Uno de los inconvenientes que tiene el que
el acompañante lleve encendido durante mucho tiempo su plafonier de lectura es lo molesto que resulta a veces para el conductor, que tiene permanentemente un reflejo, que incluso puede resultar peligroso por las distracciones y deslumbramientos que produce.
Este
brico se centra en evitar ese problema.
Nos hacemos primeramente con una
cuña de carrocero (para no dejar marcas en ningún revestimiento) o en su defecto con un palillo de helado o capuchón de bolígrafo
BIC con la que haremos ir
saltando sucesivamente todas las
uñetas de la
tulipa del foco del acompañante
que retiramos.
Sobre el banco de trabajo, empleando
cinta americana textil autoadhesiva
negra o gris,
recubrimos una banda longitudinal que coincide precísamente con el
área deslumbrante. No olvidaremos tapar bien todos los bordes a los que lleguemos.
Ya sólo queda volverla a montar en su sitio y comprobar que, aunque esté encendida mucho tiempo, la luz del acompañante
no nos molestará ya más.
Es uno de los trabajos más fáciles y más satisfactorios a la vez que le he hecho a la
Marco Polo.
Saludos.
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