Autor Tema: Atrapados por el agua (Leído 59331 veces)

dunesdesorra · « **en:** Jue, 24 Enero 2008, 11:51:05, am »

Atrapados por el agua

Viajando al desierto de Marruecos nos podríamos quedar con la imagen de las “dunas” ,

By rosadeldesert at 2008-01-09

y de las “hamadas”,

By rosadeldesert at 2008-01-17

By rosadeldesert at 2008-01-25

By rosadeldesert at 2008-01-25

pero hay que tener en cuenta que Marruecos es un país muy montañoso, con montañas hasta de cuatro mil metros en el Atlas cubiertas de nieve dependiendo de la época del año.

By rosadeldesert

By rosadeldesert at 2008-01-12

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dunesdesorra · « **Respuesta #1 en:** Jue, 24 Enero 2008, 11:52:47, am »

También nos podríamos quedar con la imagen de los oueds: cauces “secos” que cruzamos sin pensar en nada más, pero habría que tener muy presente que por estos cauces secos puede bajar todo el agua del mundo y... con toda la virulencia que nos podamos imaginar.

Donde yo vivo hay rieras. Las he visto toda la vida. En teoría es lo mismo: cauces secos que cuando llueve fuerte en la montaña pueden llevar agua, poca o mucha, dependiendo de la intensidad de las tormentas. En momentos puntuales les he visto causar auténticos desastres, sobretodo antes de canalizarlas, de esto ya hace muchos años.

Aunque podría estar familiarizada con el tema, las primeras veces que viajé al desierto se me escapaba de la imaginación. Esos oueds que puedes tardar mucho tiempo en cruzar y que pueden tener centenares de metros de ancho...no me los podía imaginar llenos de agua de un lado a otro.

Siempre me fijaba, me llamaban mucho la atención. Es por esta razón que me fui dando cuenta de la violencia que tenían que gastar cuando bajasen llenos a decir por el rastro que dejaban. Este rastro era como un libro abierto, se podía ver perfectamente como el agua se abría paso y se lo llevaba todo por delante erosionando de forma exagerada el cauce formando cañones cada vez más hondos, o ampliando el cauce por los lados, chocando con las curvas del terreno socavando las paredes.

By rosadeldesert at 2008-01-11

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dunesdesorra · « **Respuesta #2 en:** Jue, 24 Enero 2008, 11:55:38, am »

A lo largo de todos los viajes que llevo al desierto, me he topado muchas veces con el agua pese a no contar con ella pensando visitar un lugar “seco” en extremo por naturaleza. En esta crónica explicaré algunas experiencias con el agua, más que nada, para que a quien -como yo- no se le pudiera ocurrir una cosa así, se pueda hacer consciente y tomar medidas a la hora de montar campamentos en según qué lugares -por ejemplo-.

1- Época: Semana Santa
Nos sorprende una tormenta de arena en la hamada que va a Merzouga viniendo de Erfoud. Nos quedamos en el albergue Le Touareg. Está bajo la gran duna. Al rato de llegar se desencadena una fuerte tormenta de agua para sorpresa nuestra. Nos rompe los esquemas. Tormenta con rayos y truenos y muchísima agua. Nos podría recordar la típica tormenta de verano pero dura toda la noche. ¡Para nosotros resulta increíble! ¡Toda la noche llueve y muy fuerte en las dunas de Merzouga!

Tormenta de arena y viento por el camino

By rosadeldesert at 2008-01-23

By rosadeldesert at 2008-01-23

Lluvia en la arena. Las manchas más oscuras en el suelo son las marcas de las gotas que caen.

By rosadeldesert at 2008-01-23

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dunesdesorra · « **Respuesta #3 en:** Jue, 24 Enero 2008, 11:57:45, am »

2- Época: Verano 94
Estamos en la misma hamada que va a Merzouga viniendo de Erfoud. Mucho calor. Todo el calor que puede hacer en una hamada en el mes de agosto. Es mediodía. Hace mucho viento y lleva arena en suspensión. Nos paramos y hacemos alguna foto. Justo meternos en el coche para seguir el viaje empieza a llover.

¡Representa que llueve fuerte! El agua que cae se mezcla con la arena del aire y lo que nos cae encima son bolas de barro que cuando llegan al cristal hacen ¡Paff! ¡Suenan! Pero el cristal no queda mojado. El calor tan fuerte evapora el agua al momento y en el cristal ya solo queda la arena que con el viento, se va.

Es tan curioso que bajamos a verlo. Vemos llover de arriba a abajo y fuerte, pero el agua no llega al suelo. Por el camino se evapora. Me lo hubieran contado y no me lo habría creído, pero lo estaba viendo.

Momentos antes de la lluvia. El viento es fuerte.

By rosadeldesert at 2008-01-23

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dunesdesorra · « **Respuesta #4 en:** Jue, 24 Enero 2008, 11:58:38, am »

3- Época: Semana Santa
Nos encontramos con una pareja de Alicante. Nos hacemos amigos. Seguimos buena parte del viaje juntos. Viajan en un turismo. Nosotros en un Nissan. Nos van siguiendo. El chico es muy lanzado y le cuesta entender que su coche tiene unos límites. Quiere ir a donde nosotros vayamos. Tenemos que sacarle eslingado de un oued. Nos despedimos cerca de M’Hamid. Se da la vuelta porque se asusta con la arena, se da cuenta que no tiene un 4x4 en las manos y a partir de aquí, cada pareja sigue por su cuenta.

Al volver hacia el norte ya terminando el viaje, empieza a llover y mucho. Los oueds están crecidos. Llegamos a Midelt bajo una tormenta que nos obliga a dormir en el hotel. Antes de llegar nos adelanta un camión con un coche encima que reconocemos. Es el de nuestros amigos. Atravesando un oued casi se los lleva el agua. Les entró por todas partes y se cargaron el coche.

Al cruzar este oued todavía íbamos juntos. La foto se la hice desde nuestro coche pues venían detrás. Era el principio del viaje. Hacía nueve años que no llovía.

By rosadeldesert at 2008-01-23

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dunesdesorra · « **Respuesta #5 en:** Jue, 24 Enero 2008, 12:00:21, pm »

4- Época: Vacaciones de Navidad 98
Acampamos en las dunas del erg de Ouzina. Por la mañana nos saca de las tiendas una tormenta a base de bien y tenemos que correr para salir antes que la hondonada donde estamos no se convierta en un barrizal. Está explicado en el post: De cuando nos prometimos no volver nunca más al desierto

By rosadeldesert at 2008-01-17

Se ve el arco iris

By rosadeldesert at 2008-01-17

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dunesdesorra · « **Respuesta #6 en:** Jue, 24 Enero 2008, 12:01:27, pm »

5- Época: Octubre 99
Fenec viaja a Marruecos y, de diez días que dura el viaje, les llueve ocho. Se encuentra con auténticos barrizales y con problemas para salir de ellos. Lo explica en su post: Un viaje "atípico" al sur marroquí

By nangaparbat at 2008-01-10

By nangaparbat at 2008-01-05

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dunesdesorra · « **Respuesta #7 en:** Jue, 24 Enero 2008, 12:03:42, pm »

6- Época: Vacaciones de Navidad 2001
Pasamos el Atlas por la carretera totalmente inundada, tanto al ir como al volver. Está en el post: Al desierto como maestra con los niños de la escuela

Desde dentro del coche, en algunos momentos se vivía así

By rosadeldesert at 2008-01-23

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Carretera bajo el agua

Problemas para todo el mundo

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dunesdesorra · « **Respuesta #8 en:** Jue, 24 Enero 2008, 12:06:23, pm »

7- Época: ¿?
Un amigo nuestro baja por las Gargantas del Todra. Seguro que había llovido mucho arriba en las montañas y...de repente ve venir todo el agua del mundo hacia él. El golpe de agua se lo lleva hacia atrás, y tiene suerte que queda su 4x4 clavado en unas rocas grandes. Desde el hotel que hay incrustado arriba dentro de la pared de las Gargantas lo ven, le tiran una cuerda y consigue salir del coche. Cuando llega arriba se da cuenta que el agua le ha dejado sin ropa y sin zapatos. Además ha salvado la vida milagrosamente.

Estas fotos son de un viaje nuestro. Bajamos por el oued hasta las Gargantas, viniendo de Ilmichil.

By rosadeldesert at 2008-01-23

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dunesdesorra · « **Respuesta #9 en:** Jue, 24 Enero 2008, 12:09:43, pm »

8- Época: Vacaciones de Semana Santa 07
Vemos restos de las inundaciones del verano anterior. Casas derruidas en Merzouga. A consecuencia de tanta agua, las hamadas están verdes y llenas de flores. También las dunas. Las inundaciones fueron muy graves. Dos metros de agua en medio del desierto. Está explicado en el post : El viaje que salvó a Zahra de una muerte segura

Casas derrumbadas

Hamadas verdes y flores al llegar a primavera

Setas en las dunas

Los alrededores del lago Merzouga

Encontramos oasis que en otras ocasiones nos han servido para acampar, destrozados por el agua

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dunesdesorra

9- Época: Semana Santa
Con los años, en Marruecos han ido construyendo muchos puentes para cruzar los oueds pero al principio de nuestros viajes, la mayoría de oueds se cruzaban por el mismo lecho del río. Desde la carretera por la que circulabas te encontrabas una bajada bien pronunciada hasta el oued en claro descenso hasta el centro y volvía a subir hasta recuperar el nivel al otro lado de la carretera.
Hicimos una etapa de enlace y al llegar a un oued cerca de Tinherjad, lo encontramos crecido. Pero cuando digo crecido me refiero a unos dos metros de altura de agua. Se había llevado un camión y un par de coches. Todo el pueblo estaba allí. ¡No creo que quedara nadie en su casa!

A ambos lados del oued, se apiñaban los coches que se habían quedado sin poder cruzar. Las personas, sentadas por todas partes como si estuvieran en un teatro esperando que el agua bajara. La verdad es que era como una fiesta. Ya hacía rato de la gran avenida aunque había altura de agua, sobretodo en el centro del oued, así como gran cantidad de ramas, piedras y malezas que había arrastrado

Me extrañó bastante que en el extremo que tocaba casi a la carretera por el lado del pueblo donde nosotros estábamos, algunas mujeres aprovechaban para lavar las alfombras. En sí no tendría nada de raro lavar alfombras, pero es que el agua estaba totalmente roja y se veía espesa del barro que contenía.

Hicimos lo que los demás. Sentarnos a esperar. Pregunté cuánto podía tardar y nos dijeron que no lo sabían pero como mínimo unas dos horas. Al minuto, el mismo señor que nos había respondido nos invitó a su casa. Se puso muy pesado y al final accedimos. Quería que estuviéramos bien mientras esperábamos. Nos invitó a un té y me gustó que su mujer también compartió con nosotros. Estuvimos hablando mucho rato. Por la ventana se veía el oued y, cuando fue bajando, volvimos a la carretera.

Sólo cruzamos los camiones y los 4x4. Todo y así como el oued aún llevaba bastante agua, hacía impresión al pasar pues te veías en medio de un río ancho y con bastante corriente.

Al subir de vuelta, encontramos inundaciones en el norte. En un pueblo en concreto, los críos jugaban y se bañaban en la calle como si estuvieran chapoteando en una piscina.

By rosadeldesert at 2008-01-23

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A todo esto, justo después de llegar de un viaje de estos pasados por agua, nuestro hijo pequeño que estaba estudiando algún curso de la ESO y participaba en un crédito variable de geografía, vino a casa muy enfadado con la profesora. Ella había hablado sobre la lluvia y se le ocurrió decir que en el desierto “no llueve”, “pluviosidad cero”.
A eso que él levantó el dedo y dijo: ¡-Sí que llueve en el desierto! Lo tenía clarísimo, lo había escuchado en casa y lo había visto con sus propios ojos. Podía llover...y mucho.

La profesora, que se lo tomó a mal pensando que la estaba vacilando, se impuso repitiendo de nuevo lo que ya había dicho antes, a lo que él volvió a contestar: ¡-Sí que llueve en el desierto!

Ella, creo que perdió una gran ocasión de preguntar porqué lo decía. Habría valido la pena el debate y el buscar información y, seguramente habría podido convertir lo que pensaba que era una vacilada de un adolescente en una buena fuente de motivación para la investigación a nivel de grupo sobre el tema.

No fue así. La cosa desembocó en la colocación de un punto negativo al comportamiento del alumno en cuestión. ¡Vaya uno! ¡Creyendo tener razón va hasta el final! Le sentó muy mal aquello y lo encontró injusto. Así que en su defensa dijo que muy bien, pero que en el desierto “llovía”. A continuación lo expulsó de la clase, y como el susodicho siguió diciendo que era verdad y que “llovía”, acabó en el despacho de la directora a la que hizo saber que en el desierto..."llovía". Naturalmente nos tocó hablar con ella.

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dunesdesorra

Y ya para poner la guinda al pastel sobre el tema del agua en el país vecino, explicaré la experiencia que sigue a continuación:

10- Época: Semana Santa
Viaje con nuestros hijos y sus amigos. Gran tormenta en el Todra. Grandes inundaciones a nivel general y problemas para volver. No llegamos a casa el día que tocaba ni llegamos a tiempo al trabajo después del lunes de Pascua.

Nuestros hijos con un grupo de amigos suyos, decidieron ir a escalar durante unas vacaciones de Semana Santa a las Gargantas del Todra. Cuando nos lo dijeron, nosotros estábamos preparando un viaje al desierto para los mismos días. Nuestros hijos habían ido desde pequeños a estos lugares con nosotros pero eran muy jóvenes y sus amigos no tenían ninguna experiencia.
Como siempre habíamos mirado de educarlos para que fueran autónomos, ahora tampoco se trataba de que llegado el momento, nos entraran los miedos y no les dejáramos volar como los habíamos estado preparando.

Cuando ya faltaba poco nos pidieron de hacer el viaje de ida y vuelta juntos, lo que nos tranquilizó bastante. Así que finalmente decidimos viajar hasta Algeciras, pasar el estrecho y viajar por carretera hasta Tinhergir. Ellos iban repartidos en dos turismos. La primera noche la pasamos en un camping de la zona del norte.

By rosadeldesert at 2008-01-24

Subimos hasta las Gargantas y dormimos en nuestros sacos en la haima del hotel que está arriba incrustado dentro de la roca. Era muy grande y bonita por dentro, de estas que tienen colores rojos, verdes y dorados. Una parte era restaurante, con mesas para comer. La otra parte tenía las típicas camas estrechas que de día hacen la función de banco, con espumas gruesas por encima y forradas con telas de tapicería.
La haima estaba dispuesta de cara a las Gargantas y por delante no tenía pared, sino una baranda a modo de balcón que hacía de mirador.
Estábamos muy cansados del viaje y nos tumbamos enseguida a dormir. Aunque en la parte del restaurante estuvieron con los tambores hasta altas horas, creo que ni nos molestaron.

De repente, noto que me están tocando. Aún no he reaccionado que me sacuden, y para cuando me doy cuenta de lo que está pasando, me encuentro inmersa en un torbellino de gritos de los empleados del hotel que sacuden a todo el mundo diciendo: -¡Agua, agua!

A partir de aquí todo corre mucho. Hay que sacar los coches que están aparcados abajo. Llaman a los conductores para que suban los coches a una pequeña plazoleta que tienen arriba a la altura del hotel. Trabajo hay para meterlos a todos pero...coche que quede abajo, coche que se irá para siempre.

De mientras, en el hotel, los otros trabajadores hacen la tarea de forma rápida y segura. Parece que están muy acostumbrados a ello y que cada uno sabe muy bien lo que hay que hacer.

Empieza a llover aunque el agua ya hace rato que baja por el fondo. A la primera gota le suceden las de todo el mundo. Llueve muy fuerte y con mucha intensidad. Después viene la serenata de rayos y truenos. Los primeros iluminan las paredes de las Gargantas y ofrecen una visión fantasmagórica del lugar. Los truenos retumban amplificados. El espectáculo es magnífico.

Los chicos del hotel, mientras nosotros hemos ido a contemplarlo al balcón, han ido sacando todos los colchones, cojines...es decir: todo, a unos pasadizos que hay detrás.

Me da tiempo justo de pensar que quizás no hacía falta, que de repente la lluvia multiplica su intensidad cayendo de lado y entrando hasta el fondo poniéndolo todo perdido al mismo tiempo que se va la luz.

Nos retiramos rápidamente a los pasadizos de atrás –a oscuras-, a hacer compañía a los colchones, cojines, etc...hasta que la situación mejora.

El agua baja fuerte. Pero claro, es que...¡Es un río!
Muchas veces he estado en las Gargantas paseando, esperando que otros escalasen sus paredes, haciendo el recorrido en coche...No me lo miraba como un río pese a saber que lo es, y a verlo siempre seco. Hoy nos ha enseñado sus dientes y nos ha hecho muy conscientes del cuidado que hay que tener con los oueds. Desde entonces siempre que montamos campamentos, lo tengo que ver muy claro. ¡No me sirve cualquier sitio!

Al día siguiente, bajamos en dirección a Tinhergir con la intención de que los críos se instalen en el camping pero cuando llegamos está totalmente inundado. Les alquilan una sala muy grande con un balcón que da al río.
A partir de aquí nos separamos. Nosotros haremos nuestra ruta y, al volver, pasaremos por aquí y regresaremos juntos hasta casa. Es lo que habíamos previsto.
La sala está muy bien. Podrán cocinar la comida que se han traído. Además hay espacio para dormir los nueve que son y aún sobra.

Nos vamos al desierto y hacemos nuestra ruta. Cuando se terminan los días y queremos volver, nos encontramos que el primer oued que hay que cruzar está desbordado. No podemos cruzar y damos la vuelta para ir por otro lado repitiéndose la situación. Creo que fue en Ouerzazate que ví mucha agua, con mucha altura y fuerte corriente arrastrando de todo. El tendido telefónico estaba caído en el agua, se lo había llevado.

En aquella época no había móviles. Nos empezamos a poner nerviosos pensando qué habría pasado en Tinhergir.
Conseguimos a base de ir cruzando por oueds en los que la fuerte avenida ya había pasado –aunque con bastante agua y corriente- llegar hasta Tinhergir.

Cruzando el oued detrás de un camión. No lo parece pero hay mucha agua.

By rosadeldesert at 2008-01-23

Subimos en dirección a las Gargantas para ir al camping a reunirnos con el grupo de chicos, y solo entrar, el recepcionista nos dice que no están ¿?
Al momento nos asustamos. Nos dice el señor (que conocemos de otros años) que llovió casi todos los días y, al no poder escalar, se fueron al desierto ¿?

¡Pues sí que nos tranquiliza el hombre! ¡Se han ido solos al desierto! Bueno, van en dos turismos, así que poco desierto pueden hacer...Nos cuenta que han querido ir hasta ver las primeras dunas cerca de Erfoud.

Cogemos el coche, nos vamos otra vez hasta Tinhergir y paramos a un lado de la carretera justo a la salida del pueblo por donde suponemos que tienen que volver. Ahí nos tiramos mucho rato esperando pendientes de cada coche que pasa aunque en realidad, de coches pasan bien pocos.

La cabeza no para de dar vueltas y, además, tendríamos que estar rodando hacia el norte para volver a casa.

En esto que los vemos venir, pero solo viene un coche. El otro no tenía gasolina y en la gasolinera no hay. Están esperando el camión que no ha podido cruzar algún oued. En cuánto llegue, les pondrá el combustible y subirán.

¡Por lo menos sabemos algo! Volvemos al camping a esperar. De momento los que están aprovechan para recogerlo todo y preparar bolsas y mochilas. Pero el tiempo pasa. Se hace la tarde y no vuelven. Decidimos ir a ver si podemos sacar información de algún sitio.

Nos vamos a la gasolinera del pueblo y les pedimos si pueden llamar por teléfono a la de Erfoud para preguntar como está la cosa. ¡No tienen teléfono! Sí que tienen un listín y nos apuntan el número en un papel.
Como nos ven preocupados -ya negra noche-, nos acompañan a donde dicen que saben seguro que hay un teléfono. Por el camino nos cuentan que es la casa del señor más rico del pueblo.
¡Vaya casa! Después de pasar por calles y callejuelas oscuras y sin nadie, llegamos. Tiene timbre y portero electrónico. A través de él le explica nuestra situación y nos abre la puerta. Subimos por unas escaleras muy lujosas alicatadas hasta el techo.

Nos encontramos con un señor muy amable que está muy contento de ayudarnos. La casa es muy grande, un palacio en comparación de lo que se ve alrededor. Cruzamos algunas salas con alfombras y cortinas, sillones y sofás. Recuerdo mucha baldosa en todas las paredes.
Nos invita a tomar un té y se hace traer el teléfono. Empieza a llamar al número que tenemos de la gasolinera de Erfoud, pero nadie responde . Sigue llamando a quien se le ocurre pero no hay éxito. Finalmente hace salir una persona de su casa a preguntar, y vuelve diciendo que los oueds se han llevado las instalaciones de teléfonos y telégrafos en general. ¡El país está incomunicado!

Al día siguiente la cosa no ha variado en absoluto. Como tenemos dos bidones en el coche, decidimos ir a por gasolina donde encontremos, y llevársela a los críos a Erfoud.

La situación está así: Tenemos un grupo en Erfoud, el otro en Tinhergir, y nosotros nos vamos a por la gasolina.
Ya ni me acuerdo dónde encontramos gasolina, pues de todo esto hace mucho. Llenamos depósito y bidones. Muy contentos nos damos la vuelta y nos disponemos a rodar hacia Erfoud pero en este tiempo que ha pasado, ha crecido un oued por el que hace poco hemos pasado, y nos deja aislados.

Ahora sí que estamos bien repartidos.Hoy es el día que teníamos que estar cruzando el estrecho con el barco y todavía estamos aquí. Se nos ocurre darnos la vuelta por otro sitio pero la historia siempre es la misma. A donde vamos llegando los oueds se van desbordando. Terminamos haciendo tantos kilómetros que se nos acaba la gasolina y tenemos que empezar a poner en nuestro coche la de los bidones ¿?

Pasando por un pueblo en el que había una plazoleta,me fijo en alguien que me parece que conozco, y resulta ser el grupo de chicos que venían de Erfoud (también dando yo que sé qué vuelta). Ufff...una alegría general que ni os podeis imaginar.

Se habían pasado el día anterior en la gasolinera esperando el camión. Cuando se hizo de noche, un trabajador de la gasolinera se apiadó de ellos y se los llevó a su casa. Les dio cena y durmieron en el suelo de una habitación sobre unas alfombras, pero fue mucho mejor que dormir en la gasolinera y... cuatro o cinco dentro del coche.

Salimos disparados hacia el camping. Nunca había pasado tantas veces por Tinhergir. Recogimos todo y salimos carretera arriba en dirección a Ceuta. En los oueds aún había agua. Uno de los dos coches, cada vez que vadeaba se paraba en medio. Teníamos que bajar, empujarle y volvía a ponerse en marcha. Llegamos de noche al puerto y ya se había ido el último barco.

Estábamos muy cansados.La situación que vivimos fue tensa. Yo, en cinco días perdí siete kilos, y Fenec cinco. Era lunes de Pascua por la noche. Se suponía que al día siguiente teníamos que ir a trabajar y aún estábamos en Ceuta. No nos podíamos permitir el lujo de perder el primer barco que saliera. Así que pusimos los coches en la cola de embarque, y allí hicimos vivac, en el cemento del suelo dentro del saco de dormir.

Al día siguiente cruzamos el estrecho,rodamos un poco, y nos paramos a desayunar. Desde allí pude aprovechar para llamar a la família y al trabajo para decir que no llegaba.

Comiendo en una àrea de la autopista

By rosadeldesert at 2008-01-24

En este tiempo yo cantaba en un cuarteto vocal y aquel mismo día teníamos un concierto. El día anterior había el ensayo general, por el cual no aparecí y ni siquiera avisé.
Llegué a casa justo con tiempo de pegarme una ducha, ir a la peluquería y llegar al concierto. Aún no sé de donde saqué las fuerzas para cantar ni la concentración ni...muchas de estas cosas que se necesitan para hacerlo bien.

Al día siguiente fui a trabajar. Por suerte el director de la escuela había leído una nota en el periódico que hablaba de las inundaciones en el país vecino.

La nota graciosa fue que le había estado tomando el pelo a un compañero de trabajo que me estuvo dando la lata unos días antes del viaje diciéndome... que si no tenía miedo de ir por estos mundos, que por allí raptan a las mujeres....¡Muchas películas habría visto el chaval! Pero como no me dejaba en paz decidí al final seguirle la corriente. El último día le dije muy seria: -Tú, si ves que el primer día no vuelvo...¡Búscame!, mueve cielo y tierra pero sobretodo...¡Búscame!

Yo me mondaba de risa durante el viaje de vuelta. Habría dado algo para ver su cara al ver que no había ido a trabajar. ¿Me estaría buscando?

Todas las anécdotas que he explicado son ciertas. Puestas así seguidas parecen un desastre y a lo mejor alguien se asusta...pero no, porque repartido entre los muchos viajes que hemos hecho ya no es lo mismo, quedan como puras anécdotas. No vayais a pensar que el agua viene siempre de todas partes, no es esto. Pero esta crónica puede ser mi aportación al respeto que hay que tener –según mi opinión- a los oueds.

Y como estas anécdotas formaron parte de viajes en los cuales disfrutamos de muchas cosas, pues en la segunda parte vendrán algunas fotos de estos viajes.

mañana las fotos
dunesdesorra

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Juanete

Nosdías dunesdesorra,... creo que hablo en nombre de todo el foro cuando aseguro que:

"No queremos que vuelvas a trabajar!!!!!!"

No has pensado nunca en recapitular todas estas experiencias y cognoscimientos en una "guía práctica para bajar al desierto"?,... es injusto que solo los habitantes destos foros las disfrutemos.

Dhimmi,...

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dunesdesorra

Muchas gracias por el cumplido

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Juanete

Jaja,... no, gracias a tí por compartir con nosotros.

Por cierto,... confirmo que yo también vi llover en el desierto.

Dhimmi,...

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dunesdesorra

Cita de: dhimmi en Jue, 24 Enero 2008, 13:04:01, pm

Por cierto,... confirmo que yo también vi llover en el desierto.

Ja,ja

Pues vigila que te pueden echar de clase

Saludos

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Juanete

Estoy tranquilo,.. que mi pareja también es maestra y tengo enchufe.

Dhimmi,....

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dunesdesorra

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muchomichu

Impresinante los relatos, a este paso ya le empiezas a hacer sombra a fenec de arabia.
Gracias por compartirlos con nosotros

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dunesdesorra

Cita de: muchomichu en Jue, 24 Enero 2008, 18:35:27, pm

Impresionante los relatos, a este paso ya le empiezas a hacer sombra a fenec de arabia.

Ui, no...¡Qué va!

¡Pero qué dices! ¡Cómo le voy a hacer sombra!

¡Si él ha sido mi maestro en todo esto!

Lo único que pasa es que yo tengo toooooodo el tiempo del mundo para entretenerme.

Las horas que paso montando las historias no cuentan

. Cuando empiece a trabajar... se habrá terminado... ¡Ya os lo digo yo!

Un saludo muchomichu

dunesdesorra

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Tino (Patrol-astur)

Cita de: dunesdesorra en Jue, 24 Enero 2008, 18:41:53, pm

Cita de: muchomichu en Jue, 24 Enero 2008, 18:35:27, pm
Impresionante los relatos, a este paso ya le empiezas a hacer sombra a fenec de arabia.

Ui, no...¡Qué va!

¡Pero qué dices! ¡Cómo le voy a hacer sombra! ¡Si él ha sido mi maestro en todo esto!

Sois los maestros.

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dunesdesorra

Gracias

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muchomichu

Dunesdesorra, si yo no digo lo contrario, la experiencia es del que la vive, pero el relato de quien lo escribe y no tengo yo muy claro los relatos de quien de los dos provoca mas subidón.

¿qué tal una baja por depresión o algo así? Seguro que todavía te quedan muchas cosas en el tintero, yo al contrario que la mayoría soy mas de letras que de fotos. Se viaja mas rápido y mas lejos

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María 4x4

"IN-CREIBLE" (no por lo de las lluvias, ya que levemente en agosto, vimos llover en esa misma hamada de Erfoud a Merzouga, y con mas de 45ºC !! )

Increible por lo magicas que son tus historias............

Pide una excedencia Montse y sigue deleitandonos......

GRACIAS

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dunesdesorra

Cita de: María 4x4 en Jue, 24 Enero 2008, 19:13:45, pm

Increible por lo magicas que son tus historias............

Gracias

Cita de: María 4x4 en Jue, 24 Enero 2008, 19:13:45, pm

Pide una excedencia Montse y sigue deleitandonos......

¡¡Y de qué vivo!!

Si acaso me tienes que buscar una editora

Saludos

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María 4x4

Cita de: dunesdesorra en Jue, 24 Enero 2008, 19:21:53, pm

¡¡Y de qué vivo!! Si acaso me tienes que buscar una editora

Saludos

Eso esta hecho, tengo contactos...jejeje, como trabajo en el mismo sector que tú....

Y asi matendrias viva la ilusion que has creado por el foro con tus historias.....