Hace pocos días me han contado cómo
han abierto una Viano Marco Polo en Italia para robar en el interior forzando una de las mosquiteras de las ventanillas correderas aprovechando que se puede
destrozar la separación entre las pestañas que se ajustan al cristal y la chapa troquelada.
En efecto, éste es el punto débil de nuestras rejillas de ventilación cuando dejamos la
furgo sin vigilancia y sin nadie en el interior.
La solución cuesta un euro y cinco minutos de trabajo.
Sólo tenemos que
marcar cuatro puntos en las esquinas de cada una de las dos chapas teniendo la precaución de hacerlo con ellas instaladas para que no queden dentro de la zona oculta por el marco.
Despues, como vamos a utilizar
remaches de 8 mm de longitud y 4 mm de diámetro,
practicamos los
agujeros con broca de metal HSS de 4 mm ø
y los insertamos. Aquí veis
cómo quedan por el anverso y el reverso.
Si
no queremos que el lado feo del remache nos arañe otras piezas al guardar las mosquiteras, podemos
pegarles unas espumas autoadhesivas redondas o recortadas de una tira usando una moneda.
Finalmente, se puede
pintar con rotulador negro el remache por fuera para que ni se note...
Por lo menos, así lo pondremos un poco más difícil a algunas herramientas de hacer palanca.
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