de sobremesa. Sólo hay que colocar la bombilla dentro y ya está. Las he encontrado preciosas. ¡Desde que llegamos a esta ciudad que me las miro! Pero hoy me han explicado de qué están hechas: ¡Son tetas de camella curtidas! De pensarlo se me arrugan las mías. ¡Ya no quiero ninguna!
Nos hemos quedado hasta muy tarde en la ciudad dando vueltas y hemos caminado hacia el camping ya de noche.
Mientras andábamos tan tranquilos y charlando entre nosotros, de una callejuela de aquellas por las que a mí al principio me interesaba tanto pasear, ha salido un ladrillo disparado -aún no sabemos bien ni de dónde, ni cómo-. Lo oigo silbar, pasa volando a la altura de mi oreja y se clava detrás de la del chico que estaba justo a mi lado.
¡Ha sido un instante! ¡Todo ha pasado muy deprisa!. Unos hombres que estaban en la puerta de una casa hablando y lo han presenciado han salido corriendo callejuela abajo persiguiendo al autor de tal acto vandálico, según ellos un chaval de unos quince años. Por descontado ha desaparecido sin dejar rastro y no lo han encontrado.
Estas calles estrechas y oscuras, llenas de puertas, puertecitas, cruces, escaleras...Ya me lo decía mi marido cada vez que me ponía pesada: ¡No son el lugar más adecuado para ir a pasear!
Los hombres se han portado muy bien: nos han hecho pasar, han traído un taburete para que se sentara el herido -que de momento estaba mareado- y se han ofrecido para curarlo. Nos han pedido mil disculpas y se sentían avergonzados. Querían que no lo tuviéramos en cuenta ya que provenía de juventud con la cabeza vacía.
Una vez pasado un poco el susto y el mareo, nos dirijimos a nuestras tiendas donde sacamos los botiquines y le curamos la brecha que tenía abierta en su oreja.
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Ya casi no recordaba el incidente del ladrillo, seguro que fuimos la diana de algun exaltado, de todas maneras la actuacion del resto de personas que se encontraban en la calle fue ejemplar, creo que sintieron verguenza ajena por la accion, y todos cooperaron para socorrer al herido trajeron vendas y medicamentos, y todos se esforzaron en condenar la accion.
Aparte de este incidente no tuvimos en ningun momento la sensacion de correr peligro, solo las molestias de los controles de los militares y la policia.
Saludos
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12 - DÍA 1 DE ENERO
Hoy empieza el año 1.992 y lo hemos recibido -como cada día en Ghardaia- con el canto de multitud de pájaros que nos han despertado.
Después de pelearnos un poco con nuestro querido fogón, conseguimos calentar la leche para desayunar. Abrimos el paquete de azúcar que compramos ayer y encontramos que está muy poco refinado pero lo que en realidad nos sorprende mucho son los tropezones que hay dentro: trocitos de cartón, algunos cordeles...
A nosotros nos gusta el "azúcar de pilón" utilizado por los nómadas. Es un terrón gigante de unos dos kilos o más que se utiliza sobre todo para el té. ¡Hay que tener traza para romper con un martillo el trozo necesario para cada vez!
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12.1 En dirección hacia casa
Se puede decir que ya estamos en la recta final de nuestro viaje. Disponemos de días pero no nos interesa quedarnos en la parte del norte pues nos acordamos de los controles de policía que tuvimos que pasar a cada momento al bajar. Decidimos hacer este recorrido con tranquilidad pero de un tirón.
Nos despedimos por última vez de los compañeros de nuestra ciudad porque se quedan unos días más. Así que salimos de Ghardaia en dirección a "Laghouat" adentrándonos en las montañas del Atlas.
La zona es muy verde y está llena de pastores con sus rebaños. Los vemos mientras circulamos por la carretera y nos saludan. Hay muchos rebaños y son muy grandes.
Casi me atrevería a decir que justo se termina uno ya empieza otro. Las ovejas no están esparcidas pastoreando solas a su aire sino que están en todos los casos apiñadas alrededor de los pastores que van muy abrigados para protegerse del frío que reina en el lugar.
Éstos llevan puesto un "Bornous", que es una capa con capucha larga hasta los pies de color marrón oscuro, hecha de lana muy gruesa.
El viento que sopla tan fuerte les hace volear la capa y la levanta como si se la quisiera llevar, y desde lejos apreciamos la típica estampa bucólica del pastor con el bastón y el zurrón arropado con su rebaño.
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12.2 ¿Gas-oil o gasolina?
Esta tarde mientras pasábamos por una región muy solitaria por una llanura de piedras negras nos hemos encontrado un soldado solo que nos ha parado. Nos ha pedido si le podíamos ayudar porque se había quedado sin combustible y tenía que llegar al cuartel que se encontraba todavía bastante lejos.
Era un chico muy joven y nos ha dado lástima.
Nos quedaba combustible en un jerricane y, después de informarle que nuestro vehículo funciona con gas-oil y mostrarse muy contento porque -según él era lo que necesitaba-, se lo hemos ofrecido para que pudiera llegar. Enseguida ha aceptado con muchas ganas y se ha puesto muy contento.
Mi marido ha sacado todo lo necesario y le ha vaciado el jerrican en su depósito. ¡El chico no cabía en su piel de contento! Nos ha contado que estaba solo aquí desde primera hora de la mañana y ahora ya se estaba empezando a poner nervioso.
Una vez todo listo se ha subido muy feliz a su vehículo y cuando ha visto que no funcionaba...de su coche han empezado a salir montones y montones de palabrotas malsonantes -se supone- en árabe.
¡Se había equivocado! ¡Su jeep funcionaba con gasolina! Se había hecho un lío porque -nos aclara- conduce habitualmente uno de gas-oil.
Han tenido que ponerse los dos debajo del coche y vaciar bien el depósito. El chico que se había visto salvado, volvía a estar como al principio.
Después de despedirnos nos hemos desviado de nuestra ruta un poco para pasar por el cuartel y avisar que lo fueran a recoger.
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12.3 Siguiendo hacia el norte
Ya de noche nos paramos a cenar en un bar de un pueblecito. Es muy pequeño y solo tiene una mesa en un rincón separada por unas cortinas del resto del café. Quedamos muy aislados. ¡Es como si estuvieramos en casa! También hay un pequeño televisor en blanco y negro que nos gusta mirar porque nos parece que hace una eternidad que no sabemos nada del mundo.
No entendemos nada de lo que explican pero la sorpresa ha sido que en un reportaje que se veía la calle de una ciudad, entre la gente que pasaba hemos reconocido a la pareja de alemanes que conocimos en Marhouma.
Eran los más jóvenes. Lo hemos encontrado curioso. Ellos nos explicaron que habían estado ahorrando mucho tiempo, se habían comprado una autocaravana y ahora se disponían a viajar durante todo el año por el continente africano.
La Chorba que nos sirven pica tanto que sacaría el frío a cualquiera pero está muy buena y nos da fuerzas para seguir.
Peo lo que veo más adelante, en otro pueblo por el que pasamos a media noche, no me gusta nada. Hay bastantes bares abiertos. Los hombres están dentro haciendo tertulia, tomando algún café...Sus respectivas mujeres esperan pacientemente sentadas en las cajas descubiertas de las camionetas -rondando los cero grados- aparcadas en la calle.
Aquí se usan mucho unas furgonetas con la cabina cerrada y la caja descubierta para llevar carga. Tan pronto las ves cargadas con animales que con pan o bombonas de butano. Lo que no me entra en la cabeza es que con el frío que hace, estas mujeres no estén como mínimo dentro de las cabinas.
Si verlas con la ropa blanca y la cara tapada ya impresiona, ésto me subleva.
Me llega especialmente dentro ver a una de ellas, que comparte el espacio de la caja con unas cuantas cabras.
No puedo comprenderlo y me duele en la conciencia. Ya sé que es otra cultura, pero...¡Hay cosas que son evidentes!
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12.4 Oujda - Nador-Melilla
Aproximadamente llegamos a la frontera de Oujda a las dos de la madrugada. ¡No es que guardemos un recuerdo excelente de este lugar! ¡Ya estoy nerviosa mucho antes de llegar! ¡Pienso en la emisora y tiemblo por si la encuentran! Me acuerdo que hay que rendir cuentas del dinero y me da miedo que nos salgan con alguna historia porque de momento, no cuadra.
¡Pues nada de nada! La cuestión del dinero está resuelta en un momento.
Los agentes de la aduana se fijan en el juego de los sonidos de mis hijos. Lo de las luces y colores les interesa y se enciegan con el juguete. Cuesta hacerles comprender que es un objeto de lo más inocente.
Después ven los jerricanes del techo. Comprueban que estén vacíos. ¡Si estuvieran llenos los vaciarían! No dejan pasar con el combustible. Cuando los tienen en las manos se encaprichan de ellos y se ponen pesados en que se los vendamos (¿?). ¡Nos los quieren comprar!
Mientras dura la historia de los bidones con mi marido, a mí me viene un agente por el otro lado del coche y se me pone a hablar flojito pegado a mi oído. ¡Yo que me quedo atónita! ¡Lo hace como a escondidas de los demás! No me gusta y me voy apartando....
Me pregunta si llevo joyas, que si tengo y se las vendo o se las regalo...(¿?)
Pero después de todo ésto, los documentos se arreglan rápidamente y enseguida entramos en Marruecos. ¡Parece mentira que hace unos días tuviéramos tantos problemas aquí mismo!
Ya conocemos la carretera y nos hace ilusión volver a ver aquellos árboles con pájaros blancos. ¡Pues ninguno! Serían aves que estaban haciendo la migración y estaban de paso.
Atravesamos la frontera de Nador sin problemas y en muy poco tiempo y, casi sin darnos cuenta nos encontramos en Melilla.
Son las cuatro o las cinco de la mañana. Aparcamos en la plaza mayor y en el coche mismo dormimos hasta las ocho.
Sólo con abrir los ojos los niños descubren que tenemos una churrería al lado. Compramos unos cuántos churros para desayunar, y nos vamos a una agencia de viajes pues nuestro barco no sale hasta dentro de dos días.
Nos cambian los billetes al momento y podemos salir hoy mismo al mediodía.
Recorremos toda la ciudad y terminamos en la playa. En el més de enero no hay nadie. Mis hijos y yo lo pasamos bomba recogiendo caracoles y conchas. Mi marido se queda hablando con un pescador que le cuenta media vida.
Antes de embarcar buscamos una cabina y llamamos por teléfono a los abuelos que están muy contentos de oírnos pues desde el día de Navidad no sabían nada de nosotros.
Respiran hondo y nos dicen que por la televisión habían dado la notícia que una familia de cuatro que viajaba por el Sáhara en un TT blanco, había sido atacada por los tuareg y los habían dejado abandonados allí mismo, solos y sin nada...
Se sentían angustiados porque coincidían los pocos datos que de momento daban...
Cada vez nos sentimos más satisfechos de haber abandonado una parte del viaje porque nos vamos dando cuenta que la situación era cierta. (Una vez en casa y al cabo de unos días, oímos que se trataba de una família de Castellón).
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12.5 Ocho horas debajo del agua.
Mientras hacemos cola para embarcar nos encontramos una pareja de belgas que nos vienen a preguntar si hemos tenido problemas. Nos cuentan lo que ellos han vivido: Acampados en pleno desierto, por la mañana se disponen a salir de la tienda, y se encuentran unos cuántos tuareg apuntándoles con metralletas. Les robaron todo lo que quisieron. La chica aún está muy asustada y no se cansa de repetir que pasó mucho miedo. ¡Quizás tendré que escribir a Hassan para darle las gracias del consejo que nos dió!
Embarcamos y buscamos nuestro camarote. ¡Será maravilloso dormir ocho horas! A los niños les hace ilusión la habitación tan pequeña, las literas, el baño, la ducha...¡Lo encuentran todo muy bonito!
A mí me toca la litera de abajo y por la ventana se ve el mar. Dormir en una cama con sábanas es un gusto que había olvidado. Empieza a llover y se organiza una gran tormenta con olas muy altas. Dejo de ver el cielo y el horizonte. EL barco empieza a moverse de un lado para otro con bastante contundencia y las olas chocan contra mi ventana cubriéndola en su totalidad. Parece que pasamos más tiempo debajo del agua que en la superfície.
Me muero de miedo y no puedo dormir pero el cansancio -que lo puede todo- me vence y supongo que duermo plácidamente y de tirón, pues me despierto a la hora de desembarcar descansada y como nueva.
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12.6 Málaga - Terrassa
Estos barcos van alternando la ruta. Un día atracan en Almería y el siguiente en Málaga. Va como va, depende del día que viajas vas a una ciudad u otra. Estamos muy contentos del camarote y de haber dormido bien ocho horas. Nos sentimos descansados.
A las ocho o las nueve de la noche llegamos a Málaga. Cenaremos en algún local y viajaremos hasta casa. Llegaremos mañana por la mañana, día dos de enero, con mucho trabajo por hacer: limpiar y guardar trastos, lavar ropa (de mi hijo pequeño, poca)...pero muy contentos de lo que hemos visto, de lo que hemos aprendido y...sobretodo con la intuición que volveremos para visitar la parte del Hoggar cuando esté en calma.
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13 - EN RELACIÓN A LA SITUACIÓN POLÍTICA
Cuando entramos en Argelia, el país estaba en plena campaña para las primeras elecciones legislativas desde que habían obtenido la independencia de Francia en el año 1.962. Desde aquel momento se había hecho cargo del país el FLN ( Frente de Liberación Nacional).
La primera vuelta de las elecciones se había programado para el 26 de diciembre de 1.991 y, la segunda, para el día 16 de enero de 1.992.
El día 14 de diciembre, cuando solo faltaban doce días para la primera vuelta, el partido islámico FIS (Frente Islámico de Salvación) anunció que se presentaba a las elecciones y que si ganaba, en un año convertiría Argelia en una República Islámica
Este hecho desencadenó una fuerte tensión, que explica que en la frontera nos miraran con lupa, que no quisieran emisoras y que hubieran tantos controles de policía, sobretodo en la parte norte del país que era donde había más agitación.
En nuestro caso, al viajar rápidamente hacia el sur adentrándonos enseguida en el desierto, y estando algunos días sin pasar por ningún pueblo, no nos enteramos de nada aunque en realidad, se produjeron incidentes muy importantes.
*El cierre de la campaña electoral el día 24 de diciembre -mientras nosotros estábamos más que felices en el oasis de Marhouma-, con una manifestación del FIS con 200.000 personas
*Las votaciones del día 26 de diciembre -mientras estábamos cruzando la hamada del Tademait-. Este día hubo mucha tensión. Se dió una abstención muy general para castigar al partido que había estado en el poder hasta la actualidad, y también por miedo de salir a la calle. Los simpatizantes del partido islamista votaron masivamente provocando que ganara el FIS por una mayoría aplastante.
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*La presentación el día 28 de diciembre, de recursos por fraude e irregularidades -mientras estábamos en el Tademait y en Fort Miribel-
La gente que hablaba con nosotros -sobretodo la más jóven-, nos habían expresado sus miedos por si vencía el FIS ya que representaría -a su parecer- un paso atrás cuando tenían muchas ganas de abrirse al mundo, de acceder a toda clase de productos y alimentos, ropa, medicamentos...que las mujeres no se tuvieran que tapar...
También habíamos visto por las carreteras movimientos de tropas, comboys militares con decenas de camiones repletos de soldados viajando hacia el sur. En todo momento nos habíamos imaginado que se trataba de maniobras militares!
Al volver al norte, en Ghardaia, lugar de gran tradición islámica, fuímos blanco del ataque de un exaltado fanático -supongo que por ser occidentales-.
Fue al volver a nuestra ciudad que nos hicimos conscientes de la situación al leer en los periódicos notícias cada día.
Sólo entonces empezamos a relacionar hechos que habíamos visto con lo que leíamos, como por ejemplo: el humo en la hamada del Tademait. Contrariamente a lo que nos habíamos imaginado (prospecciones petrolíferas), estaban construyendo un campo de concentración donde más tarde estuvieron cautivos los islamistas que detuvieron.
Cuando no encontrábamos el permiso de circulación de nuestro coche, nos apartaron de las fronteras y nos hicieron preguntas insidiosas tan encaminadas a revelar nuestra posible condición de agitadores, yo no podía comprender tanta exageración. Ahora me doy cuenta que la causa no era otra que la fuerte tensión que vivía el país.
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Una vez en casa, aún hoy que han pasado algunos años, encuentro maravilloso que todo terminara bien y paso de entretenerme haciendo hipótesis de lo que nos hubiera podido ocurrir -aunque bien fácilmente se podrían hacer-.
Envié la miel a Yasmina, jabón y otras cosas sencillas básicas de las que allí faltan, pero siempre he tenido el presentimiento que el paquete no llegó a su destinatária puesto que nunca más he tenido notícias suyas.
Mi hijo pequeño escribió una carta con un dibujo del oasis de Marhouma a su amigo Hassan, junto a la fotografía en la que están juntos en la zériba. Nunca más supimos nada.
Desde entonces, he seguido con mucho interés y con toda mi alma cómo han ido evolucionando los sucesos políticos y sociales en Argelia porque son muchas las vivencias y recuerdos que de aquel país guardo.
A veces sufro por la gente sencilla, la del pueblo, por los que les ha tocado vivir de cerca la violencia, por todos los que tenían esperanzas de libertad y...por las mujeres, que deben llevar la losa de una represión -mayor aún si cabe-.
Pienso que tardaremos años en poder volver. A estas alturas ya me he mentalizado que las montañas del Hoggar no las veré. Creo que tendrían que cambiar muchas cosas y esperar además otros tantos años, para volver a Argelia con tranquilidad
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14 - OCHO MESES DE TENSIÓN Y CRISIS POLÍTICA
La relación de hechos importantes que viene a continuación se podría hacer mucho más larga pero mi intención solo es hacer un recordatorio de como se fueron desencadenando.
Más que nada era como una necesidad para mí entender qué había pasado. No hay ninguna intención política, es más, la política es un tema que nunca me ha interesado. Tenía que descubrir cómo habíamos podido viajar solos y con niños a un lugar con una problemática tan importante. Solo después de leer muchos periódicos en la hemeroteca, y a base de buscar "con lupa" pequeñas notas informativas aparentemente sin importancia, fuí cosiendo la crónica. que repito otra vez: ¡Es solo informativa! No es ninguna opinión, simplemente "notícias" del periódico. Su lectura ayuda a comprender como empezó todo, a saber qué ocurrió mientras estábamos allí, y a seguir los hechos durante el més siguiente..
14.1 Crónica de los sucesos más importantes
AÑO 1.962
Año en que el movimiento revolucionario derrotó el colonialismo francés y se obtuvo la independencia.
Desde este día, gobierna el país el FLN (Frente de Liberación nacional)
AÑO 1.991
Primeras elecciones legislativas en las que participan todos los partidos.
5 de junio de 1.991
El presidente Chadli Benyedid instaura el estado de excepción para cuatro meses como consecuencia de los disturbios producidos a causa de la huelga general convocada por el FIS, y después de fuertes enfrentamientos entre los fundamentalistas y la policía.
6 de junio de 1.991
El ejército se despliega en Argel y se decreta el toque de queda.
Benyedid acepta la dimisión de Mouloud Hamrouche y nombra primer ministro a Sid Ahmed Ghozali
14 de junio de 1.991
El presidente del FIS, Abassi Madani, hace un llamamiento al ejército para que se retire de las ciudades y de las mezquitas
25 de junio de 1.991
Violentos enfrentamientos entre simpatizantes del FIS y las fuerzas del orden hacen 13 muertos y más de 60 heridos.
28 de junio de 1.991
Abassi Madani amenaza con declarar la guerra santa si el ejército no se retira de las calles.
Benyedid abandona el cargo de presidente del FLN.
30 de junio de 1.991
Las fuerzas del orden detienen a Abassi Madani y a Alí Belhadj, los dos cargos más importantes del partido del FIS.
8 de julio de 1.991
Se retiran los últimos tanques de la capital.
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1 de agosto de 1.991
El primer ministro informa que los enfrentamientos ya han causado 55 muertos desde el 5 de junio.
7 de agosto de 1.991
Se anula el estado de excepción
15 de octubre de 1.991
Benyedid anuncia que la primera vuelta de las elecciones legislativas se celebrará el 26 de diciembre
5 de diciembre de 1.991
El Parlamento aprueba una ley que permite a las autoridades civiles hacer un llamamiento al ejército para mantener el orden público siempre que éste sea alterado.
14 de diciembre de 1.991
El FIS anuncia su participación en las elecciones legislativas. Uno de los slogans más populares de este partido es : "Ni Carta ni Constitución, solo la sunna (tradición del Profeta Mahoma) y el Corán".
24 de diciembre de 1.991
El FIS cierra la campaña electoral con una concentración de 200.000 personas en el estadio olímpico de la capital.
26 de diciembre de 1.991
Jornada electoral. La tasa de participación nacional es solo del 58,55 %. Los integristas obtienen el 47,54% de los votos y 188 escaños. (La mayoría absoluta son 216. Por lo tanto, en la segunda vuelta, solo necesitan conseguir 18 ).
28 de diciembre de 1.991
Se presentan recursos por fraude e irregularidades.
Abdelkader Hachemi exige la libertad de los líderes islámicos detenidos, actualmente en prisión.
Rabah Kebir, uno de los líderes del FIS, se dirige a los fieles en la plegaria de la mezquita, con la frase:"Hoy es el día de Dios".
Mohamed Said, imán de la mezquita de Al karkam, a pocos kilómetros de la capital, hace un llamamientos a la población de Argelia para que cambien los hábitos de alimentación, de indumentaria, y que no se beba alcohol.
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2 de enero de 1.992
La población sale a la calle para salvar la democracia.
La mayoría son mujeres.
3 de enero de 1.992
341 recursos de impugnación a la primera vuelta electoral se presentan en el Constitucional.
4 de enero de 1.992
El FIS quiere impulsar la industria militar.
Los integristas dicen que la democracia es atea y que el islam es la única vía hacia la libertad.
6 de enero de 1.992
Irak envía a Argelia uranio para fabricar la "bomba del islam".
9 de enero de 1.992
Centenares de mujeres se manifiestan contra el FIS.
11 de enero de 1.992
El Presidente Chadli Benyedid presenta la dimisión cinco días antes de la segunda vuelta de las elecciones que pueden dar la mayoría absoluta al FIS, en pleno auge integrista.
Después de hacer pública esta notícia, a las ocho de la noche, tanques y soldados toman posiciones alrededor del Palacio del Gobierno en el centro de la capital.
Jornada de máxima tensión a la espera del veredicto del Consejo Constitucional sobre 341 recursos contra candidatos electos del FIS.
El ejército muestra reservas sobre la celebración de la segunda vuelta electoral.
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12 de enero de 1.992
Se anula todo el proceso electoral para frenar al FIS.
El Consejo de Seguridad invalida la victoria integrista. El FIS anuncia manifestaciones de protesta.
13 de enero de 1.992
Los integristan llaman al pueblo a alzarse contra los "usurpadores".
Irán se moviliza y apoya al FIS.
14 de enero de 1.992
Se crea un Consejo de estado para dirijir el país y llenar el vacío que ha dejado la dimisión de Benyedid.
Las autoridades despliegan tanques y ametralladoras en los accesos de la capital.
Crecen los rumores sobre la inminente prohibición de la organización fundamentalista.
Miterrand pide a Argelia que reconstruya el proceso democratizador.
15 de enero de 1.992
El FLN acusa de ilegal a la nueva presidencia y amenaza con formar un Parlamento paralelo
16 de enero de 1.992
Budiaf vuelve a Argelia del exilio y hace juramento para participar en el Alto Consejo de Estado.
Budiaf expresa que ni el FIS ni el FLN tienen proyectos para el país y que su misión más importante es volver la confianza perdida al pueblo.
En referencia al FIS, Budiaf dice que el islam nunca había estado antes en contra de la democracia.
17 de enero de 1.992
La policía detiene a 500 seguidores del FIS en Argel.
18 de enero de 1.992
La crisis se hace muy fuerte en el seno del FLN.
El partido propone celebrar una sesión extraordinaria para definir su postura ante el nuevo poder establecido.
19 de enero de 1.992
La tensión se hace más grave en el país.
Elementos armados atacan un control militar y matan a un soldado.
El FIS denuncia más detenciones en sus filas entre ellos, cargos públicos.
Los fundamentalistas "exigen" volver a la legalidad constitucional.
20 de enero de 1.992
Se plantea disolver los ayuntamientos.
La policía refuerza las acciones contra los militantes fundamentalistas.
El líder islamista avisa de las grandes posibilidades de una "explosión social"
21 de enero de 1.992
Se aplaza el proceso abierto contra siete dirigentes integristas.
El primer ministro Ghozali, espera que la CEE "muestre solidaridad" con Argelia si quiere que triunfe la democracia.
22 de enero de 1.991
Detenido en Argel el líder de los fundamentalistas Abdelkader Hachani, responsable del FIS, cuando acababa de hacer un llamamiento a los soldados hacia la desobediencia y la deserción.
Las autoridades emiten un comunicado por el que se prohíbe toda actividad política en las mezquitas.
23 de enero de 1.992
El FIS evita los enfrontamientos con la Junta de Gobierno.
Los integristas llaman a la calma para la gran plegaria del viernes.
Los fieles, apartados por la policía, podrían aumentar mañana el riesgo de violencia.
La CEE pide respeto a las libertades.
24 de enero de 1.992
Viernes, día de oración en las mezquitas.
Las plegarias acaban a tiros.
La policía dispara a los fieles al lado de una mezquita y practica muchas detenciones.
Othmane Aisani sucede a Hachani en la dirección del FIS.
Un gran dispositivo de seguridad aísla los centros de culto más populares.
Tres periodistas españoles son expulsados del país.
Gran crisis interna en el FLN.
25 de enero
Mucho desconcierto a todos niveles.
Los integristas denuncian que siguen sin líder.
Argel desmiente que el líder del FIS haya sido detenido.
El Comité Central del FLN se reúne para evitar un cisma en la formación política.
El imán Othmane Aisani, supuesto nuevo líder de FIS, anuncia que quiere volver a las raíces, a la época de Mahoma.
Las autoridades secuestran el diario oficial islamista y se les prohíbe que publiquen su boletín semanal.
Los tres periodistas españoles expulsados llegan a Madrid.
26 de enero de 1.992
El FLN decide alinearse con el nuevo poder.
El Comité Central del partido reafirma su apoyo al Consejo de Estado de Argelia.
Los islamistas denuncian el traslado de Hachani a la prisión de Serkadji.
Sectores fundamentalistas proponen sabotear la economía.
Los integristas marroquíes auguran explosiones sociales. Creen que la influencia del país vecino es innegable.
27 de enero de 1.992
Un dirigente del FIS se muestra partidario de hablar con el gobierno
28 de enero de 1.992
La policía detiene a Rabaj Kebir, segundo del FIS y, uno de los pocos que quedaba en libertad.
El FLN pospone la reunión extraordinaria de su Comité Central para evitar la fragmentación del partido
29 de enero de 1.992
La violencia se cobra una vida en Argel: Una abuela muere en medio del choque entre la policía y seguidores del FIS, a causa de la detención de dos imanes en un barrio integrista.
30 de enero de !.992
El estado asume el control de la principal mezquita de Argel.
31 de enero de 1.992
Viernes, La plegaria acaba con una carga policial con ocho heridos, entre ellos una mujer, en el barrio de Bab el Yed, bastión del FIS en Argel.
1 de febrero de 1.992
Los integristas denuncian cuatro muertos en incidentes en el sur.
El primer ministro Ghozali, compara los dirigentes del FIS con fascistas. Defiende la represión, señalando por primera vez que el Estado quiere hacer cumplir las leyes, y que las mezquitas, no han de ser utilizadas para hacer política.
Expresa que el islam no tiene nada que ver con los dirigentes del FIS, y que los integristas están más cerca del fascismo que del Corán.
3 de febrero de 1.992
Budiaf asegura que habrá democracia en Argelia.
El ejército rodea la sede del FIS en el centro de Argel.
4 de febrero de 1.992
Dos manifestantes pierden la vida.
Un equipo de la TV italiana es detenido y golpeado por paracaidistas mientras filmaba una manifestación integrista.
5 de febrero de 1.992
El ejército y los integristas se enfrentan. Hay 8 muertos -15 según el FIS-, y 50 heridos.
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!!!!Que pedazo viaje!!!! Sin móviles, sin gps, a la antigua usanza. Y para colmo un solo coche y con niños !!toma ya!!
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!!!!Que pedazo viaje!!!! Sin móviles, sin gps, a la antigua usanza. Y para colmo un solo coche y con niños !!toma ya!!
Íbamos con brújulas, mapas, compases y transportadores. :o
El viaje estuvo muy bien y los parajes fantásticos. La gente hospitalaria.... :) :)
Mis hijos eran pequeños pero se acuerdan. Para ellos también fue una experiencia descomunal. ::)
Y la suerte de haber vivido entre tanto problema político pràcticamente sin darnos cuenta, pues podría haber sido mucho peor.
Dunesdesorra
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15 - REACCIÓN DE LOS OTROS PAÍSES ISLÁMICOS
Argelia:
Día 28 de diciembre de 1.991. En los barrios integristas de Argel, hay una alegría moderada por el triunfo.
La prensa reacciona con angustia porque los islamistas habían prometido convertir el país en una república islámica.
Por lo que hace a los otros países, hay reacciones de todas clases:
Irán
La prensa de Teherán nombra con grandes titulares la "gran victoria" del FIS que asegura el restablecimiento de una república islámica en Argelia.
Países del Magreb:
Se observa un marcado silencio.
Países de Oriente Próximo:
Se observa un marcado silencio.
Túnez
En este país, donde los integristas siempre son acusados de pretender derrocar el gobierno, se dice que en Argelia aún no hay nada decidido.
Marruecos
No hay ninguna reacción oficial.
Siria
Como en este país los integristas están muy reprimidos, no se da ninguna notícia.
Jordania, Egipto, Israel, Líbano y países del Golfo Pérsico:
No se da la notícia. Pero el portavoz de los "Hermanos Musulmanes Jordanos" que ocupan la tercera parte del Parlamento de Amman, asegura que la victoria del FIS en Argelia, es una prueba evidente que "los pueblos musulmanes quieren estar gobernados por el islam después de los fracasos de todas las ideologías"
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Vocabulario
Afredj
Valla trenzada, de tronco de palmera para proteger los huertos.
Atei
Té
Bälga
Babucha
Bubú
Chaqueta blanca de mangas cortas que, junto al serual, constituye el traje de los habitantes del Sahara
Burnous
Capa grande hecha de lana, larga hasta los pies, y con capucha. Es muy cara pero dura para toda la vida.
Cheché
Tela muy larga y fina, de algodón. Se enrrolla en la cabeza a modo de turbante. Protege del sol, viento y arena.
Chilaba
Túnica larga de media manga con una capucha. Tejida en lana o algodón.
Chorba
Sopa hecha a base de harina, caldo y pimiento rojo. También se le añaden garbanzos, lentejas, calabacín, carne...
Deglet Nour
"Dedos de luz". Los dátiles de mejor calidad. Muy dulces y carnosos.
Dinar
Unidad de moneda que se utiliza en Argelia
Drinn
Planta gramínea sahariana.
Fenec
Zorro del desierto. Poseedor de grandes orejas para refrigerar su cuerpo.
Fesh-Fesh
Arena podrida donde el coche se hunde irremisiblemente levantando una gran cantidad de polvareda muy fina. Parecida a los polvos de talco.
Foggara
Canal de irrigación que recoge el agua del subsuelo para llevarla a los huertos.
Erg
Desierto de dunas
Gandura
Vestido en forma de túnica larga y ancha
Oued
Lecho de un río o torrente por donde solo baja agua después de grande lluvias.
Hamada
Desierto llano de tierra dura, pedregosa y sin vegetación.
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Hassi
Pozo.
Hoggar
Macizo montañoso situado en el Sáhara Central.
Inch Ala
Si Dios quiere
Kel Essuf
Demonios de la soledad, hijos de los "Yenun" (demonios). Se les atribuye todo lo malo.
Khaima
Tienda donde viven los nómadas hecha de lana de camello y de cabra.
Ksar
Pueblo fortificado
Küskus
Comida tradicional hecha a base de harina de trigo con verduras y carne.
Ma'karuna
Macarrones
Mäsjid
Mezquita donde se va a rezar.
Medersa
Escuela Coránica
Muezzin
Hombre que hace la llamada a la oración desde lo alto del minarete de la mezquita.
Rai
Música que se hace en Argelia y en otros países del Magreb, que pone al día los aires árabes tradicionales con nuevos ritmos, nuevos instrumentos, sonido elctrificado y textos comprometidos.
Regg
Desierto plano de piedras grandes.
Sarual
Pantalones anchos que van atados a los tobillos A partir de las rodillas se tornan tan anchos que parecen faldas.
Sebka
Antiguo lago salado seco.
Souk
Mercado
Tanezrouft
El desierto absoluto. Inmensas extensiones del Sáhara que ocupan miles de kilómetros. La llamada "tierra vacía". Situada al sur.
Tagella
Pan que se cuece en la arena a modo de horno.
Targuí/a
Nombre masculimo y femenino para referirse a los/las Tuareg
Tassili
Altiplano de gres erosionado. Generalmente invadido por la arena. En el macizo del Hoggar hay dos: Tassili N'Ajjer, y el Tassili del Hoggar.
Tuareg
Es un nombre colectivo. Se refiere a los habitantes de las tribus nómadas de las montañas del Hoggar.
Zeriba
Cabaña hecha de cañas y hojas de palmera
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Cartografía
Mucha de la información que he necesitado sobre el país por lo que hace a la geología, relieve, distancias, núcleos urbanos, etc...ha estado sacada de estos mapas franceses:
Institut Geographique National France
*Mapa: NM-30 Bechar
*Mapa: NH-31 Ouargla
*Mapa: NG-31 In Sallah
*Mapa: NG-29/30 Erg Chech
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Bibliografía
1- La información para escribir el capítulo sobre los acontecimientos relacionados con la situación política, ha sido obtenida en la Hemeroteca de la Universidad Autónoma de Barcelona consultando ejemplares de:"EL PEriódico" editados durante diciembre de 1.991, enero y febrero de 1.992.
2- Para escribir el libro me he basado:
* en la observación,
* en la conversación con la gente del país: gente de diferentes lugares, edades...
*y en mi propia experiencia.
De todas formas, para puntualizar algún dato, he consultado la guía:
*Argelia
Nouvelles Frontiéres
Editorial Granica
3- Por lo que se refiere al vocabulario, he hecho algunas comprobaciones en el diccionario:
*Lexic usual: català-àrab/àrab-català
Pere Balañà i Abadia
Direcció General de Política lingüística
Generalitat de Catalunya.
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Y aquí termina el libro que escribí a la vuelta de mi primer viaje al continente africano.
El título viene porque no me llevé ninguna libreta para escribir.
Eran tantas las cosas que veía cada día que no quería olvidarlas y en un pequeño listín que tenía en el bolso con teléfonos y direcciones, con letra muy pequeña empecé anotando los nombres de los lugares por los que pasaba.
Pronto tuve que apuntar otras cosas aparte de nombres de pueblos y, el listín acabó lleno, relleno, desbordado y escrito por todos los rincones.
Este libro que escribí, fue el resultado de ampliar aquellas pequeñas frases a modo de apuntes, y unirlas a la información que busqué e investigué paralelamente debido a mi curiosidad por saber: "Apuntes de un viaje a Argelia"
Lástima de fotos que hice que nunca he visto y quizás no repetiré. Las diapositivas que hizo Fenec -muuuuuuuuuuuuchas-, el día que tenga un escaner que las gestione pondré una selección.
Dunesdesorra
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Pero....¿ya se ha terminado?. Que pena. :'( :'( :'(
Lo bueno, es que hay mas viajes pendientes de contar. :D :D
Un relato impresionante y en ocasiones, sobrecogedor. Muchas gracias a los dos. ;)
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Pero....¿ya se ha terminado?. Que pena. :'( :'( :'(
Lo bueno, es que hay mas viajes pendientes de contar. :D :D
Un relato impresionante y en ocasiones, sobrecogedor. Muchas gracias a los dos. ;)
No me dirás que se te ha hecho corto, eh? ;D ;D
Estamos hablando de 120 pàginas de din A4, eh? :o :o ;D ;D
Yo sufría porque tenía pocas fotos para insertar y quedaba mucho seguido para leer :P
Dunesdesorra
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La verdad es que......SI; se me ha hecho corto. ;) ;)
¿Cuando empiezas la cronica de otro viaje?. ;D ;D
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La verdad es que......SI; se me ha hecho corto. ;) ;)
¿Cuando empiezas la cronica de otro viaje?. ;D ;D
;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D
Pues supongo que no tardaré mucho porque en algo tengo que matar el tiempo y esto es muy divertido ;)
Dunesdesorra
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No la tientes Pablo. ;no sabes lo tenaz que es.Es capaz de contar todos los viajes, y su memoria es fotografica, si quieres cronicas de viajes ahora que tiene tiempo , y que ademas el foro le gusta cantidad, tienes tema para rato.
Saludos
-
Dejala, Jordi; que en algo tiene que entretenerse. ;D ;D
Si a ti te divierte, Montse; a nosotros ni te cuento.... :o :o
Hay seis u ocho temas en el foro, que es lo primero que miro al conectarme; la mayor parte, son vuestros. ;) ;)
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Dejala, Jordi; que en algo tiene que entretenerse. ;D ;D
Ja.ja.ja ;D ;D ;D ;D ;D ;D
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No la tientes Pablo. ;no sabes lo tenaz que es.Es capaz de contar todos los viajes, y su memoria es fotografica, si quieres cronicas de viajes ahora que tiene tiempo , y que ademas el foro le gusta cantidad, tienes tema para rato.
Saludos
pues yo me alegro mogollon de que sea asi
sabras mejor que yo que esto enriquece muchisimo a una persona, pero más aún el vivirlo directamente como habeis hecho vosotros
gracias por compartirlo ;)
-
Estaís esclavizando a la pobre Montse... si quiere escribir que escriba... aquí estaremos todos tan
contentos... ;D
Por cierto, ... ¿puedo, puedo, puedo?
Me ha encantado el viaje que hicisteís...
saludos!
-
yo montse de verdad que te pido que pares de contarnos todos esos viajes jejeje, pues no sabes la envidia que estas creando en mi, y lo que es peor, la de planes que están surgiendo en mi cabeza ;D ;D ;D
Es broma, de verdad que muchas gracias por compartirlos, no te imaginas lo que nos aportan. ;) ;)
Un saludo ;) ;)
-
Estaís esclavizando a la pobre Montse... si quiere escribir que escriba... aquí estaremos todos tan
contentos... ;D
Por cierto, ... ¿puedo, puedo, puedo?
Me ha encantado el viaje que hicisteís...
saludos!
No te lo creas eh, Raúl, de esclavizada, nada. Faltaría más ;D >:( >:( >:(
Lo hago porque quiero, porque me gusta y me lo paso bien. :D
Mira, os tengo que dar las gracias yo de que os guste :) Y ahora que no puedo hacer otra cosa que estar aquí con la pata estirada y quieta, pues me entretengo. ;D ;D
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yo montse de verdad que te pido que pares de contarnos todos esos viajes jejeje, pues no sabes la envidia que estas creando en mi, y lo que es peor, la de planes que están surgiendo en mi cabeza ;D ;D ;D
Hola Alberto ;D Lo de los planes está muy bien :D. Todo llega en esta vida ;D ;D
muchas gracias por compartirlos, no te imaginas lo que nos aportan. ;) ;)
¿Podrías poner ejemplos? :) :)
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Dejala, Jordi; que en algo tiene que entretenerse. ;D ;D
Si a ti te divierte, Montse; a nosotros ni te cuento.... :o :o
A mí me encanta, y me permite en estos momentos llenar las muuuuuuuuuuchas horas que tengo.
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pues yo me alegro mogollon de que sea asi
sabras mejor que yo que esto enriquece muchisimo a una persona, pero más aún el vivirlo directamente como habeis hecho vosotros
gracias por compartirlo ;)
Claro que sí, todo lo que sea compartir con los demás enriquece. Yo aprendo mucho de lo que os leo a vosotros. :D :D
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Bueno Montse............no tengo palabras, es más, me quedo sin ellas.
No he terminado todavía de leerlo entero, pero estoy en ello.
Montse es magnífico todo lo que nos cuentas, para mí, supone un aprender diario.
Saluodos Noega
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Dejala, Jordi; que en algo tiene que entretenerse. ;D ;D
Si a ti te divierte, Montse; a nosotros ni te cuento.... :o :o
A mí me encanta, y me permite en estos momentos llenar las muuuuuuuuuuchas horas que tengo.
Y yo contento ;D ;)
Ya me lo he acabado :-\
Interesantisimo, curiosa mezcla, tambien, de valentia e inconciencia ;) la vuestra.. pero resulta curioso que a veces es la misma inconciencia del suelo que pisas lo que te permite poder salir bien parado, igual si a medio viaje hubieseis sabido el polvorin sobre el que os encontrabais los nervios y el miedo habrian convertido una vivencia tan intensa en una pesadilla peligrosa.. vete a saber..
Sea como sea, una vez mas e disfrutado. Yo era de los que de pequeños se leian los libros de Julio Verne ubicandolos en su evolucion sobre el atlas, acabare haciendo lo mismo con tus relatos ;)
Muy interesante el vocabulario.
Pd. ¿Y el siguiente viaje para cuando? ;)
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Y yo contento ;D ;)
Ya me lo he acabado :-\
Interesantisimo, curiosa mezcla, tambien, de valentia e inconciencia ;) la vuestra.. pero resulta curioso que a veces es la misma inconciencia del suelo que pisas lo que te permite poder salir bien parado, igual si a medio viaje hubieseis sabido el polvorin sobre el que os encontrabais los nervios y el miedo habrian convertido una vivencia tan intensa en una pesadilla peligrosa.. vete a saber..
Sea como sea, una vez mas he disfrutado. Yo era de los que de pequeños se leian los libros de Julio Verne ubicandolos en su evolucion sobre el atlas, acabare haciendo lo mismo con tus relatos ;)
Muy interesante el vocabulario.
Pd. ¿Y el siguiente viaje para cuando? ;)
Bueno, yo no creo que fuera inconsciencia sino ignorancia, no teníamos ni idea de lo que estaba pasando. Por eso me dí después el trabajo de investigación (que aunque no lo parezca, me llevó mucho tiempo). No era nuestra forma de ser. No me lo podía explicar. De haberlo sabido nunca habríamos ido allí solos y con niños. ¡Con la de parajes interesantes que hay por este mundo!
Quedé muy aliviada cuando ví que antes de marcharnos la prensa no reflejaba la situación. Me quitó el sentimiento de culpabilidad o irresponsabilidad que sentía. Es más, para hacer la crónica de los hechos, tuve que buscar bien pues la mayoría de noticias eran notas muy pequeñitas en cualquier rincón nada importante del periódico.
Valentía tampoco la veo. Simplemente hicimos un viaje como cualquier otro de los que hemos hecho. No sabíamos que pasaban cosas, por tanto no éramos valientes de nada.
Sí que tuvimos la gran suerte de estar la mayoría del tiempo en el desierto y esto nos permitió disfrutar a nuestro aire sin enterarnos de nada. Tanto fue así que ni los movimientos de tropas que nos cruzamos por carretera al subir hacia el norte, de comboyes de decenas de camiones con soldados, en lo único que nos hizo pensar fue en maniobras militares ???
Otra suerte también fue recortar la ruta como nos aconsejaron y salir del país dos días antes de lo previsto...:D
El vocabulario yo lo encuentro curioso. Hay algunas palabras que tienen un cierto parecido.
¿El siguiente viaje?
Primero voy a completar visualmente el post del viaje al desierto como maestra, porque he recuperado algunos cd's de los que guardaba en la escuela con fotos.
Luego, como tengo mucho tiempo por delante, ya estoy haciendo planes, pero aún no está decidido ;D ;D Algo caerá ;D ;D
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, ya estoy haciendo planes, pero aún no está decidido ;D ;D Algo caerá ;D ;D
¡¡¡BIENNN!!!
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Ja,ja,ja,ja,ja ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D
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Bufff... Por ahora, sin fotos, salen 75 páginas... + 98fotos...
Tengo una duda. Los puntos 4.6 / 5.10 / 6.1 no existen? ???
saludos!!!!!!!!!
PD: en cuanto lo tenga, te lo envio por correo y me dices que tal ;)
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Tengo una duda. Los puntos 4.6 / 5.10 / 6.1 no existen? ???
Hola Raúl
Gracias por el trabajo que te estás dando. :)
El punto 6.1 está pero se me había olvidado escribir el título. Ya lo he puesto (6.1 Es Navidad)
Los otros dos puntos no los puse pues de algunos capítulos solo traduje fragmentos . El punto 5.10 hablaba de problemas con la emisora, y el punto 4.6 era una reflexión: todos tendríamos que tener las mismas oportunidades. Me pareció que no eran muy relevantes estos trozos y los dejé. :o
Cuando empecé pensé que escogería solo algunos trozos bonitos o interesantes, pero a medida que fuí avanzando en la historia lo fuí escribiéndo casi todo pues sino no se habría comprendido. :)
Dunesdesorra
(Nota. En el 5.4- la ceremonia del té, he añadido una foto. Si te molesta, la saco )