Especialmente útil para todos los
compañeros que tenéis manta eléctrica,
como ya sabéis que
no pueden lavarse para no estropear el sistema eléctrico, os recomiendo que os hagáis una
funda lavable. Así el
sudorcillo que se queda pegado con el uso podremos dejarlo en la lavadora de vez en cuando, por ejemplo, cuando aprovechamos para lavar las sábanas o los sacos de dormir. La solera y el toque a rancio los dejamos para los quesos azules y en el plato.
Elegir nuestra tela favorita siempre es lo mejor, pero en los hipermercados
IKEA hay una
funda nórdica en multitud de colores y diseños, el modelo
BRUNKRISSLA, que vale cuatro durines,
y que, con sólo cortar y modificarle con la máquina de coser o con
fiselina las
costuras de dos de los lados,
nos conforma la funda perfecta para nuestra manta eléctrica.
En uno de los lados ya nos viene originalmente la abertura confeccionada justo por el arranque del cable, perfecto para sacarla y meterla.
Así quedará bien integrada si elegimos
los mismos acabados para las sábanas, almohadones o cojines de la
furgo.
Animaos a hacerla antes de que acabe por coger la pátina de este invierno.
src="http://pagead2.googlesyndication.com/pagead/show_ads.js">