La aventura de este año comenzó en Algeciras para coger el ferry de las 8.00AM, que como era de esperar tenía retraso además de ser un ferry lento que tardó como dos horas en atravesar el estrecho, no importa porque vamos con ilusión, ganas de pasarlo bien y hemos dejado atrás el reloj y las prisas. Lo bueno es que ibamos solo dos Patrol, un Y60 Largo y el mío, con un equipo a bordo de lo más competitivo. También participa un Opel Zafira con más familia de la que va a bordo del Y60, que harán viaje por carretera y ciudades y coincidiendo con nosotros en Merzouga.
La autopista y las carreteras de montaña cada vez más escarpadas nos dieron paso al Atlas y pasar nuestra primera noche en Ouzoud, situada a algo más de 1000km desde Córdoba que fue nuestro origen.
Las cascadas las visitamos por la mañana con nuestro guía amigo Rastagood!! Un rastafari del Atlas, quien nos mostró los alrededores saliendose del habitual recorrido turístico y acabando en la base de la cascada, sus vistas son impresionantes y no dejan a nadie indiferente.
Sin perder mucho el tiempo cogimos carreteras y pistas que llegaban a más de 2600m de altura con mucha nieve en las cunetas y menos mal que había pasos que las máquinas habían limpiado, pues con más de 2m de nieve en ambos lados hubiera sido imposible atravesar esta zona.
Hacia la tarde una magnífica imagen de los lagos de Imichil, en pleno corazón del Atlas.
La idea era acampar en ellos, pero el viento y el frío eran signos claros de que lo pasaríasmos mal, así que continuamos mordiendo la etapa del día siguiente, bajando un poco y buscando leña para un fuego en esta noche necesario.
Escogimos un sitio cerca de Agoudal donde instalamos el campamento, y muy bien que estuvimos, salvo por las temperaturas de la noche, que una vez en el saco el frío se dejaba notar.
Al amanecer, recogimos todo y continuamos descendiendo, para acabar en el Todra. Esta garganta es impresionante, y parada obligada. Al salir por Tinerir rumbo al dades y Ait Ben Hadouu, meta de hoy. Este día cundió mucho y avanzamos saltandonos la visita del Dades, a cambio, ganamos tiempo y una tarde libre en la Kasbah que nos vino muy bien para descansar y comer tranquilamente. Al atardecer una visita por la Kasbah y al hotel, ducha, cena y una agradable velada ponía fín a esta etapa.
Ahí va Fernando!!
Amanece y madrugamos un poco, para no romper el ritmo, hoy nos vamos al Desierto!! Había muchas ganas así que con pan y agua en los coches nos pusimos rumbo a Found Zguid, la puerta del desierto que nos da paso tras una pedregosa pista al extensísimo y buscado lago Iriki!!
El disfrute es muy grande tanto para los conductores como para los pasajeros, la sensación de atravesar tan extensa superficie lisa, navegando con un rumbo sur, hacia la parte más al sur de Marruecos, cerca de la frontera de Argelia y donde la pista se encuentra con más arena, dunitas de Erg Chegaga…. Hicimos una parada para almorzar entre dunas y un poco de viento nos advirtió que estabamos en el desierto y todo debe tener arena!
Algún que otro enganchón en las dunas, también debido a que circulábamos con las ruedas aun con presión para carretera, bajamos de 2.5 a 1.7 y fue mucho mejor.
Disfruté mucho sobre la pista de Erg Chegaga, surcando algunas de las dunas pequeñas, ríos de arena y pistas muy rápidas, donde algún que otro salto pegamos. Al ir dos coches, la cosa cundía y aunque vamos conservando mecánica y no forzando el ritmo era alto. Nos permitió llegar a las proximidades de Mhamid al atardecer, buscar un sitio chulo, leña y montar el campamento aun con luz.
Esa noche el fuego era el centro del campamento pero no por necesidad, como la noche anterior sino por su luz y calidez y que junto a la luna llena hizo de esa noche una velada perfecta en mitad del desierto.
Como anécdota, la presencia de un arácnido de unos 15cm, araña camello que apareció por allí nos puso alerta y nos advierte que no estamos solos, también algún que otro camello por la noche se oía cerca.
Por la mañana teníamos unos 10km de arena a Mhamid y más de 280km de pistas por la pista prohibida, así que repostamos en Tagounite y con calma y tras el desayuno nos pusimos manos al volante. Un ruido en mi coche que me tenía mosqueado nos hizo parar y no tenía importancia, pues era un protector que se había aflojado y tocaba con el amortiguador de dirección al levantar y agachar el morro, algo que sucedía bastante a menudo. Se solucionó y venga, buen ritmo y a disfrutar de la pista. Dos paradas para los controles militares, que nos pidieron el pasaporte y datos, sin más de nuevo en pista y disfrutando.
Esperando a pasar uno de los controles militares a la entrada de la pista prohibida
Pistas rápidas, fotos en cerros con panorámicas de las montañas que marcan la frontera de Argelia, bastante saltos, algunos con las cuatro ruedas al aire se sucedían en la pista, aunque siempre con cabeza y sin pasarse, la meta está muy lejos y hay que saborear toda la pista prohibida.
El día iba pasando, los km también, y nos encontrábamos con bastantes grupos de todoterrenos, muchos españoles y también andaluces, algo que me alegra pues años anteriores el turismo había descendido muchísmo en estas zonas, y los pocos que veiamos eran portugueses o franceses.
También nos cruzamos con un rally, pero no vi el nombre, al día siguiente vimos la salida en Merzouga, y participaban tanto vehículos TT como turismos clásicos preparados para la ocasión.
Esta tarde ocurrió algo extraño, nos desviamos en uno de los ríos de Ramblia, y fuimos paralelos al track que marcaba el GPS, bien, pero alguna distracción, no me preguntéis como, pero así fue… aparecimos unos pocos km atrás!! Habíamos hecho un bucle en la pista, perdiendo tiempo, pero eso sí, disfrutamos como enanos porque era por unas pistas con muchísima arena, mucho polvo y salimos de nuevo para pasar Ramblia.
Llegamos a Merzouga al atardecer, y sin pensarlo dos veces, bajamos presiones para jugar un poco en las primeras dunas, llevabamos más de 290km de etapa y aun teníamos ganas de seguir!! Según el GPS hicimos la etapa desde antes de Mhamid a Merzouga en 5-6 horas en movimiento y 2 paradas (para almuerzo, fotos o descansos) Respecto a otras veces, es un tiempo record.
El día siguiente comenzamos descargando todo lo que se podía los coches, bajando presiones a 0,8bares y cuneando hacia el lago Jazminne. Las vistas son impresionantes, el contraste del agua con la arena hacía un espectáculo para la vista, pero hacía muy dificil el conducir sobre ellas.
Sobre el mediodía, inflamos ruedas y hacia Rissani, pues era el día de Mercado y sirvió para perderse por su zoco, sus callejas y dejarse engañar un poco por los comerciantes para traer algunos recuerdos, volvimos a Merzouga para descansar un poco, disfrutar de la piscina y sus casi 40º que hacían y sobre las 18,30 de nuevo a las dunas, para disfrutar un poco más con la compañía de Hamed, quien nos llevó por Erg Chebbi a ver el atardecer sobre la base de la gran duna. Allí había bastante gente, algunos conocidos, grupos de Málaga, y la perspectiva era que parecía Dubai y sus videos de gente duneando… Es un momento mágico el ver desde las dunas como el sol se pone en el horizonte. Ya de noche volvimos al hotel, para tomar otro baño y una ducha, así como la cena y de fiesta!!
El día siguiente comienza cargando de nuevo el coche, nosotros nos subimos ya, el
otro coche se queda otros días en Merzouga, pero nosotros vamos a ver Fez. Atamos todo bien, cargamos equipaje, agua pan… y por qué no, un bañito en la piscina para irnos fresquitos!! Nos cuesta irnos de Merzouga e incluso llegamos a pensar en quedarnos otro día más…. Pero bueno volveremos.
Aunque nos quedan dos días más de viaje y veremos cosas muy interesantes camino de Fez y Chaouen… la sensación es que el viaje ya ha concluido, que vamos de regreso… pero creo que es la despedida del desierto, el motivo principal del viaje que ya ha terminado.
Por pistas a Erfoud, subida por las gargantas del Ziz, miradores, Rich… el desierto da paso a la montaña, pasamos por Ifranne y llegaremos a Fez por la tarde noche, pero no perdemos el tiempo, taxi y a la medina, que pese a que cesa su actividad por la noche, aun había vida en ella, alguna tienda abierta y muchas callejas, algunas oscuras, otras más concurridas, pero todo va cerrando y aunque nos perdemos a cosa hecha, acabamos viendo buena parte de ella. Nos hubiera gustado ver mucho más de Fez, pero al llegar tan tarde es todo lo que podemos hacer, de nuevo Taxi a la zona francesa y que mejor que disfrutar de una cena en un puesto típico en la calle. Bocadillo de no se qué carne… picada, aliñada, picante y manoseada, pero bien rica que estaba!!
Hoy sí, será nuestro día último. Salimos del hotel sin desayunar incluso, y salimos dirección Chaouen, por una carreterillla que en forma de zigzag nos ofrece una última vista de Fez bastante bonita, y da paso a un paisaje verde, bosque, algun río… y sin duda escenario único para un desayuno.
Continuamos, y varias horas después, la carretera nos conduce a Chaouen, rincón turístico por excelencia del norte de Marruecos, y como es temprano y nos apetece, pues nada, aparcamos y damos un paseo por sus calles, tiendas, algunos souvenir y ya comemos en una terraza con vistas a la plaza.
Es mediodía, y buena hora para ir al Ferry, dos horas después estabamos llegando, pasamos muy rápido la aduana, sin problemas, todo estaba muy tranquilo, incluso nos libramos del escaner que pasaban aleatoriamente, con lo que llegamos pronto a la cola del Ferry, y de nuevo hora y media o dos horas de retraso, ferry lento en lugar de Fast ferry… y encima la hora que se pierde al pasar de Marruecos a España, en fin…. Como venimos ya de vuelta y no hay ninguna prisa… despacito y buena letra, destino Córdoba para dejar a Raul y Pablo y yo en Jaén a las tantas.
Como en otras ocasiones, ha sido una experiencia única, muy completa, casi 3600km desde Córdoba con buen tiempo, algo de lluvia un día, temperaturas entre 2 o 3 grados y 40 en Merzouga, con arena, dunas, pistas rápidas, carreteras con paisajes muy verdes, montaña y Atlas, turismo, zonas muy turísticas y otras completamente perdidas y remotas… muy pocas cosas han faltado en este viaje, pero sin duda lo que más gusta es el agrado y la cálida bienvenida que sientes al llegar a cualquier sitio, el agrado de la gente, su amabilidad y hospitalidad, el conocer su cultura, sus costumbres, conversar con ellos…
Gracias al equipo, Fernando, Regina, Alvaro, Roberto, Hugo, Pablo y Raul!! Y también a Jara, Davíd, Alonso y Rodrigo!! Me alegro de haber convivido esta semana con vosotros!!
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