Hola a todos.
El otro día salimos un amigo y yo a dar una vuelta y pisar unos charcos. El caso es que terminamos en una escombrera de yeso haciendo unos cruces de puentes en los montículos y al ir a subirme a uno de ellos resultó no estar compactado y en vez de subirlo lo atravesé.
El coche llegó bien a casa y después de un baño con la hidrolimpiadora quedó como nuevo. Al día siguiente fui a moverlo y me encontré con los frenos traseros agarrotados así me lié a desmontar uno de los tambores y me lo encontré completamente oxidado, como si llevara dos meses bajo el agua.
Lo limpié todo bien, engrasé los puntos necesarios y monté dejando el tambor contrario para el día siguiente porque se me hacia tarde. Al día siguiente voy a liarme con el otro y cual es mi sorpresa cuando compruebo el primer tambor y vuelve a estar agarrotado, desmonto y está de nuevo todo oxidado... El segundo tambor ni os cuento, lo tuve que sacar a mazazos y salieron las zapatas pegadas al tambor.
He mirado por internet y resulta que el yeso es un espectacular oxidante y ataca al hierro como si no costara. El tema es que no se como parar este proceso, ayer dejé los tambores desmontados y esta mañana había vuelto a aparecer el oxido tanto en el tambor como en todas las piezas que mueven las zapatas.
Había pensado en darle un fregado con vinagre (por aquel experimento que hacíamos en el cole con la cascara de huevo disolviéndose), otra opción es la lejía o el aguafuerte que por lo menos al cemento si le atacan pero también oxidan lo suyo, otra que se me ocurre llenarlo todo con 3en1 pero no se que tal le sentará a las gomas de los bombines. ¿que haríais en mi lugar?
Perdonar por el ladrillo pero nunca había visto nada igual
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