El Mercedes Unimog asciende al volcán más alto del planeta
El poderoso modelo alemán ha ascendido más allá de los 6.000 metros para conseguir este récord mundial.
Durante siete décadas un vehículo con genética Mercedes ha demostrado en distintos lugares del planeta su resistencia, fiabilidad y rendimiento, posicionándose como una de las referencias de su segmento. Ahora, el Unimog ha vuelto a sorprendernos al establecer un récord bastante peculiar en compañía de un equipo de expedición formado por diez personas.
Récord de altitud
El grupo de aventureros estaba liderado por Matthias Jeschke, y junto a ellos dos Unimog U 5023 acapararon todo el protagonismo. El objetivo principal era ascender hasta la cima del volcán más alto del mundo, el Ojos de Salado, Chile, con esta pareja de camiones modificados, para una vez arriba instalar cuatro unidades de radio de emergencia en varios campamentos de gran altitud. Este sistema mejorará la seguridad tanto para montañeros como para investigadores científicos.
Pero claro, para proceder a la instalación de estos aparatos había que ascender hasta más de 6.000 metros de altura, una hazaña al alcance de pocos vehículos. Tras la colocación de la cuarta unidad radiofónica, el equipo llegó a uno de los campamentos de la citada montaña volcánica y fue entonces cuando este grupo se propuso lograr otro hito: romper el récord de altitud para vehículos con ruedas. Un desafío superado por uno de los dos camiones Unimog al conseguir alcanzar nada menos que los 6.694 metros.
Bajo el capó late un bloque diésel de cuatro cilindros y 5.1 litros.
Daimler
Modificaciones oportunas
Con esto, el propietario de la compañía Extrem Events, Matthias Jeschke, y su equipo no solo batieron su propio récord a los mandos de un Mercedes Zetros en 2014, sino que también establecieron el registro único a nivel mundial pues nunca antes un vehículo había ascendido hasta tales alturas. Para garantizar el éxito de la misión los Unimog se adaptaron correspondientemente con neumáticos especiales, cabestrantes reforzados y un chasis con el centro de gravedad variable.
En palabras de Jeschke: “Ambos vehículos dominaron los pasajes extremadamente empinados y rocosos gracias a una combinación de la mejor tecnología, un centro de gravedad equilibrado y una sorprendente tecnología de neumáticos para llevar los materiales y el equipo a estas enormes alturas. En ningún momento en el mundo, las expediciones motorizadas han llevado dos camiones simultáneamente a esa altitud".
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