Una vez más, un grupo de valientes expedicionarios, se van a enfrentar a su Everest particular. El pico de la Churra es el objetivo principal, que no el único, ya que es posible que no se pueda coronar, y tengamos que conformarnos con metas más humildes y más acordes a la estación invernal que nos acoge, y que pese a la exhuberancia de los rayos del sol mañanero, que nos deslumbran, no nos dejamos engañar y miramos con cierto recelo las altas cumbres, nevadas y frías, heladas y áridas, hambrientas de visitantes insolentes a los que hincar el diente, o más bien, la gigantesca mandíbula, rodeada de blancas y frías dentaduras, que a forma de increibles tartas de nata, nos hipnotizan, para que no podamos percibir la realidad que esconde el blanco manto.
Escogimos como punto de partida un bello y hoy soleado, monte encartado, y que mejor que una foto para reflejar nuestro estado de ánimo.
Hoy es día de fiesta, y nos hemos rodeado de los mejores amigos (somos todos los que estamos, aunque no estamos todos los que somos = consideración a todos los foreros), de los mejores coches y del mejor día posible. ¿Qué más queremos?. Ya os lo digo yo: diversión, barro, diversión, nieve, diversión, aventuras. ¿Sigo o ya lo vais entendiendo?. Pues claro que lo entendeis. Todos pecamos del mismo vicio. Nuestra petitencia será lavar el domingo el 4x4 e ir a trabajar el lunes, privandonos de la belleza de un todoterreno embarrado y sin disfrutar de la gula de embarrarlo.
Pero hoy no, hoy no¡¡¡¡. No es día de confesión, es día de pecar, y pecaremos, con premeditación y alevosía. Hoy subiremos al séptimo cielo, ¿qué digo?, atravesaremos ese cielo y remontaremos hasta el infinito y más allá. Y desde allí arriba, veremos las nubes remansar bajo nuestra mirada.
No acostumbramos a comer tarta de primer plato, así que comenzaremos con unos entremeses. Un poco de salpicón de marisco estará bien, o si alguno quiere, un salpicón de barro.
Un caldito vendrá bien para calentar el estomago y bañar nuestras ansias devoradoras.
El caldo parece que tenía tropiezos. Habrá que comer con tiento para no romper nuestras lindas boquitas. Txema "Waterman" los aparta de su plato con sumo cuidado.
Y una vez abierto el apetito, lo mejor es organizarse y comer algo de verdad.
¿Quien dijo miedo?. Igor abre las compuertas de su vagón de carga y saca....¿ehhhh?. ¡¡¡¡Pero si eso es...¡¡¡.
Esto está cogiendo un nivel que me asusta. Se ha traido un grupo de gasolina para dar corriente a la barbacoa, con su mesa y todo. Sólo falta que se ponga a freir panceta. Y ya puestos, la bota de vino.
Y nosotros a hacer cola y esperar nuestro jugoso turno. ¿No habrá cámara oculta?
¡Bueno, bueno!. Vamos a hacer un poco de ejercicio para bajar tan suculenta comida.
Creo que con este ritmo de trabajo bamos a quemar pronto las grasas acumuladas.
Y hablando de quemar, quiero comentar que nuestro compañero y
Hombre de Verde "TJTOMBA", ha evitado esta semana un fuego, provocado, en la provincia de Burgos, avisando a las autoridades competentes y dando la localización exacta de las llamas con el GPS. Gracias a que estaba practicando su afición por el 4x4, hizo de vigía improvisado, y evitó lo que podía haber sido un desastre natural. Enhorabuena por tu acción. A ver si con estos detalles nos ganamos algo de reconociemiento y evitamos ciertas recriminaciones anti-ecológicas. En definitiva, todos somos un poco hombres de verde, y nos gusta defender y proteger nuestro medio.
Volviendo a nuestras andanzas en la nieve, me estoy dando cuenta que cuanto más lenta y difícil se hace nuestra ascensión, las caras de alegría y divertimento son más amplias. Debemos tener algo de masoquistas.
En las películas de Tarzán que recuerdo, los porteadores siempre se acababan echando atrás y desapareciendo por miedo a continuar. En nuestra película de hoy, los porteadores también se echan atrás, y bien atrás; pero no desaparecen, sino que resurgen con fuerza arrolladora para empujar y mover a tracción animal lo que los caballos mecánicos no pueden arrastrar, ya que la pista de esquí se está convirtiendo en pista de hielo.
Poco a poco vamos subiendo, ganando metro a metro la distancia que nos separa de la cumbre.
Atascos, cruzadas, atascos. Pero ¿cómo puede ser esto tan divertido y adictivo?. Vamos atener que ir al psiquiatra. Remedio para nuestra cura: más de lo mismo.
¡Eso sí!. Las caras de satisfacción por el deber cumplido son de foto. ¡Toma foto!. Emiliano e Igor lucen camiseta original de los Hombres de Verde con orgullo.
Y en lo alto de la nieve, observándonos, encontramos un animal que pensábamos extinguido, el "jabalí fotógrafo", una variante del jabalí común del que sólo se conservaba un especimen en el zoológico del Mazo y que rondaba por las noches en su hábitat natural de los bosques de la Garbea.
Y aquí se presenta toda la troupé del circo blanco, posando para la posteridad.
¡Misión cumplida!. El pico de la Churra descansa bajo nuestros piolets y nuestros grampones.
Y ahora a iniciar el descenso, suave, suave, superando algunos neveros que tapan casi la altura de los coches y nos obligan a arremeter contra ellos una y otra vez, hasta que hacemos camino.
En la nieve es, muchas veces, más misterioso y delicado, bajar que subir, ¿no creeis?
Una vez descendido el puerto, y como nos sobra algo de tiempo, vamos a darnos un caprichito.
Jugamos un poco al escondite en las mismísimas entrañas de la oscuridad.
Y como queremos dejar aventuras que contar para otras noches de ensueño, nos vamos cada uno para nuestra casita, con una ligera y dulce sonrisa en los labios, y un poco de tristeza en el corazón, por separarnos, después de un día vivido como hermanos que somos.
Algún día seré capaz de valorar a esta gente en su justa medida, "no es lo que tienen, es lo que son".
Mientras tanto intentaré disfrutar de su grata compañía las mayores veces posibles. Y a todos los que hayais sido capaces de leer esta humilde crónica, os diré, que si alguna vez teneis ocasión de compartir una jornada de excursión con mis amigos, los Hombres de Verde, sabreis a qué me refiero.
Dedicado a los que estuvisteis este día y especialmente a los que no pudisteis venir y os tengais que conformar con ver las fotos, leer este amago de relato, e imaginar que estabais dentro del cuento. Cerrad los ojos después de ver cada foto y lo conseguireis, os lo prometo.
src="http://pagead2.googlesyndication.com/pagead/show_ads.js">